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Red Internacional
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Francia. Sin sorpresas: fracasan las mociones de censura contra Macron por el "caso Benalla"

Como era de esperar, las mociones de censura presentadas por los republicanos, por un lado, y por el Partido Socialista, el Partido Comunista y la France Insoumise, por el otro lado, no fueron adoptadas por la asamblea.¿Cuál era el interés de esta operación de la oposición, en vísperas de las vacaciones de verano europeo?

Miércoles 1ro de agosto de 2018

La Asamblea Nacional francesa rechazó este martes las dos mociones de censura contra el gobierno de Emmanuel Macron por el "caso Benalla", el escándalo desatado después de que el diario "Le Monde" desvelara el pasado 18 de julio que un jefe de seguridad de Macron, Alexandre Benalla, reprimió a manifestantes haciéndose pasar por policía durante las protestas del 1° de Mayo.

Primero fue la presentada por la derecha de Los Republicanos. Así lo anunció el presidente de la Cámara, François de Rugy.

Los 143 votos a favor recibidos de la oposición conservadora, no lograron alcanzar la mayoría absoluta necesaria, establecida en 289 diputados. Entre esos 143 sufragios también figuran los de once diputados no inscritos, entre ellos el de la líder ultraderechista Marine Le Pen, que apoyó la moción.

Luego también se rechazó la segunda moción, la de France Insoumise (FI), el partido de liderado por Jean-Luc Mélénchon, del Partido Comunista (PC) y del partido socialista (PS), que lograron 74 votos. Tanto Los Republicanos, propulsor de la primera moción, como los socialistas, impulsores de la segunda, no se votaron mutuamente. Pero sí lo hicieron los diputados de FI, que no dudaron en aplaudir la intervención del presidente del grupo parlamentario de Los Republicanos, Christian Jacob.

Como era esperado, el oficialismo, gracias a su mayoría absoluta, derrotó ambas mociones, las primeras que afronta el ejecutivo en lo que de su mandato.
Pero en ambos lados del espectro político, este frente es un terreno fértil para que cada grupo intente erigirse como el mejor defensor del orden republicano, oponiéndose frontalmente al macronismo. Una forma de hacernos olvidar que la historia de la política francesa está marcada con casos de corrupción de todo tipo, para limitar la crisis política al terreno institucional. Porque la oposición parlamentaria no tiene interés en que esta crisis sacuda siquiera los cimientos mismos de un sistema del cual es ella misma una parte y de la cual cada uno busca sacar rédito político.

Pero en su conjunto, esta sesión en la Asamblea, reveló un poco más los disfraces parlamentarios, un campo en el que no hay nada que esperar. Es fuera de estas instituciones, en el terreno extraparlamentario, es decir, por los métodos de lucha de los trabajadores, por la huelga y las manifestaciones, que el equilibrio de poder se puede construir contra este sistema de corrupción, contra Macron y la violencia del Estado.