×
×
Red Internacional
lid bot

Incendios. Suspensión de vacaciones de Piñera o la hipocresía de los capitalistas

El gobierno intenta mostrar una imagen de sensibilidad y preocupación frente a los incendios ocurrido en el sur, sin embargo, nada habla de los intereses de los empresarios forestales, que suman cuantiosas fortunas por medio de la perpetuación de la deforestación, y los incendios que permiten expandir sus negocios.

Martes 5 de febrero de 2019

FOTO: Manuel Araneda/ATON Chile

Durante la tarde de este lunes, el multimillonario presidente Sebastián Piñera suspendió sus vacaciones en Caburga, según él, debido a los incendios que afectan actualmente a los bosques de la Zona Sur del país.

“Esta tarde viajaré a Temuco a presidir el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), recorrer zonas afectadas en la zona sur de nuestro país, apoyar trabajos de brigadas terresres y aéreas y ayudar a damnificados. Expreso toda mi solidaridad a las víctimas y no las dejaremos solas.” Señaló el mandatario a través de su cuenta twitter.

Así también se refirió a su viaje a Coquimbo durante la próxima semana, en lo que sería un plan de reconstrucción, debido al sismo del día 19 de Enero, que afectó de manera importante al sector. De igual manera indicó que viajaré a la Región de Arica y Parinacota, la cual se ha visto afectada por las lluvias de los últimos días.

Sin embargo ¿qué hay detrás de este “sensible” acto del magnate que interrumpe sus vacaciones?

Sin duda uno de los grandes beneficios que han conseguido obtener los empresarios de las forestales, es el exterminio paulatino de los bosques nativos a lo largo de nuestro país, donde específicamente en el Sur, la denominada ley al “fomento forestal” implementada en la dictadura de Pinochet, trajo cuantiosas ganancias para los capitalistas, quienes sumado a la creciente taza de incendios, han conseguido instalar sus negocio a través del exterminio nativo. Empresas como CMPC perteneciente a la familia Matte, y Bosques Arauco, perteneciente a la familia Angelini, son expresión de aquello, acumulando una fortuna de casi 10 mil millones de pesos entre ambas.

Por su parte, para Piñera no es nada nueva esta situación, sin embargo, bien sabe que lo que el gobierno se juega hoy en La Araucanía, no es una línea de combate a los incendios en ayuda a las personas afectadas, sino la instalación de un discurso reaccionario de criminalización a la lucha que dan actualmente los pueblos originaros, por la autodeterminación del pueblo Mapuche, y la desmilitarización de la zona. Es así como en sintonía con el discurso de los empresarios forestales de que “los incendios los provocan los terroristas”, Piñera reactiva su agenda después de unos cuantos días en Caburga, avalado por la invocación e la “Ley de Seguridad del Estado”.

Este hipócrita discurso, de sensibilidad hacia las problemáticas que afectan a cientos de familias en el sur, no es más que un voladero de luces más, en beneficio de las familias más ricas de Chile, que han construido su negocio en base a la aniquilación de la naturaleza, la deforestación y la escasez de recursos.