¿Cómo influyen en la opinión pública y en lo que informan o no los medios de comunicación? ¿Cuál es su principal rol?
Martes 31 de marzo de 2015
Los Think Tanks o literalmente “depósitos de pensamientos” son instituciones o grupos de expertos que investigan, influyen y orientan respecto principalmente a políticas públicas; formados por intelectuales y profesionales que en su mayoría están relacionados con partidos políticos tradicionales y reconocidas figuras públicas tanto de la derecha, ex Concertación, actual Nueva Mayoría, como también de nuevos grupos políticos como Izquierda Autónoma, Revolución Democrática, entre otros. Su rol principalmente tiene que ver con investigar y generar propuestas en cuanto a políticas públicas y al ámbito de las ciencias sociales, con el fin de influenciar en la opinión pública (y a medios de comunicación), marcar “pautas”, orientar a partidos políticos, figuras reconocidas, etc.
En Chile comenzaron a surgir desde la década de los 80’, y en la actualidad son manejados en su mayoría por partidos políticos tradicionales, por ende, tienen una posición ideológica marcada y determinada. En cuanto a su categoría legal, los Think Tanks son instituciones privadas, casi siempre establecidas como “fundación no comercial”, y se relacionan con centros militares (como el Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército), empresas privadas, instituciones académicas, entre otras.
Los Think Tanks de los partidos políticos del régimen, nuevos grupos políticos y su influencia en la opinión pública
Durante los últimos meses se ha visto cómo el régimen político chileno ha pasado por duros golpes y cuestionamientos debido al caso Penta, su arista SQM y Caval, donde ya han caído varios políticos patronales, principalmente de la derecha, pero también de la Nueva Mayoría. Ahora, se suman los fuertes cuestionamientos debido a la negligencia por parte del Gobierno respecto a la tragedia social que sacude al norte del país y los brutales incendios forestales que afectan al sur, los cuales ni siquiera están siendo socorridos como corresponde. Los empresarios, sus abusos y especulaciones no se quedan atrás en este grupo de sectores fuertemente repudiados por la población.
En relación a esto, al Think Tanks Ciudadano Inteligente (donde confluyen figuras de la derecha, de pensamiento más liberal, entre otras) se le ha dado bastante tribuna comunicacional a lo largo del Caso Penta. Esta institución pidió públicamente la renuncia de Dávalos (la que fue apoyada por el RN José Manuel Edwards) y luego la del UDI, Iván Moreira, petición que fue difundida por varios medios de comunicación, lo que demuestra la influencia política que tiene incluso en las agendas editoriales de estos. Esta situación no es casual, ya que Ciudadano Inteligente tiene influencia en partidos de peso en el país y también en los medios informativos, ahí recae la tribuna que se le entrega.
Es decir, los Think Tanks cumplen un rol también de contención, de moderación y de descompresión en una situación de fuertes cuestionamientos hacia la casta política y sus partidos, son herramientas de estos últimos para poder hacer política en un momento de deslegitimación de la política tradicional y sus instituciones. Ciudadano Inteligente, apoyándose en los parámetros de la ley burguesa, exige que se cumpla la ley para así “respetar la democracia”, y que los políticos involucrados en casos de corrupción sean procesados por la Justicia, es decir, que se respete la institucionalidad y que todos “paguen” sus errores, sin cuestionar más profundamente al sistema político, su régimen, a la clase empresarial involucrada, como mencionamos en otras ediciones, a la “Penta Casta” que existe detrás.
¿Qué pasa con los demás partidos políticos del régimen? Estos también tienen sus Think Tanks, mediante los cuales buscan influenciar en la agenda pública, marcar pautas, hacer “noticias”, plantear su ideología y defender al régimen político en lo posible. Todo esto encubierto en el discurso del “poder ciudadano” que supuestamente entregarían estas instituciones, influenciadas directamente por los partidos tradicionales. En cuanto a la derecha dura del país, se encuentra el Think Tanks Libertad y Desarrollo, fundado en 1990 por el ex Ministro de Hacienda en la Dictadura Cívico-Militar, Hernán Büchi, centro que influye en políticas públicas, en economía y en aspectos ligados a lo fiscal y tributario.
Otro centro de pensamiento central para la derecha es la Fundación Jaime Guzmán, el que representa al gremialismo y a la derecha más conservadora del país. Este Think Tanks suele ser invitado a medios de comunicación, marca pautas en estos (especialmente en el duopolio Copesa-El Mercurio), y ejerce fuerte influencia en las políticas económicas y sociales que se impulsan. En representación al otro sector de la derecha, Renovación Nacional, se encuentra el Instituto Libertad, el que también tiene fuerte tribuna comunicacional.
Uno de los Think Tanks más antiguos en Chile es el Centro de Estudios Públicos (CEP), fundado en 1980 por el empresario Eliodoro Matte, el que ejerce gran influencia en todos los sectores políticos del régimen.
Los sectores de la ex Concertación, actual Nueva Mayoría, también buscan la manera de ejercer influencia con su ideología, contener, mostrar nuevas caras y facetas, y hacer política en momentos difíciles para el régimen y su actual Gobierno. El sector conservador de la Nueva Mayoría, la Democracia Cristiana, está respaldada mediante el Cieplan, el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea y el Centro Democracia y Comunidad.
Dentro del conglomerado también relucen Think Tanks como Chile 21 y Corporación ProyectAmérica. Figuras públicas del sector también apadrinan a centros de pensamientos como Patricio Aylwin mediante la fundación Justicia y Democracia, Democracia y Desarrollo amparado bajo el alero de Ricardo Lagos o Fundación Dialoga de la actual presidenta Bachelet.
Otros sectores reformistas burgueses, pero de tintes más “progresistas” tienen Think Tanks como la Fundación Progresa, del ex candidato presidencial y presidente del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominam o el Instituto de Política Liberal ligado al Partido Liberal de Chile. El Partido Comunista también tiene una institución llamada Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL), mientras que el diputado de la Izquierda Autónoma, Gabriel Boric es impulsor de Nodo XXI.
En un contexto de fuertes cuestionamientos al régimen político que domina, el problema no recae en que existan centros de pensamientos ligados a organizaciones políticas, sociales, culturales, sino que se intente hacer creer que estos representan la voz de las personas, el “poder de la ciudadanía” como les gusta decir.
El surgimiento de los Think Tank mencionados, su financiamiento, su tribuna en medios de comunicación (especialmente en los medios de Copesa y El Mercurio), su espacio y la voz que se les otorga, tiene directa relación con quiénes están detrás de estas instituciones: representantes del régimen político cuestionado, políticos patronales, nuevos rostros reformistas, empresarios, miembros del Gobierno. Lo que nada tiene que ver con la “voz” de miles de trabajadores, pobladores, mapuche, diversidad sexual, entre otros sectores que hoy en día la mayoría de los medios informativos no les dan espacio.