El lunes se llevo a cabo en Bruselas, una reunión de emergencia de los Ministros de Finanzas de la zona euro, para buscar algún tipo de acuerdo con Grecia, que se encuentra en una situación límite. La misma finalizó sin acuerdo, pero con una nueva oferta de Grecia que cede frente a la presión de la Troika.
Martes 23 de junio de 2015
Fotografía: EFE
Los tres meses de incansables negociaciones entre el país gobernado por el partido Syriza y “sus acreedores”, nada menos que la llamada Troika conformada por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo; se acerca a un final incierto aún.
Luego de la fracasada reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro en Luxemburgo el pasado 18 de Junio, ayer sesionó una nueva cumbre de emergencia. La misma finalizó sin acuerdo final, pero con un buen recibimiento a la nueva oferta griega para destrabar la situación. A pesar de esto, los ministros advirtieron que la oferta deberá ser evaluada, proceso que llevará días, hasta poder confirmar si es aceptada, y así lograr que se evite una suspensión de pagos del país heleno.
Así lo manifestó en conferencia de prensa el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem: "Trabajaremos intensamente en los próximos días, las instituciones y el Gobierno griego para llegar a un acuerdo esta semana".
En consecuencia, los “sensibles” mercados financieros crecieron después de que altos funcionarios reconocieran por primera vez que las propuestas de reformas de Grecia eran una base "razonable" para negociar un acuerdo. La Bolsa de Atenas subió un 8 por ciento, mientras bajaba la rentabilidad de la deuda de Italia, España y Portugal, los países que probablemente se verán más afectados en caso de un "default" griego.
La (o)posición alemana
Aunque la nueva propuesta de Tsipras fue bien recibida por importantes dirigentes de la zona euro como el presidente de Francia, Francois Hollande, quien en declaraciones previas a la cumbre de Bruselas dijo al respecto: "se necesita establecer las bases para que se llegue a un trato en los próximos días".
El presidente de la Comisión Europea, Junker, también manifestó su optimismo con respecto a la nueva propuesta griega en un cálido recibimiento a Alexis Tsipras en Bruselas. Las tensiones entre ellos, aparentaban ser cosa del pasado.
Sin embargo, Alemania, el mayor aportante a los programas de rescate, previamente a la reunión de la zona euro en Bruselas, dejó en claro que ésta sólo puede ser "una cumbre consultiva", sin posibilidad de acuerdos técnicos, marcando un primer límite.
En la misma sintonía, tanto la canciller alemana, Angela Merkel como su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, declararon que un posible acuerdo podría tardar días.
Schaeuble, quien ha mantenido una dura postura frente a Grecia, agregó: "no hay nada nuevo además de tratar de crear expectativas que no están apoyadas por los contenidos". Y continuó:"sin propuestas sustanciales que puedan ser revisadas seriamente, no podemos prepararnos seriamente para una cumbre europea".
Como venimos analizando desde La Izquierda Diario, la posición “dura” de Alemania y de la Troika, tiene como objetivo dejar un mensaje claro al resto de los países de la zona euro que estén en situaciones similares: “todo intento de frenar la austeridad está condenado al fracaso”.
Tsipras cruzando la “línea roja”
El próximo vencimiento que debe afrontar el gobierno de Tsipras, es el 30 de Junio, cuando deberá desembolsar un pago por 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin un acuerdo en estos días, no podrá realizar el pago.
Para lograr el acuerdo y evitar el llamado Grexit (salida de la zona euro, como consecuencia de no poder afrontar el pago de deuda), el lunes por la mañana previo a la cumbre de Bruselas, Grecia presentó una nueva propuesta.
En la misma, Tsipras continua traspasando las “líneas rojas” de las propuestas formuladas en la campaña electoral de su partido Syriza, basada en un sentimiento anti austeridad del pueblo trabajador griego que lo llevó al gobierno. Accedió a considerar las demandas para una suba de impuestos y reforma del sistema pensiones. La oferta incluye aumentar gradualmente la edad de jubilación en Grecia a 67 años y racionalizar algunas excepciones en el sistema.
La oferta también establece la tasa principal del IVA en el 23 por ciento, reservando una tasa reducida del 13 por ciento para la energía y los alimentos básicos y una tasa excepcional del 6 por ciento para medicinas y libros.
Frente a esta situación, de comienzos de una rendición total tal vez por parte de Tsipras, hay funcionarios de la UE que se mantienen optimistas de un próximo acuerdo con Grecia. Un falso rescate que le costará al pueblo pobre y trabajador griego una nueva etapa de ajustes en la economía a cambio de mantenerse dentro de la zona euro. He aquí a donde los está conduciendo el gobierno del partido Syriza con su política de renegociación con sus verdugos. Sólo la movilización del movimiento obrero y el pueblo pobre griego y europeo, podrían revertir esta tendencia.
Fuente: Reuters
