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Red Internacional
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Venezuela

CIERRE PATRONAL EN PEPSI COLA. Sindicato de Pepsi Cola denuncia cierre ilegal de plantas en Venezuela

Viernes 28 de agosto de 2015

El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Pepsi Cola, Vladimir Camargo, denunció en rueda de prensa del lunes que la patronal “al parecer por parte de Lorenzo Mendoza” estaría incurriendo en un cierre ilegal de la planta Polar Cerveza en el estado Anzoátegui, en el oriente del país. Medida que según declara, pone en riesgo 850 puestos de trabajo directos, y más de 5 mil trabajadores que trabajan para 150 contratistas ya de por sí en condiciones precarizadas.

Según amplía el dirigente sindical: “No entendemos el cierre de dicha agencia, ya que compañeros del Sindicato de Trabajadores de la Industria de las Bebidas y sus Similares del Estado Anzoátegui (Sintraibean) alegan y corroboraron que hay más de 24 tanques llenos y listos para la producción”, por lo cual su cierre incurre en la ilegalidad, además de la arbitrariedad que se ha visto en la directiva de la empresa en otras ocasiones. Del mismo modo, adujo rechazo hacia el cierre de la unidad distribuidora ubicada en Los Ruices, en Caracas, cerrada desde el miércoles pasado “suspendiendo a todos los trabajadores de la línea y mandándolos a su casa”. Como también al cierre de planta Polar ubicada en Los Cortijos (de la gran Caracas, en el estado Miranda), y los despidos en dicha fábrica.

Como decíamos en otro artículo “este inmenso centro de explotación para una gran masa laboral, se afianza en la combinación de precarización” y estrategias que apuntan a “incrementar sus beneficios a fuerza de violar derechos laborales”, solo basta agregar que en el marco de la crisis económica, roces políticos del gobierno nacional con la corporación industrial Polar, y una avanzada de diálogos entre sectores muy importantes del gobierno nacional con la empresa privada, Empresas Polar se ha venido convirtiendo en un sector de presión económica y política hacia el Gobierno, apostando por acelerar la descarga de la crisis sobre el bolsillo del pueblo trabajador.

¿Con qué rearmar una política obrera ante el cierre fraudulento?

En el artículo citado se apunta como una fortaleza para la empresa la existencia de una profunda dispersión de la masa laboral en pequeños sindicatos que “pueden contarse por decenas no ya dentro de todo el emporio sino que incluso dentro de una misma empresa, lo cual permite que muchos de ellos sean comprados por la patronal y así desconocer toda representatividad sindical no alineada con el patrón”. A esto se suma el papel servil de la burocracia sindical de varios de esos sindicatos “alineados”, pero también la dirección de aquellos sindicatos identificados con el gobierno, que en la práctica resultan no menos funcionales a la empresa.

En esta oportunidad, el propio representante de uno de estos sindicatos demostró que más allá de denuncias formales a los medios, su plan ni se aproximaba a la necesaria confraternización de los trabajadores de la Polar en un plan de lucha y movilización contra este atropello propinado por la patronal, al consignar “una serie de documentos al Ministerio del Trabajo” solicitando al titular del despacho, Jesús Martínez, “apoyar la inspección de las plantas que se encuentran clausuradas” , lo que persigue en realidad es canalizar (pasivizar) la bronca de los trabajadores a través de las instituciones del estado.

Del mismo modo, en nada contribuyó a la clase trabajadora, y en especial a los más afectados por la decisión de la empresa, las declaraciones desmoralizantes y vergonzosas del coordinador de la Comisión de Formación Política Central Bolivariana Socialista de Trabajadores de Venezuela (CBST), Rafael Chacón, al declarar “Respaldamos absolutamente la medida” del “cierre de frontera y Estado de Excepción” en los municipios fronterizos del estado Táchira decretado por el presidente Nicolás Maduro, tema que hemos desarrollado en otro artículo.

Nada útil para emprender la lucha pueden esperar los trabajadores de estas direcciones afines a la patronal de la empresa o al mismo gobierno, como no sea ser utilizados como carne de cañón para los fines particulares de la burocracia sindical tanto la ligada a la patronal como al gobierno. Es precisamente en este marco que puede perfilarse la necesidad de que los trabajadores se tracen objetivos propios como clase.

Superar el lastre de las mencionadas burocracias sindicales, implica superar la dispersión de la masa laboral desplegando la campaña más resuelta de solidaridad con los 850 trabajadores (y sus familiares) que la patronal pone en la calle, con los trabajadores pertenecientes a las 150 contratistas arriba mencionados, con los más de 5 mil trabajadores en condiciones de tercerización, etc., unificando los reclamos de los distintos sectores para coordinar un plan único de lucha y movilización. Donde la discusión de medidas para la defensa elemental del nivel de vida de los trabajadores ante la crisis y descargas patronales, incluya también el pase a nómina de todos los temporales y tercerizados, junto con una “escala móvil de las horas de trabajo, o lo que es lo mismo, la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo disponible entre todos los trabajadores sin que se vean afectados sus salarios (a la altura del costo de la canasta familiar), y demás derechos laborales.