El número de casos sospechosos ha incrementado a 21, lo que ha causado alarma en parte de la población y el aprovechamiento de grupos xenófobos que buscan culpar a migrantes de este brote.

Francisco Sepúlveda Romero Médico y parte de la Agrupación de Trabajadores de la Salud "Abran Paso"
Viernes 31 de agosto de 2018
Este miércoles 28 de Agosto, Rosa Oyarce, Seremi de Salud de la Región Metropolitana, confirmó el aumento a 21 casos sospechosos de Cólera No Toxigénico en la capital, de los cuáles 10 de ellos han sido confirmados por el Instituto de Salud Pública.
La autoridad sanitaria dió esta información, a la vez que concurría a realizar muestreos de vegetales de consumo crudo que se distribuyen en la Feria de Lo Valledor, así como también de La Vega Central y en predios agrícolas. Esto debido a la sospecha de que una de las fuentes de contaminación sería el uso de aguas infectadas para el regadío de los alimentos.
A pesar de que la variante No Toxigénica de esta enfermedad no produce la mortalidad del Cólera Toxigénico (del cuál no se han confirmado casos), el aumento en el número de casos en tan poco tiempo ha llevado a la autoridad a hacer un llamado a reforzar las medidas higiénicas con respecto a los alimentos que se consumen.
La aparición de estos casos ha sido utilizada por grupos xenófobos para difundir teorías (a través de redes sociales) que relacionan la aparición de la enfermedad con el aumento del número de migrantes. Esto carece totalmente de fundamento científico debido a que la transmisión no se produce de persona a persona, además, no tendría relación con la tasa de migración ya que todos los años hay casos de cólera no toxigénico y por último, todos los contagiados son de nacionalidad chilena.
¿Se podría haber evitado la aparición del Cólera No Toxigénico?
Las recomendaciones que han entregado tanto el MINSAL y la Seremi de Salud indican que sí, pero el bajo aporte de recursos a la salud pública junto a la poca importancia de parte del Estado a la Medicina Preventiva concluye con la toma de decisiones sobre la marcha por parte de la autoridad, considerando un actuar de la Seremi de Salud más mediático que efectivo, como se vió durante el primer gobierno de Piñera. Además, cabe destacar que, a pesar de lo común de esta enfermedad infecciosa, el uso de aguas contaminadas en la producción de alimentos va de la mano con la tónica empresarial de priorizar la producción y ganancias por sobre la salud y la vida de las personas.