En la conferencia mañanera de hoy se habló sobre los gastos del programa espía Pegasus, así como del pasado priista del Morena.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Viernes 16 de febrero de 2024
El presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo acompañado esta mañana por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, quien habló de un sobreprecio en la compra y renovación de los servicios del programa espía de tecnología israelí Pegasus durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña nieto.
Al respecto el funcionario dijo que el gobierno mexicano en esta administración exige que se devuelva el dinero correspondiente. Asimismo, afirmó que desde el 2018 a la fecha han presentado 540 denuncias ante Ministerio Público y que han sido presentadas otras 205 denuncias reactivas respecto a este caso y otros que forman parte de lo que llamó “la trama corrupta” de García Luna ─secretario de Seguridad Pública durante el calderonato-.
Aseguró, además, que este gobierno encabeza por primera vez la lucha contra la corrupción. Sin embargo, Pablo Gómez no cuestionó en ningún momento la lógica antidemocrática del uso del programa espía israelí, el cual sigue operando gracias a que el gobierno de la 4T aún tiene vigentes contratos con la empresa NSO Group, creadora del software.
Aunado a esto distintas investigaciones periodísticas han dado cuenta de que dicho programa continúa usándose contra activistas y defensores de derechos humanos, en la misma tesitura que en los anteriores gobiernos, a pesar de que AMLO dice que “no somos iguales”. Nada de eso fue mencionado en la conferencia.
Ahora bien, sobre el pasado expriista del Morena y la integración de priistas en el marco del proceso electoral que se viene para el próximo junio a partir de que se dio a conocer la asignación de cargos a hijos de Ignacio Mier ─expriista y actual diputado morenista-, AMLO dijo que él “opina muy poco”.
Esto se da en el contexto de distintas manifestaciones de las bases morenistas como las de Oaxaca y Sinaloa que, con genuino anhelo democrático, han cuestionado a la dirección del partido por abrir las puertas a conocidos personajes panistas y priistas regionales que se han ido incorporando con miras a obtener candidaturas para cargos de elección popular o puestos en las próximas administraciones de ganar la elección el Morena.
La posición de AMLO y de la cúpula del Morena respecto a esto es la de prácticamente asumir que estos personajes de pasado antidemocrático pasan por una “transfiguración” donde, automáticamente, por incorporarse al partido ya se “limpian” de toda tendencia antidemocrática y corrupta con la que han actuado durante décadas.
Esta situación demuestra que el Morena y sus dirigencias regionales y federal no están a la altura para cumplir los anhelos democráticos de sus propias bases, lo cual debe llevar a estas a cuestionar si no es mejor participar en la construcción de un proyecto político independiente y propio de las clases trabajadoras y de las grandes mayorías del país, de carácter socialista, que sí pueda remover de raíz todo resabio de las injusticias que imponen el capitalismo y el neoliberalismo.