Una respuesta a raíz de las recientes declaraciones de Omar Perotti, en línea con Larreta, que definirá la vuelta a las clases presenciales y consideró que los días sábados y feriados deben recuperarse los días "perdidos".
Jueves 6 de mayo de 2021 17:36
Sr. Gobernador:
En declaraciones de esta mañana y como el mejor alumno de Larreta, usted confirmó que la semana que viene volverán las clases presenciales en los departamentos de Rosario y San Lorenzo. Esto, haciendo oídos sordos de las recomendaciones de expertos epidemiólogos que sostienen que se deben suspender al menos durante 14 días en medio de una avalancha de contagios y de muertes y con el sistema sanitario colapsado.
Pero no se conformó con semejante decisión, también dijo que había que recuperar las clases “perdidas” en los fines de semana y las vacaciones. Se ve que ni es docente ni tiene hijos en edad escolar. De ser así, sabría que las clases nunca se suspendieron, que mis compañeros y compañeras en actividad nunca dejaron de dar clases a través de la virtualidad, de atender dudas y de contener a padres y alumnos por WhatsApp excediendo muchas veces su horario de trabajo.
Como soy docente jubilada, me permito responderle en nombre de mis compañeros y le decimos que sí queremos recuperar. Queremos recuperar la dignidad de trabajar y cobrar un sueldo que les es negado a los reemplazantes, junto con la obra social y las vacunas. Queremos trabajar en la presencialidad en condiciones adecuadas, con grupos reducidos y en aulas higiénicas donde circule aire libre de covid, lo cual es imposible en medio de semejante rebrote de la pandemia. Queremos escuelas donde haya luz, agua y calefacción.
Queremos que todos nuestros alumnos estén abrigados y bien comidos en una vivienda digna porque sus padres tienen trabajo. Y queremos volver a abrazarlos, enjugarles las lágrimas, limpiarles los mocos, atarles las zapatillas y reírnos a carcajadas con ellos a cara descubierta. Pero para eso que algún día recuperaremos, debemos estar vivos, al igual que ellos, sus hermanos, sus padres y sus abuelos.
Señor Gobernador, no venga a decirnos que le importa la educación de nuestros pibes cuando ni siquiera le importa sus vidas. Y siga tomando clases de actuación e hipocresía. Eso sí, virtuales.
Maia Guiú, docente jubilada