Ayer al mediodía un operativo de la Policía Local impidió a los vendedores armar sus puestos sobre las veredas de calle 844, en la zona comercial de la localidad.
Jueves 2 de junio de 2016
La concurrida calle 844, donde están la mayoría de los locales comerciales de San Francisco Solano, en el partido de Quilmes, fue escenario de un fuerte operativo policial para impedir que los vendedores armen sus puestos en la vereda, como hacen habitualmente. Es el segundo en sólo cuatro días. El anterior estuvo a cargo de la Policía Bonaerense y fue en el predio del antiguo tren provincial donde funciona una parte de la feria.
No es casual que en tan poco tiempo se dieran dos operativos en la zona. Hace algo más de una semana, el martes 24, Telenoche presentó un informe que pretendía mostrar “la feria más larga de Sudamérica” presentándola como “feria violencia” por los ataques que recibió el movilero. En el material vemos a Martín Ciccioli interactuar con los puesteros, ser blanco de pedradas que volaban de algunos puestos e intentar que la policía, que estaba a escasos metros, interviniera en la situación (sin mucho éxito).
Detrás de todo este contexto hay un entramado entre la policía y los punteros que regentean todos los negocios de la feria. A su vez, cuentan con la complicidad de los gobiernos municipales de turno, como pasó el año pasado en la Salada donde Scioli e Insaurralde desalojaron 7000 puestos. Otro elemento oscuro son las condiciones sumamente precarias de trabajo en los puestos, con jornadas laborales de muchísimas horas, por muy poca plata. En momentos de crisis como la que vivimos hoy en día, con miles de despidos, muchos se ven obligados a trabajar allí ante la falta de otra opción mejor.
Existe también una línea de continuidad con la política represiva del macrismo contra los vendedores informales. Recordemos que cuando Macri todavía era jefe de gobierno porteño, inició una “cruzada” contra los manteros de la calle Florida en 2012 y luego intentó lo mismo con los puesteros de Once, en 2014.
