La desigualdad social está creciendo, la cifra de ricachones en México y en el mundo disminuye a la par que aumentan sus fortunas, pero ¿por qué ocurre esto? Es algo que se debe reflexionar.
Lunes 9 de marzo de 2020
En México las cifras de desigualdad social son muy significativas, y no porque no exista en otros países, la diferencia entre ricos y pobres se manifiesta en todo el mundo, diferencia que marca una importante brecha entre los pocos que poseen mucho y los muchos que poseen poco.
Lo que ocurre es que, en primer lugar, nuestro país está ubicado en la zona más desigual de todo el planeta, que no la más depauperizada, sino donde las diferencias entre ricos y pobres son mayores, América Latina.
La segunda cuestión que destaca aquí es la cercanía con el imperialismo estadounidense, lo cual tiene como consecuencia el incremento de la opresión y la expoliación, pues México es pieza clave en el dominio de EE.UU. sobre la región, lo ha sido desde hace ya mucho tiempo. En ese sentido no es de extrañarse que las políticas de saqueo tengan entre muchas otras consecuencias, el incremento desmedido de la desigualdad social.
Esto lo decimos porque recientemente apareció el informe anual de la firma Knight Frank, de nombre Individuos con Patrimonio Neto Ultra Elevado (UHNWI, por sus siglas en inglés), donde se señala que el número de ultra ricos mexicanos se redujo 2% entre 2018 y 2019, mientras que el número de personas cuyas fortunas rebasan el millón de dólares creció 4%, al pasar de 303 mil a 315 mil.
Estas cifras se contrastas brutalmente en lo social: el 48% de la población vive con un ingreso inferior al de la línea de pobreza, mientras que 3 mil 790 personas pertenecen al distinguido grupo que es parte de los ultras ricos del planeta.
Se muestra así la tendencia histórica de la concentración del capital en unas pocas manos al parejo de la tendencia del capitalismo a bajar el nivel de vida de los trabajadores y aún a reducirlos a la pobreza
La lista la encabeza EE.UU., con el mayor número de ultrarricos, con 240 mil 575 personas en condición de UHNWI, seguido de China, con 61 mil 587; Alemania, 23 mil 78; Francia, 18 mil 776; Japón, 17 mil 13, y Reino Unido, con 14 mil 367. México está en el lugar 19, entre Australia y Singapur. Además el UHNWI prevé que la cifra de ultra ricos aumente un 27% y en México un 21%, si es que la desaceleración no modifica esas cifras.
Ahora, ¿qué significa que exista un puñado de magnates frente al resto de la población? ¿Qué es lo que produce que existan estos ricos? ¿Cómo es que aparecen estas cifras en un mundo que presume estar regido por la democracia?
Marx y Engels tenían razón
Carlos Marx y Federico Engels analizaron esta situación en su celebre obra El manifiesto del partido comunista, donde afirman que “la historia de las sociedades anteriores, es la historia de la lucha de clases”. [1]
Cuando habla de sociedades se refieren a la civilización, al momento en que nace la propiedad privada y con ella surgen los procesos de acumulación de la riqueza en la que un reducido número de miembros de la sociedad se apropia de la producción, enajenando el excedente generado por el trabajo de los demás.
Cuando este fenómeno se da, aparecen las clases sociales, este concepto es sintetizado por Marx de la siguiente manera:
“En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones económicas que las distingue por su modo de vivir, por sus intereses, y por su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo hostil, aquellas forman una clase”. [2]
“En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones económicas que las distingue por su modo de vivir, por sus intereses, y por su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo hostil, aquellas forman una clase”. [2]
Estos super ricos que tenemos a nivel nacional e internacional son producto de la sociedad capitalista, dividida fundamentalmente entre burgueses y proletarios,
[3] no ocupan ese lugar porque sí, sino como resultado de la apropiación de unos pocos sobre la producción de la vida social.
Hay que destacar, de acuerdo con el informe antes citado, que la mayoría de los personajes sujetos de su estudio depositan su capital de manera parasitaria, principalmente en bienes inmobiliarios y en acciones, de forma que incrementan la especulación. Es decir obtienen riqueza sin realmente aportar al ciclo productivo del sistema capitalista.
Además, aquí interviene también el tema de la propiedad, ya que estos ricos no sólo amasaron las fortunas que poseen, sino también heredaron buena parte de ellas. Al grado de que Estas fortunas heredadas producen una clase de rentistas que dominan la política con todo tipo de consecuencias negativas. [4]
Como lo marca el informe, quienes son magnates millenials recibirán una transferencia de aproximadamente 24 billones de dólares de mano de sus padres. Lo cual resulta una burla para un mundo donde el discurso de la meritocracia es hegemónico, pues quienes, son casi propietarios del mundo, no aportaron excedente alguno, sino que enajenan a aquellos que trabajan todos los días, quienes no tienen ningún mundo para ellos.
Tan sólo habría que voltear a ver empresas como Grupo México, minera propiedad de Germán Larrea, que obtiene millonarias ganancias aun a costa de la vida de miles de trabajadores que laboran en las minas, o el caso de Telmex, empresa del Estado privatizada a precio ultrarreducido, cuyo accionista mayoritario es Carlos Slim. Esta empresa obtiene grandes utilidades a costa de la precarización de una gran multitud de trabajadores, quienes laboran en alguna de sus filiales o directamente ahí, ellos producen la riqueza, pero no pueden acceder a ella.
Dicha situación es irremediable dentro del capitalismo,
un sistema que tiende a concentrar la riqueza en detrimento de millones no puede tener otros resultados más que estos, sólo un gobierno de los trabajadores que planifique la economía podría dar fin a esta situación, que si la observamos fríamente es irracional.
un sistema que tiende a concentrar la riqueza en detrimento de millones no puede tener otros resultados más que estos, sólo un gobierno de los trabajadores que planifique la economía podría dar fin a esta situación, que si la observamos fríamente es irracional.
En efecto, aunque Marx y Engels planteaban que "La clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines" y, como dice Trotsky, "Marx, luego contrapuso el estado del tipo de la Comuna al estado capitalista. Este "tipo" más tarde asumió la forma mucho más gráfica de soviets. No puede haber un programa revolucionario hoy, sin soviets y sin control obrero." [5]
Todo ello implica crear un Estado de nuevo tipo, que dirija de manera democrática la gestión de esa propiedad, ya que los medios de producción en manos de los capitalistas no hacen más que producir ganancia privada en provecho de unos cuantos.
En cuanto a los Individuos con Patrimonio Neto Ultra Elevado, Marx y Engels ya planteaban dentro del decálogo de medidas transicionales de su Manifiesto como enfrentar esta lacra del sistema capitalista:
- Expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos.
- Fuerte impuesto progresivo. -*Abolición del derecho de herencia y,
- -*Confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes (en referencia a lo que se conoce también como "capital golondrino").
Estos serían los primeros pasos para empezar por cambiar las relaciones de propiedad en favor de las mayorías, lo que llevará a expropiar la gran propiedad burguesa, es decir las fábricas, las minas, las grandes concentraciones de tierra, las industrias de telecomunicaciones, que son las que permitirán acabar con la existencia de estos ricachones. Poniéndolos a trabajar, como cualquier "hijo de vecino".
[1] Marx, Carlos, Federico Engels, El manifiesto del partido comunista, Ediciones El Caballito, 2010, p.69-70
[2] Marx, Carlos, El 18 brumario de Luis Bonaparte, en Marx, Carlos y Federico Engels, Obras escogidas, Moscú, Progreso, Tomo I, 1955, p.314
[3] aunque, como explica Trotsky en A 90 años del Manifiesto Comunista(en octubre de 1937) "Concurrentemente, el desarrollo del capitalismo ha acelerado en extremo el surgimiento de legiones de técnicos, administradores, empleados de comercio, en resumen, la llamada "nueva clase media". En consecuencia, las clases intermedias, a las que se refiere el Manifiesto en forma tan categórica son, aún en un país tan altamente industrializado como Alemania, alrededor de la mitad de la población. Sin embargo, la preservación artificial de la antigua capa pequeño burguesa de ninguna manera mitiga las contradicciones sociales, sino que, por el contrario, las inviste de una especial malignidad, y junto con un ejército permanente de desocupados, constituye la expresión más malévola de la decadencia del capitalismo.
[4] Denominado como el "capitalismo patrimonial", significa que la élite económica en su mayoría logra su fortuna a través de la herencia en lugar del emprendimiento o la innovación. Cuando los rendimientos del capital (r) exceden la tasa de crecimiento real (g), los ricos se vuelven más ricos de lo que tienden a gastar su dinero, y más rápido de lo que se pueden crear nuevas fortunas.
[5] en "A 90 años del Manifiesto Comunista"