Ska P arrasó en el escenario del Estadio Ruca Che de Neuquén. Diez años después de su primer recital en tierras patagónicas, volvieron para renovar su compromiso internacionalista con la gestión obrera de Zanon con un recital memorable.
Domingo 23 de febrero de 2020 14:30
Hay momentos que son emotivos, vibrantes, jornadas en donde la lucha de clases emana por los poros de la piel y nos empapan con la alegría de haber vivido un momento inolvidable. Ska P en Neuquén renovó el compromiso del arte al servicio de las luchas y nos refrescó ese profundo lazo construido por los ceramistas, los artistas y la comunidad.
Desde cada rincón del país se acercaron a Neuquén cientos de jóvenes que sabían del compromiso que significaba el regreso de Ska P a la ciudad. Por conciencia de clase decía la consigna y sin lugar a dudas que lo lograron, es que cada uno de los que estuvimos presentes, salimos del recital con la alegría de saber que la lucha de Zanon es parte importante de la historia de los trabajadores de la región, del país y del mundo.
Desde Puel Kona, pasando por Korso Gómez y cerrando con la impecable presentación de Ska P, las luchas del pueblo y de la clase obrera se tomaron el cielo de Neuquén para teñir de solidaridad cada batalla que en las calles ha dejado su impronta. El pueblo, mapuche, la autoorganización, la lucha por la defensa de las gestiones obreras, la pelea contra el extractivismo minero y la hidrofractura, el reclamo de justicia por Santiago Maldonado y la pelea por el aborto legal fueron los estandartes de una noche inolvidable.
Todos y cada uno de los presentes sabemos que no fue una noche más, sabemos que en Neuquén se renovó un compromiso ineludible de una sociedad que defiende sus conquistas y pelea por sus caídos contra el silencio y la complicidad del poder.
Es que en la historia entretejida por los obreros y las obreras con la comunidad, volvió a resurgir el respeto y la admiración de una sociedad comprometida con la defensa de un baluarte de lucha, que no deja de pelear con ímpetu para escribir nuevos jalones en la historia de la lucha de clases.
En sus casi 20 años de gestión obrera, Zanon, la primer experiencia sin patrones de Neuquén, que abrió el camino a la lucha ceramista y los hitos de lucha como las obreras textiles, en donde se supo construir un compromiso forjado por acciones solidarias que se renuevan y se afianzan con cada gesto como el de los Ska P, quienes dieron todo en el escenario para ayudar al sostenimiento de estas experiencias.
Desinteresadamente fueron ellos quienes nos dieron la alegría de saber que en un gesto se arraiga una historia que forjará nuevos capítulos en la lucha de quienes día a día, en sus puestos de trabajo, dan la batalla para superar la desidia de los Gobiernos que tratan de ahogar esas experiencias. Pero además la gente les dio su apoyo nuevamente y renovó su compromiso de lucha. Bastaba ver a los miles de jóvenes que se acercaron al recital sacarse fotos con los obreros, saludarlos, abrazarlos y agradecerles que sigan peleando por la defensa de sus puestos de trabajo.
Sin dudas que en la calle se forjan las principales batallas, pero debe quedar claro también que estas instancias son las necesarias para hermanar la lucha y la comunidad. A Neuquén volvieron los recitales y los artistas solidarios con las gestiones obreras y este paso no es uno más, es más bien el comienzo de una nueva etapa en la consolidación de una gesta histórica que supo ganarse a la comunidad para defender sus conquistas.
Insistimos, seguiremos insistiendo, seguiremos agradeciendo haber sido parte de una noche inolvidable. Porque lucha y arte son baluartes de la historia del control obrero. Ska P viajó, tocó, y donó su recaudación para que las gestiones obreras sigan dando batalla. Por más gestos como estos, por más artistas solidarios, por más lucha de clases, insistimos.