En el Senado de la Nación, la canciller Susana Malcorra, defendió la idea de “desideologizar la política exterior”. Propuso un giro hacia la Alianza del Pacífico y no habló del golpe institucional en Brasil.
Jueves 5 de mayo de 2016
La titular del Palacio San Martín aseguró que: “No soy una persona inocente que cree que las ideologías no existen; pero me parece que los vínculos de inserción y proyección tienen que estar conducidos por otros ejes: los ejes del interés de la Argentina, que va más allá de las ideologías en términos prácticos. Por eso decimos que estamos abiertos a hablar con todos, a incluir todos los temas sobre la mesa, montados en un principio que es ‘montemos sobre la mesa las cosas que nos unen y no las que nos separan’”, precisó. Traducido en política práctica eso llevó a Malcorra a sostener que Argentina “se tiene que integrar al mundo” y a plantear la intervención como observadores de la Alianza del Pacífico, un acuerdo de libre comercio entre Chile, Perú, Colombia y México.
La desideologización de la política exterior que plantea la canciller de Cambiemos implica un giro hacia los acuerdos de libre comercio con los EE.UU. en detrimento de los bloques regionales como el Mercosur. Malcorra aseguró en tal sentido que: “El Mercosur necesita un vínculo de salida hacia el pacífico”.
La desideologización es una formulación que expresa una política de sometimiento mayor al imperialismo que la que representaba el kirchnerismo y el alejamiento definitivo de la Argentina con respecto a la Venezuela chavista conducida por el gobierno de Nicolás Maduro y de la Bolivia de Evo Morales, a quien, a instancias del ministro de Energía, Juan José Aranguren, se le ha dejado de comprar gas para hacerlo vía Chile pagando un 128 % más el valor del metro cúbico.
Lo más grave de la intervención de la jefa de las relaciones exteriores es que silenció todo comentario sobre el golpe institucional en Brasil, expresando la oculta pero lógica simpatía del Gobierno de Mauricio Macri con respecto al impeachment que llevó a juicio político a la presidenta Dilma Rousseff.
Recordemos que el Gobierno nacional presenta como un logro la supuesta reinserción en el mundo expresada en las visitas de los líderes imperialistas Francois Hollande, presidente de Francia y Barack Obama, de los EE.UU., así como el acuerdo con los fondos buitre encabezados por Paul Singer. Algo muy parecido a las "relaciones carnales" noventistas.