La bronca se extiende como reguero de pólvora, ¿qué hacemos?
Domingo 25 de noviembre de 2018 21:53
No podemos tomar más como otro de los tantos episodios de sincericidio cambiemita la antológica frase de Dujovne: nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el gobierno. Magnífico, Nicolás. La clase empresarial está exultante con el presupuesto 2019; y la actitud del superministro de Hacienda lo vuelve un merecido de una medalla de oro al cinismo.
Y hablando de galardones qué queda para la desopilante Patricia Bullrich llamando al abandono de Capital (sino fuera real, sería la mejor trama para un sketch de Capusotto) ante la amenaza de anarquistas, terroristas islámicos y mapuches. El emporio de los lugares comunes para lo más recalcitrante de la clase dominante.
Màs de 3000 millones de dólares se han gastado para que una runfla de asesinos, xenófobos y misóginos puedan venir a hacer gala de los métodos que usarán para el saqueo de las mayorías populares, no sólo de nuestro país sino en el mundo; acompañados por las fuerzas de seguridad de todo el planeta y un operativo de seguridad inédito en el G20.
Mientras esa enorme farsa es montada ante los ojos de millones, se perpetuó la peor masacre en comisarías con ocho muertos por incendio en Esteban Echeverría. La inflación podría llegar a ser la más alta desde los años 90; y los desembolsos a realizar producto del pacto con el FMI llevarán probablemente a un default en el año 2020.
Ante un escenario así… ¿Cómo no ser antimacrista?
Todos los caminos no conducen a Roma
Si nos pusiéramos a enumerar todo lo que compone el heterogéneo espacio opositor al gobierno de Macri, probablemente esta nota no terminaría nunca: kirchneristas, peronistas, peronismo federal, los papales (aliados al Papa Francisco), intelectuales, izquierda, radicales, ex macristas, etc. Pero sí es necesario señalar algunas cuestiones centrales para “separar la paja del trigo”.
Desde que se firmó el pacto con Lagarde, independientemente de lo que pase de acá a un par de años con las elecciones, el país va a estar gobernado por el FMI. No importa que hasta el macrista más consciente haya sido engañado a este respecto cuando Macri señalaba en su campaña que jamás recurriría al Fondo (como pasó con otras tantas leyes). Incluso muchos que votaron al peronismo en la oposición también fueron engañados. El senador Miguel Ángel Pichetto, hoy acérrimo anticristinista (hay que ver hasta cuándo), que hace poco más de un año era el jefe de la bancada del Frente para la Victoria, votó en favor del presupuesto de ajuste.
Que haya un grupo reducido de señores ricos que decidan por millones es indignante, pero que esto sea para definir un recorte histórico a salud, educación, ciencia, obras públicas y todo lo que se pueda imaginar hipotecando el destino nuestro, de nuestras familias y amigxs, para regalarle plata a los buitres de siempre, hierve la sangre.
Párrafo aparte para todos los senadores “opositores” que votaron a favor y para la burocracia sindical peronista, pero quienes por acción o por omisión no emplearon todas sus fuerzas para combatir esta medida sabiendo todo lo que implicaba, no son más que meros cómplices. El kirchnerismo, los movimientos sociales (junto al peronismo) y todas sus infinitas variantes, organizaron una imponente movilización sólo unos días antes a la basílica de Luján de 800 mil personas, pero al presupuesto ni siquiera una décima parte. El resto de la historia es conocida.
A este punto, el destino está sellado, ya no hay medias tintas. Si el país no cae en el default en el 2019, lo hará en el 2020… O cuando los capitales financieros internacionales decidan soltarle la mano a Argentina. Y aunque le pese a Axel Kiciloff (o a Cristina que pide que nos unamos a los militantes del aborto clandestino), no habrá para millones una vida digna en el país del FMI, si no salimos a las calles a terminar con el pacto de hambre y sino dejamos de pagar la deuda externa.
Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas
El peronismo, la burocracia sindical e incluso el propio kirchnerismo son un pilar de este ajuste.
¿Qué significa sino el accionar conjunto que tuvieron en la pelea de Siam? El intendente Kirchnerista Jorge Ferraresi, la burocracia peronista de la UOM, la bonaerense con la patronal y Vidal a la cabeza, se organizan para reprimir a laburantes que quieren trabajar.
Frente a la sonrisa burlona de nuestros gobernantes y sus cómplices que se organizan puntillosamente para descargar la crisis sobre nuestras espaldas, sabemos que crece la bronca.
La bronca de las mujeres como las que protagonizaron una rebelión en el Nordelta contra sus patrones que no tienen problema en apañar narcotraficantes, pero sí lo tienen para darle un vaso de agua a las trabajadoras.
La profunda bronca de lxs jóvenes que trabajan en condiciones terribles. La bronca de saber que por día perdemos a dos trabajadorxs producto de la desidia patronal, mientras se siguen llenando los bolsillos con plata.
La bronca de lxs miles de desocupadxs que pelean por un plato de comida y un techo, pero se chocan con los perros del gobierno, la policía, que asesina militantes populares como Rodolfo Orellana.
La bronca de de estudiantes y docentes como lxs que protagonizaron una batalla enorme contra la UniCABA macrista enfrentando la represión y las campañas de los loros mediáticos amarillos.
La bronca de las mujeres que volvieron el pañuelo verde un símbolo de lucha contra la iglesia reaccionaria y los militantes “pro-vida”.
La bronca tuya, de tu familia, de tus amigxs, que saben que no llegan a fin de mes por los tarifazos y con sueldos que no alcanzan para nada, pero tienen que bancarse que Urtubey diga que el sueldo de gobernador no le alcanza, o a Constantini diciendo que antes era billonario, pero ahora “sólo” es millonario.
Nosotros queremos unir lo que ellos dividen… Imaginate si toda esa bronca golpeara junta. Si miramos lo que pasó en Brasil sabemos que la estrategia de “esperar y ver” a las elecciones sólo sirve para que se fortalezca la derecha, por eso tenemos que prepararnos.
Entonces, ¿cómo hacemos para dirigir toda esta bronca para terminar con este ajuste?
Tenemos el desafío de poner en pie un partido unificado de toda la clase trabajadora para golpear con un solo puño con lxs miles de luchadorxs que se están poniendo de pie contra el gobierno y abrir una perspectiva superadora antes que resignarnos a repartirnos un poco mejor la miseria como quiere el peronismo.
La clase dominante representa sólo al 0,8% de la población, nosotrxs somos “solamente” el resto.
¿Quién dice que es inevitable que podamos torcer el destino?
Sino hay pan para nuestrxs hijxs, que no haya paz para lxs empresarixs
¿Quién lavará estas manos fangosas que se extienden/al agua y la deshonran, enrojecen y estragan?/Nadie lavará manos que en el puñal se encienden/y en el amor se apagan.
Las laboriosas manos de los trabajadores/caerán sobre vosotras con dientes y cuchillas./Y las verán cortadas tantos explotadores/en sus mismas rodillas.
Las Manos – Miguel Hernández
Hay que convertir la bronca en una militancia consciente que se proponga revolucionar todos los sindicatos, centros y federaciones para coordinar todas estas peleas, superar a las burocracias, e incluso frente a un régimen tan antidemocrático que no nos deja elegir, imponer una asamblea constituyente para debatir los temas más urgentes. Si estamos todxs de acuerdo con la gravedad de la crisis… ¿Quién podría negarse a debatir los problemas más importantes? Vivienda, salud, deuda externa, alimentación y que allí se decida. El kirchnerismo y el peronismo se negarán, tendremos que arrancarla con la movilización popular, a la par de exigir paro general a las burocracias, en la perspectiva de una huelga general.
Desde la Juventud del PTS sabemos que de fondo, la salida a la crisis es con una perspectiva anticapitalista y que se proponga pelear por un gobierno de los trabajadores en ruptura con el capitalismo para no ser un “nuevo Grecia”, como lo fue Syriza. No hay salidas intermedias.
Con todo esto, nadie nos va a regalar nada, ni en 2019, ni nunca. Si ellos están preparando un saqueo histórico, nosotrxs tenemos que organizarnos para vencer.
¿Veremos la historia escurrirse como agua entre los dedos o la tomaremos a golpes de puños?
Somos nietxs e hijxs del Cordobazo, y nuestrxs padres, madres y abuelxs tiraron abajo planes económicos, gobiernos y hasta dictaduras.
Entendemos que el desafío de nuestra generación es mostrar que estamos a la altura de estas circunstancias que nos tocan vivir y salir a enfrentarlo poniendo en pie un gran partido unificado de toda la clase trabajadora.
Por eso militamos día a día. Sumate a dar esta pelea con nosotrxs.