Andar a exceso de velocidad, no usar el cinturón, virar desde una segunda o tercera pista son algunas de las faltas a la ley del tránsito que se sancionan con multa y retención de licencia. Se supone que estas normas fueron creadas para la seguridad y buena convivencia. Entonces ¿Por qué no corren para los funcionarios policiales? Ante estas faltas, ¿Quién fiscaliza a los que fiscalizan?
Joselyn Encina Escobar Periodista
Miércoles 8 de marzo de 2017
Son conocidos y públicos los beneficios que tiene esta institución por sobre el resto de la población: Tienen un sistema especial de atención de salud para ellos y sus familias, no adhieren a las AFP’s, ya que DIPRECA es su propio sistema de previsión y jubilación, cuentan con planes para la adquisición de su vivienda, tienen pasajes gratuitos en el transporte público y cada año se les garantiza el descanso vacacional en centros de veraneo exclusivos.
Sin embargo, no es un dilema que posean estos derechos, el problema es que lo hacen por sobre el resto de la gente que no los posee. Y cuando trabajadores y estudiantes salen a las calles para exigir cuestiones mínimas, en torno a la salud, previsión o educación se encuentran con palos y lacrimógenas que provienen de quienes ya tienen todo aquello garantizado. Ahí reside el conflicto: En la desigualdad.
No obstante, no hay que profundizar mucho en el tema para darse cuenta que la desigualdad no es tan sólo en cuanto a derechos, sino que todo lo envuelve, convirtiendo a carabineros en seres prácticamente intocables ante la misma justicia que dicen defender. Cabe destacar que a la hora de cometer un delito, son juzgados a través de la justicia militar que suaviza las penas o los deja impunes a la hora de caer en un delito o cometer un crimen.
Lo anterior, está avalado por la misma constitución. Pero no conforme con ello, carabineros tiene sus propios beneficios de facto, que los priva de los deberes más elementales, tales como respetar las leyes de tránsito.
A continuación podemos escuchar un audio, donde a un hombre se le pasó un parte por trasladar en los asientos traseros de su vehículo a personas que no tenían puesto el cinturón de seguridad. Al momento de entregar la boleta, el hombre advierte al funcionario de tener un primo en el GOPE y de inmediato cambia la actitud del carabinero, quien convierte su hostilidad en un tono mucho más amable, declarando al conductor que si le hubiese dicho antes de hacer la boleta el parte no hubiese sido cursado, pero que él no es adivino. Posteriormente le da consejos para que lo diga con anticipación en una próxima ocasión. Finalmente, el hombre al llegar al juzgado policial a cancelar, se le cobra la mitad.
Esto no es un caso aislado, pues ya son reiteradas las denuncias contra los policías que no respetan las leyes del tránsito, como veremos en las siguientes imágenes y vídeos que circulan por las redes:
