El lunes 27 el consejo de rectores de Chile en un breve comunicado se refirió a la situación internacional en la franja de Gaza e hizo un tímido llamado a defender los DD.HH. Todo esto mientras la rectora de la Universidad de Chile responde a la ofensiva en las movilizaciones en su plantel, se niegan a romper convenios con universidades israelíes y se muestran intransigentes con los estudiantes.
Miércoles 29 de mayo de 2024
Una declaración para la galería
En su comunicado el CUECH manifiestan su opinión por el cese al fuego en la franja de Gaza y “la necesidad de establecer una agenda internacional en pro de una paz duradera, basada en el respeto irrestricto a los derechos humanos y al derecho internacional”.
Se abren a brindar “solidaridad con las victimas” del genocidio, renglon seguido citan a la corte penal internacional que ha acusado a lideres de Hamas y del gobierno de israel de crimenes de guerra y delitos de lesa humanidad.
Nos hablan del rol de la universidades estatales en “una historia de defensa inclaudicable de la libertad, la democracia y los derechos humanos, y frente a estas aberraciones debemos ofrecer nuestra mesa pra el dialogo y el entendimiento”
Frases para la galería mientras la rectora Rosa Deves de la Universidad de Chile muestra toda su intransigencia y declara que la universidad no va a romper sus convenios con las universidades israelíes y peor, dice que cortar relaciones con universidades es acallar “voces disidentes” ¿Voces disidentes? Una declaracion increible y abiertamente complice con la documentada relacion que tienen las universidades israelies con el genocidio en palestino o lo que academicos de diversas partes del mundo han llamado abiertamente “escolasticidio” contra el pueblo palaestino.
Mientras el CUECH hace un llamado a la paz mundial, cabe recordar que sus planteles mantienen convenios hace más de una década con universidades israelíes. Que cumplen un papel académico ¡Académico y colonialista! Que hoy pasa a ser complice de un genocidio. Como retrata la académica israelí Maya Wind en su libro “Torres de marfil y acero: cómo las universidades israelíes niegan la libertad palestina ” nos cuenta como la Universidad Hebrea de Jerusalén ha contribuido logísticamente con el ejército durante el genocidio en Gaza; en su campus, parcialmente construido sobre sobre terreno ilegalmente ocupado por el Estado de Israel, se emplaza una base militar donde se entrenan miembros del ejército israelí. La Universidad de Tel Aviv tiene centros que dirige conjuntamente con la industria militar y de armamento del Estado de Israel; aloja el Institute for National Security Studies, desde donde se desarrolló la doctrina Dahiya -también conocida como «fuerza desproporcionada»-, doctrina militar del ejército genocida que promueve la destrucción de infraestructura nacional y llama a infligir intenso sufrimiento en la población civil; además, invierte en la empresa que desarrolla los enjambres de drones con los que se bombardea a la población civil en Gaza. Finalmente, la Universidad de Ben Gurion aloja el Homeland Security Institute, a través del cual sostiene una relación institucional con la industria que produce armamento para el ejército genocida y con el Ministerio de Defensa de Israel. El ejército de Israel está construyendo un campus tecnológico junto a esa Universidad, para afianzar los lazos con ella e incrementar las capacidades operativas de las fuerzas armadas genocidas.
Las declaraciones de Rosa Deves las realiza mientras desconoce y boicotea cotidianamente la movilización de los estudiantes de la Universidad de Chile. Es prueba del autoritarismo universitario presente en todos los planteles educativos del país, sobre los que montan los llamados a la paz del CUECH, manteniendo los convenios.
No queremos ser complices del genocidio ¡Ruptura de los convenios ya! ¡Abajo la universidad de pinochet!
Los estudiantes de la universidad de chile con el acampe de la casa central pusieron nuevamente en la luz publica la crisis de la universidad en chile, “no queremos ser complices de un genocidio” es lo que muchos estudiantes decian exigiendo la ruptura inmediata de todos los convenios con las universidades israelies.
Los rectores de chile muchos ligados a los partidos de la ex concertación, el PS, la democracia cristiana, el PPD, entre otros, son defensores de la universidad herencia del pinochetismo. Una universidad que hoy tiene el peso de estar mirando el genocidio mas grande perpetrado en el siglo XXI producto de decadas de colonialismo imperialista.
Terminar con la universidad neoliberal sigue siendo una urgencia, desde su financiamiento, que es privado, hasta su contenido social que durante los años de la ex concertación se volvió el semillero de políticas que legitiman el saqueo neoliberal y que fue cuestionado por el movimiento estudiantil surgido desde el 2006-2011 contra “la educación de Pinochet” seguido de un ciclo de huelgas obreras que repusieron los cuestionamientos al chile neoliberal.
Es urgente fortalecer un movimiento estudiantil anti imperialista, que enfrente el autoritarismo y logre romper estos convenios, como ya sucedió en la facultad de humanidades de la universidad de chile o como tras intensas movilizaciones sucedió en 76 Universidades de España que rompieron relaciones con Israel.
Buscando recomponer, con los métodos de democracia directa, la fuerza que ha caracterizado al movimiento estudiantil chileno. En la perspectiva de desarrollar un amplio movimiento juvenil contra el imperialismo, que busque aliarse con la clase trabajadora y retome las mejores tradiciones de los estudiantes en el chile de los 70 que se organizaron contra la misión Klein and Sacks que le daba chipe libre a EE.UU y que buscaron aliarse con la clase trabajadora peleando por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre, como parte de una lucha contra el capitalismo.
Alejandra Valderrama
Redacción La Izquierda Diario Chile. Valparaíso, Chile