Luego del terrible sismo del 19, la solidaridad del pueblo mexicano no se hizo esperar para apoyar en las brigadas de rescate y el envío de víveres para los damnificados. En Pachuca el acopio de víveres fue entusiasmante.
Viernes 22 de septiembre de 2017
Ocurrido el sismo del 19 de septiembre que afectó principalmente localidades de la Ciudad de México, Puebla y Morelos, la solidaridad del pueblo mexicano no se hizo esperar para apoyar en las brigadas de rescate y el envío de víveres para los damnificados.
En Pachuca, capital de Hidalgo, se levantaron cientos de centros de acopio, demostrando los deseos de la población en ayudar poniéndose a tono con el fenómeno de solidaridad que se sigue expresando en otras latitudes del país
Los estudiantes fueron los primeros en reaccionar ante el desastre, convocando a través de las redes sociales los puntos de reunión que establecerían para que la gente pudiese acercarse a colaborar, mientras que por otro lado, los organismos estatales actuaron de manera similar que en la capital y otros estados: entorpeciendo la difusión de información y tardando en solicitar la ayuda.
Los centros de acopio organizados por la juventud fueron los que más pudieron recaudar ayuda, quienes utilizaron distintas estrategias, desde levantar mesas en donde dejar los víveres, pasear con alcancías pidiendo colaboración, tocando música o haciendo magia a cambio de aportes voluntarios y solidarios.
Debido a la espontaneidad, y a la casi nula respuesta por parte de las autoridades del Estado, el envío de víveres se está realizando de manera particular de parte de los distintos grupos que se han organizado, consiguiendo por sus propios medios y redes, el transporte para hacerlo llegar principalmente a Morelos, sin pasar por la supervisión de autoridades ni del ejército, quienes se han mantenido especialmente ausentes en esta tarea.
Lo anterior da cuenta de que los deseos de apoyar son patente de la población en general, quienes han ayudado con lo que ha estado a su disposición, pero que a la vez manifiesta la necesidad de que exista una organización sólida obrera y popular que pueda dirigir la ayuda de forma más expedita, y así mismo, la necesidad de que sean las grandes corporaciones quienes tengan la responsabilidad de donar los suministros y transporte que se necesite para que la ayuda pueda llegar con la urgencia que se requiere.