Esta mañana, el secretario de Relaciones Exteriores informó que aún no terminan el proceso de entrevistas a posibles víctimas de procedimientos de esterilización forzada en Estados Unidos. Serían al menos seis migrantes mexicanas afectadas.
Nancy Cázares @nancynan.cazares
Martes 22 de septiembre de 2020 12:53
Este martes, durante la conferencia de prensa presidencial, Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, fue cuestionado respecto a las denuncias por esterilización forzada de migrantes en centros de detención en Estados Unidos. Al respecto, el canciller refirió que se encontraban aún en el proceso de entrevistas con las posibles víctimas de este procedimiento, que no son menos de seis.
Se trata de un tema que el mismo AMLO evitó mencionar directamente, asegurando que se trataba de un "tema de mujeres" por el cual su gobierno había iniciado una investigación y mantuvo en todo momento su discurso de no confrontación con la Casa Blanca. Sin embargo, ha sido tal el escándalo que, a pesar de que las denuncias por abusos y violaciones de DDHH en centros migratorios no son cosa nueva, en esta ocasión AMLO aseguró que, de comprobarse, procedería una denuncia del gobierno de México hacia el gobierno de Estados Unidos.
En sintonía con la línea federal, el canciller, a pesar de calificar de "inaceptable" este tipo de procedimientos en contra de migrantes y haber declarado una "alerta consular", ha sido cuidadoso en destacar que la relación entre México y Estados Unidos es "muy buena" y asegura que tanto Donald Trump como Mike Pompeo, secretario de Estado, "reconocen el buen momento de la relación bilateral".
Las violaciones a los DDHH de migrantes en centros de detención de EU no son cosa nueva, como decíamos arriba, como no es cosa nueva la subordinación del gobierno mexicano ante éstas. Derivado de la crisis migratoria, han surgido a la luz imágenes sobre las condiciones en las que el gobierno de Donald Trump mantiene a niños, escándalos por la separación de familias y, tras el estallido de la emergencia sanitaria, sobre el alto riesgo que significa para miles de migrantes el hacinamiento y las condiciones insalubres de detención.
Las mujeres, que enfrentan los peligros de la violencia sexual y, al igual que el resto, los riesgos de la violencia y las redes de trata durante su travesía, ven uno de los rostros más cruentos de estas políticas racistas y antiinmigrantes. Así, el ICE ha negado tratamiento médico a mujeres detenidas de la misma forma en que ha negado el acceso al aborto a niñas migrantes, quienes también denuncian abusos sexuales bajo custodia del organismo migratorio estadounidense.
Como decimos aquí, este tipo de procedimientos son complejos de analizar porque representan una violación invasiva, un asalto sexual perpetrado por el Estado capitalista y no por un individuo. Un Estado que empobrece, criminaliza la pobreza y además vuelve un negocio las cárceles, en una lógica "brutal, racista e inhumana". Corresponde a esas corporaciones y al Estado reparar el daño a las víctimas de la mano de la liberación inmediata de todos los migrantes detenidos y el cierre de todos los centros de detención.