Lejos de la "Casa Propia", titulares del programa de créditos para construir viviendas que lanzó el Gobierno no pueden terminar de construir su casa. Solicitan al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat una línea complementaria ya que la inflación y los costos adicionales licuaron los montos recibidos.
Martes 31 de enero de 2023 19:14
De sueño a pesadilla. Aquellas familias trabajadoras que lograron acceder a las "264 mil soluciones habitacionales" (como llamó el Gobierno) de una línea de crédito hipotecario denominado "Casa Propia" no logran terminar la construcción de su vivienda y se ven obligados a endeudarse en forma personal a tasas asfixiantes o abandonar la obra.
No es la primera vez que esto sucede. Si bien el Programa de viviendas se presenta como "Financiación 100%", los montos otorgados nunca son suficientes para afrontar los costos, lo cual se agravó en el contexto inflacionario. Con el PROCREAR en 2014, 2016 y 2020, se han debido implementar créditos complementarios para las familias que no pudieron culminar su casa. Ahora los titulares de los créditos "Casa Propia" solicitan a Santiago Maggiotti, Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, que disponga de un tratamiento similar.
"Este pedido se fundamenta principalmente por el aumento sostenido y generalizado de los precios que padece nuestro país. En efecto, en el rubro de la construcción, si tomamos la fecha del primer sorteo del Programa (Mayo 2021) al término de UN año (Mayo 2022) el costo de construcción, materiales y mano de obra han sufrido una variación acumulada del 49.9%, 52.9% y 44.3% respectivamente, según el indicador CAC (Cámara Argentina de la Construcción)". De la misma manera, si consideramos los datos de la misma fuente desde Mayo del 2022 a la fecha, las variaciones de los índices fueron mucho más abruptos a mediados de Junio/Julio. Por lo tanto, esto hace que el monto del crédito tanto para los beneficiarios del año 2021 y del 2022 no alcance de ninguna manera", explica la carta enviada por los titulares al Ministro.
"En los mejores casos, hemos optado por vaciar nuestros ahorros (que en principio el programa Casa Propia explícitamente dice “Financiación 100% - Sin necesidad de contar con ahorros previos” ) y/o optar por préstamos personales en otras entidades financieras a tasas sumamente altas (por citar un ejemplo del Banco Nación CFT. TEA. 211.53% ). En otros casos, la obra ha quedado paralizada sin terminar quedando expuesta a hechos vandálicos, que hacen aún imposible cumplir el sueño de la casa propia" detallan los titulares del crédito.
También denuncian que el programa de créditos Casa Propia no contempla los costos y los plazos de tiempo necesarios para la ejecución de la obra, ya que al otorgar los permisos con demora, según los gobiernos provinciales, se conlleva una pérdida del poder adquisitivo. Así tampoco, no se contempla el costo del trámite de la hipoteca que deben realizar necesariamente ante el banco.
Crisis habitacional
Según el Censo Nacional de 2010, el déficit habitacional alcanza 3,5 millones de viviendas: comprende a 1,3 millones de viviendas faltantes y 2,2 millones de viviendas que no proveen a quien la habita las condiciones mínimas para mantener un nivel de vida digno. Estos números son de hace más de una década, algunas estimaciones más recientes indican que no variaron mucho hasta 2018/2019. Pero, con la crisis social y sanitaria es probable que se hayan ampliado.
De acuerdo a los datos provisionales del Censo Nacional 2022, hay 17.805.711 viviendas en el país, de las cuales 17.780.210 son viviendas particulares y 25.501 son viviendas colectivas, pero no se publicaron aún datos sobre la calidad de las viviendas ni el déficit habitacional.
Programas como el Progresar o Casa Propia si bien le permiten a algunos miles mejorar su situación, dejan intactos los grandes negocios de las empresas constructoras, la especulación inmobiliaria y las ganancias de los bancos con las altas tasas de interés. Mientras millones continúan sin poder cumplir su sueño de tener una vivienda digna.
A aquellos que pelean por poder garantizarse un techo, como las familias de Guernica, del barrio la Nueva Unión (en la Matanza) y tantos otros, el Frente de Todos les responde con represión y amenazas de desalojo.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario