La suba de tarifas en los diversos servicios es uno de los debates del momento. La Izquierda Diario dialogó con trabajadores que nos cuentan sus opiniones y como repercute en sus condiciones de trabajo.
Lunes 11 de julio de 2016 17:17
Los trabajadores ven el tarifazo como un saqueo hacia el bolsillo de todos, y que los graves problemas del servicio son producto del desmanejo de la empresa que en complicidad con los gobiernos de turno, recibieron millonarios subsidios y nunca invirtieron en mejoras.
Según cuentan los trabajadores, los cortes por problemas en el suministro se vinculan con la falta de mantenimiento, inversión y control por parte de gobiernos y empresarios que sólo atienden a los posibles negociados a través de obras de infraestructura y fondos fiduciarios de dudosa implementación, que nunca se traducen en mejoras en el servicio.
De acuerdo a los últimos anuncios se seguirá utilizando un recurso no renovable tan estratégico como el gas en la generación de corriente ya que el gobierno piensa hacer nuevas centrales alimentadas con este fluido, cuando se tendría que investigar e invertir en otro tipo de fuentes energéticas como la eólica dado que el país posee óptimas condiciones para su utilización.
Pero la lógica de este sistema social tan irracional e inequitativo y las ansias de usufructo de los sectores encaramados en el manejo del Estado y las empresas que viven de la rapiña a la obra pública retroalimenta una espiral de corrupción que ahora viene a dar un mazazo sobre las sectores más desfavorecidos, los trabajadores que tendrán que elegir entre comer o pagar el gas.
Los trabajadores del gas también son víctimas de la falta de inversiones, nos comentan "... a veces faltan insumos para trabajar, materiales...etc.", cuando son interpelados por el tarifazo opinan que es excesivo, se preocupan, "...la plata se va afuera, se la roban, se paga deuda externa y hunde al país en la bicicleta financiera..." y "... el problema es que repercute en el bolsillo de los trabajadores, los mismos que siempre sacamos plata del sueldo para pagar a los que más tienen...."
Además de manifestar su posición contraria a los aumentos tarifarios que ellos sufren como el conjunto del pueblo trabajador, estos aumentos también repercuten directamente en sus condiciones de trabajo las cuales se ven afectadas, como cuando son interpelados en la vía pública por los usuarios por los problemas y costos del servicio, han llegado al extremo de ser agredidos físicamente por llevar adelante la orden empresaria de cortar el suministro por pérdidas de gas o falta de pago. Cuentan que un comerciante desesperado llego a amenazar a un trabajador con un cuchillo. Esto es una clara muestra como estas empresas buscan enfrentar trabajadores contra trabajadores.
Se han incrementado las quejas de la población, por los aumentos y por el funcionamiento de los medidores, lo que se traduce en colas interminables en las oficinas comerciales causando malestar en los usuarios y un aumento de la carga laboral sobre los trabajadores que reciben las quejas, reclamos y maltrato, llegando en casos a la violencia física por parte de usuarios.
Otro trabajador nos comenta "...Se han interpuesto recursos de amparo en la justicia.
A esto se suma la suspensión o directamente el cierre de cientos de Pymes y grandes industrias a causa del tarifazo que dejó a muchísimos compañeros en la calle, víctimas también del aumento tarifario del gas y la luz...", "...El trasfondo de la cuestión es el manejo del estado y las empresas de un recurso estratégico como el gas...", "no puede ser que las empresas recuperadas por los trabajadores que vienen cumpliendo un rol social tan relevante como Zanon y MadyGraf, y tantas otras se encuentren en la disyuntiva de pagar o cerrar el portón porque no pueden pagar el tarifazo".
La particularidad de este gobierno con su exCEO y accionista de la Shell Aranguren en la Secretaría de Energía, es que además de seguir comprando gas a Bolivia y gas licuado a Shell a través de barcos que llegan a Campana y Bahía Blanca, los trabajadores confirman que se empezó a efectuar compras trianguladas vía Chile en una operatoria donde el país paga más del doble del valor del gas respecto al que le compramos a Bolivia.
El país se encuentra en una situación paradógica, por un lado mantiene sus compras a Bolivia y ahora compra con sobreprecios a Chile, y por otro lado permanentemente hay crisis de suministro como ocurrió a fines de junio con las estaciones de GNC que en varias provincias debieron dejar de operar varios días de 18 a 23 h para mantener el suministro de gas al resto de la población hasta la normalización del suministro. No obstante aun hoy, grandes industrias lo mismo que las usinas eléctricas, se encuentran funcionando a fuel oil para mantener una presión necesaria en las redes domiciliarias de las grandes urbes.
Ante nuestro planteo de una empresa energética controlada por ellos, los trabajadores responden ..."La posibilidad de una empresa de gas manejada por trabajadores y usuarios es algo a analizar, porque la empresa maneja mucho dinero y la situación no es buena, eso evidencia que algo está fallando"...."tenemos que participar en la lucha, no resignarnos a las cosas que están pasando, ni al borrón y cuenta nueva que quiere imponer este gobierno" "...Creo que los trabajadores podemos hacer muchas cosas como respuesta. Es evidente que a este gobierno le molesta que la gente se movilice y reclame. Cuando ellos ven que esto sucede, frenan y reveen lo que están haciendo. En ese sentido creo que la movilización de los trabajadores es importante"..."Es el pensamiento que tenemos los que creemos que las empresas de servicios deben estar manejadas por los trabajadores, totalmente de acuerdo".
Vale recordar que desde la banca del PTS del Frente de Izquierda, la diputada Myriam Bregman presentó un proyecto de ley que plantea dejar sin efecto los aumentos en la electricidad, el transporte público, el gas, el agua y los peajes. Asimismo, el proyecto plantea la creación de una comisión para auditar lo que las empresas prestatarias de servicios públicos hicieron con los subsidios multimillonarios que vienen recibiendo desde el año 2002.