En San Fernando como en otros tantos distritos, nuevamente hay un ataque a la educación pública por parte del Gobierno de Vidal queriendo cerrar los bachilleratos a la que concurren cientos de jóvenes y adultos que quieren terminar sus estudios
Lunes 19 de marzo de 2018 09:44
Carlos tiene 19 años trabaja y vive en Infico, partido de San Fernando. Él quería independizarse, tener lo suyo y sumar unos pesos a la casa. Fue así que empezó a trabajar en una carpintería del barrio, en negro, como la mayoría de los trabajos que hay para los jóvenes.
Contra viento y marea tomó la gran decisión de cursar primer año de secundaria en la Media n°1 de Infico, un enorme paso para concretar sus estudios. Pero lamentablemente al bachiller para adultos donde él iba a cursar este año lo cerraron.
En la asamblea de docentes, alumnos y de la comunidad educativa en el ISFD 117 en San Fernando tuvo una breve intervención, pero muy emotiva. Hablamos con él para conocer en profundidad su situación y la de sus compañeros: “Quiero retomar la escuela, pero es un golpe muy fuerte en el cuerpo que se cierren los bachilleratos. Me lastima y me preocupa. Yo no hablo solo por mí, hablo por toda la gente que son trabajadores, jóvenes y que por distintos motivos tuvieron que abandonar sus estudios para dar de comer a sus hijos. Los profesores pierden sus puestos de trabajo, porque ellos enseñan. Y agradezco a mis profesores que me enseñaron valores como el respeto y la amistad. La educación que he tenido es gracias a ellos. Pero ahora no puedo seguir estudiando porque nos cierran las aulas y eso, a nosotros, nos funde.
Quiero decirle a la gente que nos escuche, que tomen conciencia porque esto es para todos, que nos apoyen. Hay algunos trabajos que son en blanco, pero si no tenés estudios no te toman, y ahora nos están prohibiendo estudiar. No sé cuál va a ser nuestro futuro".
Carlos se movilizó con la asamblea que organizaron sus docentes por el no cierre de los bachilleratos y ahí mismo nos enteramos de que finalmente las dos escuelas Arroyo Caracoles del Delta, gracias a la lucha con movilizaciones, festivales y asambleas de docentes de isla y continente y padres, logramos que no se cierren. Esta semana, finalmente, empezaron las clases.
Tomando el ejemplo de lucha contra semejante ataque a la educación pública, con la amenaza de cerrar ocho escuelas en las islas, nos afrentamos nuevamente a este ataque del cierre de los bachilleratos en toda la provincia de Buenos Aires.
En esta nueva asamblea, con más fuerzas, los trabajadores de la educación y
los estudiantes votaron distintas actividades para manifestarse contra estos ataques del Gobierno a la educación pública y a la comunidad. También estuvo la propuesta de Carlos que fue hacia todos los docentes allí presentes: "Hablen con sus alumnos, cuénteles que están cerrando escuelas, reflexionen sobre lo que está pasando e invítenlos a ellos y a sus padres a participar de estas asambleas y todas las cosas que tendremos que hacer para que no cierren los bachilleratos".
La situación de Carlos es como la de muchos jóvenes de su edad que no pudieron finalizar sus estudios porque necesitan trabajo para sobrevivir y salir adelante cueste lo que cueste, aunque esos trabajos sean en pésimas condiciones, con sueldos miserables y de largas jornadas de trabajo.
Pero para Carlos y sus compañeros todavía queda seguir peleándola junto a esos profesores para que no les cierren los bachilleratos y sea más cercana la idea de poder conseguir un trabajo en blanco, con obra social y que les permita no solo terminar el secundario sino también, estudiar alguna carrera terciaria o universitaria.
