Pese a la propaganda oficial de gobiernos, sindicatos burocráticos, corporaciones mediáticas y dudosos “padres autoconvocados”, científicos y relevamientos in situ demuestran que no se garantiza lo necesario para la presencialidad segura.
Sábado 10 de abril de 2021
Foto: Tiempo Argentino
Ante la avalancha de casos a partir del lunes pasado en Rosario y Santa Fe, en medio de serias deficiencias estructurales en varias escuelas y “burbujas” aisladas por contagios, es imperioso analizar la situación epidemiológica de la zona y cuáles son las necesidades de toda la comunidad educativa para que la presencialidad no sea otro factor que lleve al colapso sanitario.
La Segunda Ola es un hecho
Según el informe de la Secretaría de Salud provincial la zona centro es la más problemática, pero la noroeste avanza de manera preocupantemente. Por su lado, el 8 de abril Rosario registró 548 casos positivos de Covid-19, la cifra más alta de contagios en casi cinco meses. Mientras que, la ciudad de Santa Fe llegó a los 111 casos.
Para dimensionar el crecimiento de contagios el 7 de marzo se registraron 125 mientras que un mes después, el 7 de abril los casos se contabilizaron por 447. El reporte del Programa para el Estudio Desigualdades Sociales en Salud dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) sostiene que la ciudad se posiciona por arriba de la media provincial y nacional en cantidad de casos confirmados.
Marcela Vera Blanch, jefa del Servicio de Infectología del Hospital Provincial plantea que están en estado de alerta porque las nuevas cepas “son más contagiosas, pueden infectar a personas que ya han tenido Covid y vacunadas, como está pasando entre el personal de salud. Estas nuevas variantes tienen la capacidad de eludir la capacidad de respuesta del sistema inmune adquirida previamente. El sistema sanitario claramente se resiente en su capacidad de respuesta cuando crecen los casos”.
¿Las escuelas son seguras para les niñes, docentes y asistentes escolares?
El gobierno nacional, los provinciales y la oposición de derecha se unifican plantear que las escuelas no son ámbitos de contagio del Covid-19. Al parecer, al cruzar las puertas de una escuela sucede algo milagroso que no han descubierto en los laboratorios de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik, etc.
Sin embargo, los docentes fallecidos en todo el país los desmienten, lamentablemente, de manera irreversible.
Los relevamientos realizados por Amsafe y ATE Rosario demuestran que en el departamento más poblado de la provincia, siete de cada diez escuelas tienen estudiantes, docentes y asistentes escolares aislados.
Relevamiento de Amsafe Rosario del 06/04/2021
✅ El 33,7% de los 193 establecimientos relevados tienen burbujas aisladas
✅ El 68,8% de las 193 escuelas tiene entre 1 y 3 alumnxs, docentes o asistentes aisladxs por contacto estrecho sin que se haya aislado la burbuja
✅ Quienes presentan síntomas son mayoritariamente:
▶️ 41% alumnxs
▶️ 67% docentes
✅ El 22,3% de las 193 escuelas relevadas tienen casos de Covid-19 positivo, mayoritariamente docentes (75%)
¿Qué opinan los científicos?
Ernesto Kofman es Doctor en Ingeniería y Vicedirector del Centro Internacional Franco-Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas (Conicet/UNR), consultado por La Izquierda Diario planteó: “Hoy estamos con un nivel muy alto de contagios y un crecimiento muy notable de los mismos, pero no hay ninguna medida de restricción seria (esto vale tanto a nivel local como a nivel nacional). Hay un discurso de auto-cuidado que implica que se cuide el que quiera y pueda (los trabajadores y trabajadoras están obligados a ir a trabajar con un transporte deplorable y con muchísimos lugares que no cumplen ninguna medida razonable de cuidado). Esto muestra una vez más que el cuidado no puede ser individual, debe ser colectivo, y es crucial que el Estado tome medidas urgentes para garantizarlo. Las medidas de restricción seguramente resulten antipáticas para muchos sectores, pero sin las mismas podemos ir a un escenario mucho peor al que vivimos el año pasado”.
Por su parte, Jorge Kohen, Director de la Carrera Especialización Medicina del Trabajo Facultad Ciencias Médicas UNR, Investigador Consejo Investigación UNR y Profesor Adjunto dedicación simple Cat. Biológica, explicó al diario La Capital sobre las últimas restricciones que no incluyen la suspensión transitoria de la presencialidad escolar: “las medidas son insuficientes para la gravedad de la situación y la velocidad del incremento de las infecciones y los casos graves de coronavirus que se están registrando".
Queremos la presencialidad, pero no a cualquier costo
El Gobierno de Alberto Fernández y el de Perotti imponen una presencialidad “sin GPS” y a como dé lugar en las escuelas a pesar de las condiciones epidemiológicas actuales. La falta de obras en las escuelas, los limitados planes de vacunación para la población y la falta de insumos de higiene y bioseguridad y de medidas de testeo, rastreo y aislamiento de casos necesarias para suprimir los contagios. Frente a este panorama, las conducciones sindicales de CTERA y sus gremios de base actúan como correa de transmisión de la política del gobierno.
Detrás del regreso a clases sin condiciones epidemiológicas y sin condiciones edilicias, de insumos, de infraestructura y transporte y sin personal suficiente, lo que se encuentra no es el afán por cuidar los derechos de los niños y niñas, sino cuidar las ganancias de las empresas. Las escuelas abiertas forman también parte de sus necesidades, porque más allá de la función educativa y formadora de la escuela (que hoy podría también cumplirse en gran medida en forma virtual con las condiciones de conectividad y dispositivos necesarios), es ante todo el lugar privilegiado donde las familias trabajadoras dejan a sus hijos durante la jornada laboral o gran parte de ella. Las empresas no pagan jardines maternales ni juegotecas, son las escuelas públicas en su mayoría las que se hacen cargo de los cuidados.
Es por esto, que la política de clases presenciales está repleta de contradicciones con cuidar la evolución de la situación epidemiológica. El principal ejemplo de esto se da en la prohibición de reuniones de más de diez personas en lugares cerrados y, sin embargo, habilitar clases para 15 personas en lugares igualmente cerrados y que implicarán a nivel nacional la circulación de 1,5 millones de docentes y varios millones de niños, adolescentes, jóvenes y sus familias.
Hoy, ante el tsunami de contagios, las clases presenciales sin condiciones tanto epidemiológicas como en lo que hace a la posibilidad de cumplimiento de los protocolos y los recursos que requieren empezando por condiciones de infraestructura, están siendo cuestionados por los trabajadores de la educación. Docentes y familias trabajadoras somos los principales interesados en que se pueda desarrollar una educación presencial, de calidad y en condiciones seguras, pero no a costa de la salud de les niñes, sus familias y el personal docente y auxiliar. Nuestras vidas importan y tenemos que defenderlas.
*Tenemos que fortalecer esa alianza para pelear por la educación de nuestros niños y la salud de toda la población organizando asambleas por escuelas con padres, docentes y personal auxiliar, conformando Comités de Salud e Higiene que evalúe cada caso particular, exija lo necesario para una presencialidad segura y si no están dadas las condiciones para ella, que se le garantice la virtualidad transitoria con los recursos necesarios.
*Licencias garantizadas para madres, padres o tutores y quienes tienen a cargo grupos de riesgo incluidos los trabajadores de la educación, si es que se vuelve, al menos por un tiempo la situación de virtualidad. Licencias para todos los trabajadores que forman parte de los grupos de riesgo.
*Plan de infraestructura con plazos concretos, bajo control de los trabajadores de la educación.
*Netbooks y conectividad gratuita para que todas las familias puedan acceder a la educación virtual en los casos en los que no haya condiciones epidemiológicas para la presencialidad y en tanto se instrumenta el plan de infraestructura.
*Un IFE de $ 40 mil y Obra Social para docentes reemplazantes.
*Basta de sobrecarga laboral y precarización. Aumento del personal docente y auxiliar. Parejas pedagógicas para la atención de cada grupo de alumnos.
*Un plan integral de transporte público seguro para toda la población.
Para poder disponer de los recursos necesarios, hay que atacar la ganancia de los especuladores empezando por el desconocimiento soberano de la deuda externa y un verdadero impuesto progresivo a las grandes fortunas.
Los sindicatos que hoy están oficiando de “Ministros sin cartera” tienen que convocar a un plan de lucha
Las conducciones gremiales, empezando por Ctera, tienen que convocar a plenarios provinciales de delegados y asambleas de afiliados y no afiliados para definir un plan de lucha para pelear junto a las familias trabajadoras. Plan que empiece por exigir la presencialidad segura, con un semáforo epidemiológico que permita establecer criterios en función de las necesidades del pueblo trabajador y no de las necesidades empresarias y un plan concreto de infraestructura bajo control de quienes todos los días sostienen la educación de millones de niños y niñas.
Amsafe Rosario convocó para la próxima semana a asambleas zonales para debatir sobre la crisis sanitaria. Como continuidad a esta medida es fundamental la convocatoria a un Encuentro provincial de toda la oposición para arrancarle a la burocracia Celeste una Asamblea Provincial para tomar medidas urgentes que defiendan la vida de docentes, asistentes, estudiantes y la comunidad.