La ganadora del “mejor film del año” tiene mucho que decir sobre los poderes ocultos tras el ejercicio del periodismo. Desde desenmascarar una red de pedófilos resguardados por la iglesia católica hasta desentrañar los más oscuros negocios de empresarios y políticos corruptos.

Sebastián Castro Director Colegio de Periodistas Antofagasta
Miércoles 2 de marzo de 2016
Spotlight TRAILER (HD) Michael Keaton, Mark Ruffalo Thriller Movie 2015 - YouTube
El cineasta estadounidense Tom McCarthy puede ir a casa tranquilo. Y es que su nominación a mejor película del año tuvo éxito. Y no solo eso, además, obtuvo el premio al mejor guion original.
Y aunque la fiebre de la 88ª edición de los Oscar pareciese estar en su auge, “Spotlight” más allá de lo bueno en su aspecto técnico como realización audiovisual, el trasfondo político y social, o así el llamado “argumento” tiene mucho más potencial.
Develar crímenes y verdades. Conjugados los dos en uno, bajo pluma y papel, tiene un sabor distinto. Y es que la esencia de “Spotlight” expresa la capacidad de un periodismo que puede romper las barreras de protección de diversas corrupciones en las que pueden estar inmiscuidos “personajes ilustres” de la sociedad capitalista.
Incluso sobrepasando la “cuarta pared”, “Spotlight” vino a poner sobre la mesa una verdad incomoda y real; demostró cómo – a través de una investigación del “The Boston Globe”- una red de pedofilia encubierta por la alta jerarquía eclesiástica funcionaba dentro de las paredes de las iglesias católicas de dicha ciudad americana desde 1984 hasta el año 2002.
Un personaje de la película enunciaba: "Un 6% acosa sexualmente. El 6% es 90 curas". Y otro responde: "Si eran 90 de estos bastardos, la gente tendría que saberlo".
A través de la investigación se supieron crudas incomodidades: desde 1960 a 1998, John Geoghan, sacerdote del condado, había violado a más de 130 niños, todos encubiertos por Bernard Law, cardenal y arzobispo de la Arquidiócesis de Boston.
Con el tiempo la pesquisa fue dando nuevos frutos: los periodistas Michael Rezendes, Sacha Pfeiffer, Matt Carroll y su editor Walter ’Robby’ Robinson comprobaron que más de un centenar de sacerdotes habían cometido el mismo delito.
Entre los detalles se encontraba además el hecho de que además de protección a los sacerdotes, habían acuerdo “por debajo” con las victimas y encubrimientos descarados como el de Geoghan quien cada vez que cometía violación era trasladado a otra parroquia y así sucesivamente.
La película conjugo muy bien la investigación, la ficción y la realidad. En pasajes de la película se pueden apreciar diálogos originales de declaraciones de algunas víctimas; "Cuando eres un niño pobre de una familia pobre y un cura te presta atención, es algo importante ¿Cómo le dices que no a Dios?" [Sic] explicaba uno de los abusados al equipo periodístico.
En sí, los periodistas interpretados, con la publicación de su trabajo, tuvieron el galardón Pulitzer el año 2003. Y lograron hacer que más de 1500 personas denunciaran abusos sexuales durante su niñez y adolescencia en este episodio.
Esto demostró el papel y el poder del periodismo, tal es el caso de películas como "Buenas noches, y buena suerte" (2005) o "Todos los hombres del presidente" (1976) que también muestran la capacidad de un equipo bien conformado y la persistencia por el destape de la verdad.
"Pensé que gracias al film podríamos enseñar el impacto del trabajo de los periodistas de investigación", afirmó McCarthy.
"Todo lo que investigaron (los reporteros del diario) es doloroso y horrible, pero fueron más allá, por lo que espero que el público entienda que su trabajo consiste en hacer las preguntas correctas, incluso las más difíciles", agregó además en su discurso de los Oscar
Pero lamentablemente no todo es gloria y denuncia.
Como por arte de magia, la justicia dio pase libre para Law. Pero no era de sorprenderse, además de los encubrimientos de la iglesia, incluso un grupo de abogados se negó e entrega información al equipo periodístico, poniendo trabas a la investigación.
Hoy se encuentra realizando trabajos administrativos en el Vaticano donde tiene un tranquilo pasar luego de su dimisión aceptaba por el Papa Juan Pablo II.
Incluso según fuentes periodísticas en Roma, Law se volvió más influyente incluso de lo que había sido en Boston, según explicó David Boeri, periodista de la radio pública estadounidense (NPR) en Boston.
Law mantuvo su puesto en el Colegio Cardenalicio y en la Congregación para los Obispos. Y así sigue su legado intocable.
El cardenal, todavía no ha dado entrevistas a ningún medio jubilándose en noviembre de 2011; todavía es "arcipreste emérito" de la Basílica y arzobispo emérito de Boston según la página de la oficina de prensa del Vaticano.

Sebastián Castro
Periodista Audiovisual