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Red Internacional
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Columna. Slogans prefabricados para candidaturas hipócritas

Desde la Nueva Mayoría a Chile Vamos, han comenzado a desarrollar los distintos sloganes que pretenden ser el sello de sus candidaturas presidenciales.

E.E. Vergara Valparaíso, Chile

Lunes 4 de septiembre de 2017

La carrera electoral por la presidencia de la república avanza a toda velocidad, donde también los distintos partidos políticos, intentan instalar con todo el centro programático de un eventual gobierno.

Es así como vemos que desde la Nueva Mayoría con Alejandro Guillier y Carolina Goic, hasta el Chile Vamos de Sebastián Piñera, comienzan a levantarse los slogans con los que piensan buscar convertirse en una alternativa para los miles de chilenos y chilenas que actualmente sepultan a las viejas coaliciones en las encuestas.

Por una parte vemos al senador Guillier con su frase “el presidente de la gente” tratando de llegar al conjunto de la población, como el candidato ciudadano y progresista, cuestión al parecer bastante lejana de la realidad. En cambio la candidata DC Carolina Goic, ha preferido ubicarse desde su “Patria resiliente”, ya que inspirada –según ella- en el sistema de las abejas, apuesta a un gobierno que sepa adaptarse a las situaciones adversas. Por otra parte el ex presidente Sebastián Piñera a preferido recurrir a su clásica frase de “Arriba los corazones” adhiriéndole una frase casi sacada del libreto de Joaquín Lavín, “Vienen tiempos mejores”, buscando representar esa imagen de cambio en la situación actual de la sociedad.

Los partidos corruptos y sus consignas vacías

Lo cierto es que más allá de las grandiclocuencias, y los sloganes auspiciosos y optimistas de los candidatos, todos ellos distan de lo que prometen ser. El “presidente de la gente” como una reoxigenación del actual gobierno bacheletista que se arregla con los empresarios, una “Patria resiliente” de un partido caracterizado por ser la cabeza de la impunidad posterior a la dictadura, y “tiempos mejores” que no son sino mayor precarización para el pueblo trabajador, y mayor vulneración de los derechos sociales, en función de llenar el bolsillo de los grandes empresarios.

Sea Guillier, Goic o Piñera, todos ellos no son más que lobos vestidos de corderos, que intentando re-encantar a la población ya cansada de la leyes de corruptos hechas a medida de los poderosos, toman distancia de los clásicos conglomerados políticos, y sus candidatos.

La gran prueba de aquellos partidos añejos se expresará en las próximas elecciones del 19 de Noviembre, donde veremos que tanto eco hacen aquellas frases prefabricadas, que no pasan de ser un discurso barato y vacío.