Luego de la declaración de Evelyn Matthei de participar en la primaria de Chile Vamos, Lavín y diversos referentes del sector han presionado para que el partido que sostuvo ideológicamente a la dictadura lleve solo un candidato y que este sea el “más competitivo” para ganar el centro. Según el Chicago boy él sería la mejor opción.
Miércoles 12 de mayo de 2021
Si hay algo que molesta en partidos tan conservadores como la UDI es que alguien entre a agitar sus aguas, y al parecer esto es lo que está ocurriendo con la declaración de Evelyn Matthei de participar en las primarias de Chile Vamos.
Un escenario que hace meses venía más o menos claro con el perfil de Lavín como principal figura presidencial, la declaración de la actual alcaldesa de providencia y ex ministra de Piñera viene a tensionar la relación al interior del gremialismo.
Y es que la derecha viene en un amplio debate de cómo dar continuidad a la herencia de la dictadura luego de los posibles cambios que se abran de cara al proceso constituyente. Ahí el rol de Lavín, como un exultraderechista que participó activamente en la dictadura, hoy devenido en “socialdemocrata” pero del Opus dei sería una carta que podría ganar votos por el centro.
El mismo Lavín señalaba el día domingo que lo que se jugaba en la elección presidencial no era la continuidad o no del gobierno en una primera vuelta, sino que frente a una elección posiblemente polarizada como el sector de Chile Vamos colaboraba a no extremar aun más las cosas. En ese contexto según Lavín, Matthei sería expresión de esa polarización y por lo tanto una mala carta.
Por eso luego de este fin de semana la UDI convocará a un consejo general del partido para definir quién representará al emblemático partido de la dictadura en la primaria de Chile Vamos.
Lobos con piel de ovejas
La UDI es un partido que se construyó como un proyecto político al alero de la dictadura, Pinochet y los elementos neoliberales y conservadores del país. Su rol fue garantizar que el modelo construido por su mentor, Jaime Guzmán, se mantuviera durante el mayor tiempo posible a cualquier costo. De esta manera dicho partido se negó a cualquier cambio que sonara “progresista” desde los 90 en adelante.
Hoy, luego del estallido social, su principal preocupación ha sido defender a toda costa las libertades económicas y los derechos a la propiedad privada que tanto ha beneficiado a las grandes empresas y multinacionales que hacen negocios en el país. De popular la UDI no tiene nada.
Ahora, faltando pocos días para la elección constituyente, han volcado a sus candidatos y candidatas a poner sobre la mesa el fantasma de la ruina económica, el miedo, la inseguridad como forma de apelar a los sentimientos de indefensión o vulnerabilidad de las personas para conseguir votos.
El discurso de Lavín de apuntar al centro y evitar la polarización, no es más que un intento de hacerse pasar por oveja cuando todo su partido y la derecha en pleno, no son más que lobos que viven a costa del sufrimiento de las grandes mayorías, esas que viven con el agua hasta el cuello, con trabajos y viviendas precarias. Son estos lobos quienes se disponen a defender el Chile de los 30 años, ese que construyeron durante la dictadura para beneficiarse ellos mismos.