Daniel es padre de 3 hijos. Tiene 39 años, vive en El Palomar, distrito de Morón. Hace dos años es remisero y uno que ejerce como profesor de química en una escuela pública de Morón. Ser remisero es no tener obra social ni un sueldo seguro. Es trabajar 12, 13 o 14 horas todos los días. "Te das cuenta de que no das más cuando querés poner primera y salís marcha atrás o te dormís en los semáforos". Dice que no va más, pero que la salida tampoco está en el peronismo que se unen con los celestes.
Sábado 6 de abril de 2019 10:47
Daniel nos invita a comer. Es martes y es feriado. Daniel pica cebolla en medio del oeste. Habla con sus hijos, que tienen 7, 9 y 11. Mientras cocina, nos cuenta de que tenía un laburo en un laboratorio. Pero viajaba dos horas de ida y dos horas de vuelta. A veces le pedían extras. Sacá la cuenta, nos dice. Me cansé. Conseguí por acá cerca. Un día ganó Macri (habíamos entrado varios pero estabamos tercerizados) y vino el jefe y nos dijo que iba a recortar el personal, que se iba a quedar con lo justo. Creo que quedaron 10. Los primeros que volamos fuimos los contratados. No sabía que hacer. Pero laburo desde los trece, me animaba a todo. Más con 3 pibes. Deci que tenía algo guardado de la otra fábrica cuando me fui. Ahí decidí comprarme el auto. También aprendí que es ser remisero.
- ¿Cómo es un día de tu vida y la de tu familia?
Mi vida es bastante agitada. Como laburo principal trabajo para una remisería, manejo un auto, tengo la posibilidad de tener un auto. El trabajo de remis es un trabajo bastante esclavo. En todas las remisorias pasa lo mismo. Son turnos de 12 horas, que nunca son 12 horas, son siempre 14. He llegado a trabajar 23 horas de corrido manejando.
Básicamente es un trabajo en donde te explotan hasta que te moris de sueño. Llega un punto en el que uno mismo tiene bajar del auto porque se da cuenta de que en vez de salir para adelante, salís en reversa o que te quedas dormido en un semáforo y expones tu vida y la vida de las personas que llevas. Ahí te das cuenta y decís: no basta, me tengo que bajar, te pones firme y decís no hago mas viajes, tengo que ir a dormir. Si es por la patronal, por los dueños de agencia, tenes que estar trabajando veinticuatro horas. No importa si dormís, si te matas o si chocas, no les importa nada. Entonces bueno es un trabajo donde estamos en negro, no tenes obra social, no tenes jubilación, no tenes vacaciones, no tenes nada. Tenes que trabajar por el día, por el mango. Todos los días igual.
Un día me puse firme y dije basta. Tengo que hacer algo para salir de acá. Me gusta estudiar así que comencé a estudiar en un profesorado. Tengo suerte, hoy en día puedo trabajar también como profesor en una secundaria. Soy profesor de física y química. Empecé el año pasado y con la ilusión de poder dejar la vida que llevab, de poder tener una vida un poquito más digna, de poder pasar tiempo con mis hijos, de poder tener tiempo para mi, de poder ir al gimnasio, salir a la plaza a correr, a caminar. Eso no tenemos los remiseros, trabajamos muchas horas. Entonces no tenes tiempo para vos mismo, esto es trabajar, trabajar y trabajar y el tiempo que tenes libre te alcanza para dormir seis horas y salir otra vez a la calle.
Mi esperanza era empezar a trabajar de otra cosa. Cuando empecé a avanzar en la carrera. Me di cuenta de que era una vocación y que está buenísimo ser docente. Me gustó mucho y eso alimento más mis ganas. El año pasado empecé a trabajar como docente, pude tomar varios cargos en varias escuelas. El problema se dió cuando a fin de mes quise ir a cobrar y no estaba la plata. Estuve seis meses sin cobrar y por eso no pude dejar de trabajar de remisero pero obviamente tenía que trabajar mucho menos horas con el auto y entraba mucha menos plata. Llego un punto en el que me tuve que resignar a tomar horas. No podía tomar horas como docente porque necesitaba traer el dinero a casa y entonces decidí no tomar más horas como docente y a seguir como remisero. Obviamente para los que empezamos en la docencia no alcanza el sueldo de docente, sí o sí tenes que tener otro trabajo, más aún si tenes que mantener una familia. Soy sostén de hogar y bueno como ya dije tengo tres chicos chiquitos, una casa que mantener y la verdad que el sueldo docente no alcanza.
Así que paso mis días entre algunos cursos que tengo y el trabajo en la remiseria. Me levantó a la mañana para preparar a los enanos, los dejo en el colegio y me voy a trabajar con el remis un par de horas y cuando me toca ir a dar clases, me voy a dar clases. Vuelvo y sigo trabajando con el remis. El almuerzo muchas veces lo hago a las cuatro de la tarde o simplemente son unos mates. Pero tengo la esperanza de poder dedicarme a lo que a mí me gusta, la docencia.
El ejemplo de Daniel no es un caso aislado. En Argentina hay cerca de 4,7 millones de trabajadores no registrados, el 36 %. Además, la pobreza creció al 32 % y la canasta básica supera los $27.000.
- ¿Qué opinás de las políticas que lleva adelante el gobierno de cambiemos y qué cambio en tu vida en estos últimos años?
Básicamente creo que nos están llevando, no están arreando como ganado hacia el precipicio. Me parece que las políticas tienen un rumbo fijo. Quizás no todos lo ven claramente eso. Veo que tengo la posibilidad de tener una visión un poco más crítica de la realidad. Me doy cuenta y convivo con personas que si bien se quejan de la situación en la que estamos, muchas veces convalidan las políticas que está tomando este gobierno. Quizás encuentro el por qué en la influencia que producen los medios de comunicación y en que los trabajadores que no tienen el tiempo para estar poniéndose a reflexionar críticamente sobre su propia vida. A mi mismo me pasa que en la vorágine del día a día, en tener que salir a ganar el mango no tenemos tiempo para reflexionar sobre nuestro futuro, sobre el futuro de nuestros hijos, sobre qué país queremos para nosotros y tenemos que salir día a día a tratar de parar la olla. Me parece que hacia ese lugar nos está llevando este tipo de politica. Los planes de ajuste son para beneficiar a los empresarios pero también para crear una ideología. Sembrar la semilla de la resignación, de aceptar que tenemos esta vida. Que la vida que nos merecemos es esta solamente. La de vivir como explotados. Por este camino vamos a la deriva, vamos a que cada día estemos peor, a que nuestros hijos tengan que vivir situaciones de explotación y me parece que a eso apuntan las políticas. Creo que hace unos años era distinto, nos pasa que todos nos damos cuenta que hace unos años vivíamos un poco mejor sin embargo yo lo veo de una manera más crítica.
Me parece que justamente, sentíamos que estábamos un poco mejor pero que no fueron cambios reales, que fueron solamente distracciones, que fueron solamente placebos, que no fue la cura a la realidad de los trabajadores. No se sacó al trabajador de la pobreza realmente sino que lo mantuvo un poco sobreviviendo y no se hicieron los cambios que realmente se necesitaban. Fue el camino que preparo lo que está pasando en día, creo que las políticas de este gobierno tuvieron justamente su punto de partida en las cosas que no se hicieron cuando tenían la posibilidad de cambiar. Creo que años anteriores de la situación mundial y de nuestro país tenía viento a favor y que no se supo aprovechar. Al contrario, se preparo un escenario para esto que está pasando. Entonces, me parece que si bien estábamos mejor, solamente nos estaba preparando para lo que estamos viviendo ahora y creo que lo de ahora nos está preparando para algo mucho peor.
- ¿Cuál sería la solución para los trabajadores y el pueblo pobre?
Creo que la salida viene por el lado de que habría que romper con todo el plan de ajuste que viene dado por este gobierno y el FMI. Apoyado por los sectores de la burocracia sindical, los sectores de la política que apuntan hacia los mismos objetivos siempre, la explotación del trabajador. Con diferentes banderas políticas pero todos apuntan hacia lo mismo. Me parece que el frente de izquierda se está planteando una alternativa superadora, romper con el acuerdo del fmi y buscar una salida desde los trabajadores. Creo que ese sería el camino, que de otra manera vamos a seguir repitiendo lo mismo, repitiendo la misma historia. Que si queremos una salida de fondo, hay que tomar una medida de fondo.
Cada vez más trabajadores como Daniel sufren los padecimientos de este ajuste, los cuales se tornan insostenibles. La desesperación ante el duro presente y el futuro incierto, hace que cambie la paciencia por la bronca, y así por miles. Hace que tome en sus manos el presente para ganar el futuro. Daniel nos dice que hay que derrotar a Macri, el FMI y los gobernadores, dice que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores. Desde el PTS en el Frente de Izquierda estamos codo a codo en la pelea por un gobierno de lxs trabajadores para darlo vuelta todo.