HUELGA COSMOPLAS. Sí sirve luchar: Sindicato N°1 Cosmoplas depone huelga tras conquistar parte importante de su pliego

Fotografías: Javiera Márquez

Tuvieron que pasar veintidós días de huelga legal para que la gerencia de la empresa Cosmoplas (dedicada a la venta de insumos para la minería, ferretería y agroindustria) cediera parcialmente el petitorio levantado por el Sindicato N°1. Los puntos más básicos del petitorio, como bonos de escolaridad o de vacaciones, fueron negados por parte de la empresa durante las primeras mediaciones. Es decir, se les ofreció a las y los trabajadores el equivalente a nada. Por lo mismo, ante las iniciales negativas, las y los trabajadores votaron hacer efectiva una huelga legal en las sucursales de Puerto Montt, Noviciado y la casa matriz ubicada en el parque industrial Enea, Pudahuel.

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Una vez que la huelga se hizo efectiva, el 4 de Junio, las y los trabajadores se encontraron ante el primer obstáculo: el aislamiento que significaba desarrollar una huelga en plena pandemia, en un lugar relativamente alejado de la comunidad como es el sector industrial de Enea. Para contrarrestarlo, se buscó rodear la huelga de solidaridad; ganando apoyo de organizaciones sindicales y de la juventud, así como de diversas figuras políticas. Pero no se quedaron ahí. Demostrando que la unión hace la fuerza, los huelguistas salieron a dar su apoyo a causas transversales como la campaña por Fabiola Campillai y por la libertad de los presos políticos. También hubo cruces de solidaridad entre la Fenats del hospital Barros Luco, que en ese momento se encontraba en paro, y la huelga de Cosmoplas.

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Finalmente, ayer, la huelga se depuso. La empresa tuvo que ceder en la gran mayoría del petitorio, una postura totalmente opuesta a lo que ofrecían durante los primeros días de negociación. Hay que destacar el ejemplo que significa esta movilización, realizada en pandemia y a contracorriente de las divisiones que impulsó la misma empresa (no todas las sucursales se sumaron a la huelga). Para combatir tales obstáculos, un primer paso puede unificar a las y los trabajadores de la empresa en un gran sindicato nacional.

Las y los trabajadores de Cosmoplas demostraron que para arrebatar hasta las más mínimas demandas a los capitalistas la única vía es la movilización. Pero no de manera aislada. La clase trabajadora puede y debe ponerse a la cabeza de grandes alianzas con la juventud, el movimiento de mujeres y el pueblo Mapuche. Una convención constituyente que no comprenda este importante factor, está destinada a la impotencia.