A su llegada a Nueva York para la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Presidente Sebastián Piñera reafirmó su decisión de consultar al TIAR sobre cómo abordar la crisis económica, política y social venezolana. Consulta que podría derivar en un bloqueo económico o incluso una intervención militar.
Martes 24 de septiembre de 2019
El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) es un acuerdo creado posteriormente a la Segunda Guerra Mundial y consiste básicamente en la cooperación entre los Estados firmantes (entre los que destacan Venezuela, Chile, Argentina, Brasil y Estados Unidos, entre otros) frente al ataque armado a una de las partes o la amenaza de la paz en la región.
La vigencia de este tratado ha sido relevada tras una conferencia de distintos Estados de América para la resolución del “problema venezolano”, moción apoyada por el Presidente Piñera y que fue rechazada por políticos de la ex Nueva Mayoría como el ex Canciller Heraldo Muñoz (PPD) dada la naturaleza del tratado, ya que, entre otras cosas, contiene la posibilidad de una intervención militar.
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Piñera: títere de Trump y enemigo de los pueblos
A su llegada a Nueva York para la Asamblea General de la ONU, el Presidente Piñera defendió la decisión de invocar el Órgano de Consulta del TIAR (el cual decide la aplicación o no del tratado) para poder resolver la crisis venezolana, agudizada tras el intento de Golpe de Estado llevado adelante por la oposición derechista de Juan Guaidó, autoproclamado presidente encargado, y auspiciado por el gobierno de Donald Trump.
Entonces ¿Qué medidas puede tomar el TIAR? En el artículo octavo del tratado señala claramente que se pueden tomar medidas como la ruptura total de las relaciones económicas y políticas con los países agresores, el absoluto bloqueo de sus comunicaciones e incluso la utilización de fuerzas militares.
Resalta el hecho totalmente irregular que se utilice un tratado defensivo contra un país como Venezuela que no ha invadido ni atentado contra la integridad de otro miembro, por lo cual sería, visto desde un punto de vista serio, inaplicable. Sin embargo, si hacemos caso omiso de este gigantesco detalle del cual Piñera no dice nada, queda todavía el hecho de que un presidente que dice defender “valores democráticos” no vacila en invocar un tratado que incluye la invasión armada a un pueblo hermano.
A pesar de que Sebastián Piñera declaró en Nueva York que no apoya la invasión (quién sabe hasta cuándo mantendrá esa postura), queda entonces otro problema no menor: el bloqueo económico y comunicacional de un pueblo que lleva años pasando hambre. Porque los efectos más concretos de dicho bloqueo (también llamadas “sanciones económicas”) son catastróficos: el incremento exponencial del precio de los alimentos y medicinas por la suspensión total de las importaciones, la profundización del desabastecimiento y la escasez.
Todo esto amparado por Sebastián Piñera, Bolsonaro, Macri y el resto de títeres de Trump que poco a poco muestran su verdadero rostro: la utilización oportunista del fracaso del proyecto bolivariano, el autoritarismo de Maduro y la lucha por “los DDHH, la democracia y la libertad” para fortalecer sus intereses: quedarse con todos los recursos naturales y “ordenar el patio trasero” en medio de la Guerra Comercial EEUU-China. Con ese objetivo no dudan en matar por hambre cualquier tipo de resistencia al Golpe de Estado.