El viernes 28 se llevó a cabo la señalización de la Unidad Penal N° 9 de La Plata (76 entre 9 y 11) como “sitio de memoria” donde funcionaba un Centro Clandestino de Detención y Tortura durante la última dictadura cívico-militar.
Miércoles 3 de diciembre de 2014
La cárcel dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) funcionó entre 1976 y 1983 como centro clandestino de detención de militantes políticos y donde fueron también asesinados algunos de sus familiares. Los detenidos provenían de otros centros clandestinos de detención, que al llegar a ese penal eran “blanqueados”, aunque continuaban siendo torturados. Además, varios de los detenidos fueron liberados y asesinados a la salida del penal, con el fin que quedara asentada su salida formal de esa unidad.
En octubre de 2010, el Tribunal Oral Federal 1 condenó a la pena de prisión perpetua al entonces director del penal, Abel David Dupuy quien fue encontrado responsable como autor de los delitos de tormentos en perjuicio de 57 personas, homicidio calificado, torturas seguida de muerte, y privación ilegal de la libertad agravada; al segundo jefe, Isabelino Vega; al jefe de Vigilancia y Tratamiento, Víctor Ríos; y al oficial de guardia Raúl Aníbal Rebaynera, alias El Nazi, por los crímenes cometidos allí en el marco del genocidio. Los imputados, entre ellos tres médicos, recibieron condenas de entre 10 y 25 años de cárcel.
El evento fue parte de una “Jornada de Memoria” organizada por la Dirección Provincial de Políticas Reparatorias de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense y participaron sobrevivientes, familiares de detenidos-desaparecidos, organismos de derechos humanos afines al gobierno y representantes del Área Sitios de Memoria y de la Red Federal de Sitios de Memoria. Según consta en el Archivo Nacional de la Memoria y en causas judiciales, en esta cárcel fueron asesinados y desaparecidos trece presos políticos y al menos 17 familiares de detenidos.
Campaña nacional de “re-significación”
La campaña nacional de Señalizaciones de ex Centros Clandestinos de Detención (CCD) y otros sitios vinculados con el accionar del Terrorismo de Estado es impulsada por el gobierno nacional desde la Secretaría de Derechos Humanos. Ya han sido colocados placas, carteles, pilares en un intento de “re-significación” de los distintos lugares donde se articuló el genocidio contra trabajadores y militantes durante los años ’70.
Pero hoy en día, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) es un símbolo de la impunidad y la continuidad con las prácticas represivas de la dictadura y de sistemáticas violaciones a los derechos humanos más básicos como quedó en evidencia en el informe presentado en Washington en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La intención de constituir este espacio como “sitio de memoria” contradice radicalmente las condiciones a las que son sometidas las personas privadas de su libertad allí. Según un informe del Comité contra la Tortura del año 2012, el Penal N° 9 de La Plata ocupa el tercer puesto en el ranking de las peores cárceles de la Provincia con 106 denuncias de violaciones de derechos “graves”.
Esta es una política que no solo clausura la lucha contra la impunidad que vienen impulsando organismos de derechos humanos, ex detenidos-desaparecidos, hijos, nietos, familiares y activistas hace más de 30 años, sabiendo que el 40% del personal actual del SPB asumió funciones en dictadura sino que además, oculta las sucesivas violaciones a los derechos humanos que se perpetúan hoy en las cárceles.
