La muestra hace un recorrido a lo largo de las diferentes “conquistas” bajo los gobiernos de Nestor y Cristina Kirchner.
Luisa Romo @EloMaria17
Jueves 6 de octubre de 2016 14:49
El Centro de estudiantes de Bellas Artes (CEBA), conducido por ALBA-La Cámpora, lanzó en el día de ayer el encuentro “Hablemos de arte público” con una exposición fotográfica de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA). Las imágenes recorren desde las jornadas revolucionarias del 19 y 20 de diciembre del 2001, el corte de ruta donde Carlos Fuentealba fue asesinado, las protestas frente al asesinato de Mariano Ferreyra, y las declaraciones de Jorge Julio López previo a su última desaparición. La última foto del palco presidencial con Cristina Kirchner y Dilma Roussef desembarca en el relato de los doce años de gobierno que “no fue magia”.
La muestra pareciera surrealista ya que el relato no se condice con la realidad. El kirchnerismo construyó un discurso de inclusión y conquistas en términos de una “verdadera democracia”, pero teniendo entre sus filas a personajes como Milani y Berni, con empresarios cómplices de la dictadura que multiplicaron sus ganancias en la “década ganada”, y hasta reforzando con presupuestos millonarios a las policías que bajo la excusa de atacar la inseguridad aumentaron las cifras de gatillo fácil, redes de trata, prostitución y narcotráfico.
Mención aparte merece el caso de Julio López donde no sólo no fue prioridad buscarlo ni tampoco condenar a los principales responsables de su desaparición, sino que las propias declaraciones de Cristina (luego de años de mantener silencio sosteniendo que “en la Argentina no hay desaparecidos”), o funcionarios y afines al kirchnerismo (como Aníbal Fernández y Hebe de Bonafini manifestando que “debe estar asustado, escondido seguramente en la casa de alguna tía”), muestran a las claras una cínica posición evidenciando el verdadero rol que cumplieron en más de una década.
A poco menos de un año de asumir el Gobierno de Macri el ajuste ya se siente en la vida de millones de trabajadores y jóvenes. Por eso no puede más que indignar que quienes le hicieron más sencillo el camino para avanzar sobre los sectores populares, hoy se apropien de las banderas que desde la izquierda y organismos de derechos humanos se mantuvieron en alto por exigir un verdadero juicio y castigo y terminar con la impunidad de ayer y de hoy.
La decadencia del relato kirchnerista se hace más evidente, cuando parecen estar más preocupados por poner los espacios de organización de los estudiantes a disposición de la “vuelta de Cristina”, que por realmente enfrentar al Macrismo. En pocas semanas, un nuevo escenario político tendrá de protagonistas a los miles de estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata: las elecciones a centro de estudiantes serán la oportunidad para hacer girar la balanza entre quienes pretender profundizar ser la “alternativa” a la derecha, pero manteniendo las mismas prácticas y socios políticos; o convertirse en sujetos que den un paso al frente convencidos de que puede darse batalla para conquistar otro futuro y no conformarse con la miseria de lo posible.