Las confederaciones sindicales más grandes en Indonesia están realizando una huelga general de 3 días, del 6 al 8 de octubre luchando contra la pérdida de derechos laborales.
Jueves 8 de octubre de 2020
En plena pandemia global, esta importante medida de fuerza se lleva adelante reclamando descartar el proyecto de ley general que modifica condiciones de trabajo, flexibilizando el empleo y aumentando la precarización de millones de trabajadores en el asiático país.
El pasado 28 de septiembre, los dirigentes sindicales de la Confederación Sindical de Indonesia (KSPI), la Confederación de Sindicatos de Todos los Trabajadores de Indonesia (KSPSI AGN), KSPSI Yorrys y el Movimiento Nacional por el Bienestar (GEKANAS), hicieron una conferencia de prensa exigiendo al parlamento y al Gobierno echar atrás esta ley empresarial.
“5 millones de miembros sindicales de 30 provincias y 300 ciudades o distritos detendrán la producción y se unirán a la huelga nacional pacífica durante tres días. A partir del 29 de septiembre, realizaremos manifestaciones continuas en frente del parlamento y el Ministerio de Coordinación de Asuntos Económicos”.
“No tenemos intenciones de empeorar la situación de la COVID-19, pero nos vemos forzados a tomar medidas públicamente dado que el Gobierno no aceptó los reclamos de los trabajadores en el debate sobre el proyecto de la ley general”, declaró el presidente de la KSPI, Said Iqbal.
Los sindicatos denuncian que esta ley implica flexibilizar sin restricciones con respecto a la duración de los contratos y el tipo de labores en el trabajo.
Una ley que busca regresar a condiciones de esclavitud a los superexplotados trabajadores indonesios y que está siendo combatida en las calles.
Una demostración de la fuerza de los trabajadores que pueden paralizar el transporte, hospitales, escuelas, fábricas, oficinas gubernamentales, puertos, bancos y otras industrias. Si la lucha de los trabajadores se mantiene es posible enfrentar este ataque, que, en medio de la pandemia, el gobierno busca aprobar para beneficiar a los grandes empresarios, los mismos que siempre ganan en todo el mundo millones y millones de dólares.
