Las pasadas semanas se realizaron dos encuentros y debates feministas en Tarija, que contaron con una participación superior a 100 mujeres, hecho que es alentador y un síntoma de la sensibilidad que va creciendo de manera importante en regiones incluso alejadas del eje central. En estos encuentros la posición de Pan y Rosas y el feminismo socialista se hicieron presentes.
Martes 23 de octubre de 2018
En el marco del 25 Aniversario del Equipo de Comunicación Alternativa de Mujeres (ECAM), organización que opera en la ciudad de Tarija, se realizaron dos eventos en los que se trataron diversos temas relacionados con el feminismo. Fueron encuentros que contaron con amplia participación, que superó la centena de mujeres jóvenes y adultas que, de una u otra manera, ejercen funciones de liderazgo en sus diferentes espacios.
Así mismo se realizó un panel en donde se problematizaron distintas posiciones que se derivan de la estructura patriarcal en la que nos encontramos, como la violencia contra la mujer en sus diferentes niveles, el embarazo infantil como tortura y el machismo relacionado al extractivismo y a las diferentes luchas de los pueblos indígenas por sus territorios.
Mariel Paz, de la red en contra la violencia a las mujeres habló sobre cómo hay que demandar políticas más eficaces para prevenir la cadena de violencias a las que se ven sometidas mujeres y niñas; Patricia Brañez de CLADEM reflexionó acerca de la importancia y la necesidad de prevención del embarazo infantil y cómo éste es considerado tortura y Jenny Martínez, de la organización Caritas, hizo referencia a la situación de las mujeres en un contexto de extractivismo y apropiación de territorios.
Desde Pan y Rosas, se hizo énfasis en varios puntos fundamentales de nuestro programa y manifiesto, recalcando principalmente que nuestra lucha es contra el sistema patriarcal, que perpetua la imposición de un género sobre otro, pero que también nuestra lucha es por acabar con este sistema capitalista inhumano, que condena a la miseria y explotación a millones de seres humanos cada día. También, destacamos que las diferentes luchas sociales a lo largo de la historia y en la actualidad nunca estuvieron exentas de la participación activa y, a menudo, con roles protagónicos de las mujeres, como le venimos viendo en las últimas semanas en Brasil donde el movimiento de mujeres “Ele Nao” protagoniza movilizaciones importantes contra la muy posible asunción a la presidencia del ultra derechista Jair Bolsonaro. De esta manera quedó planteada la necesidad de comprender la importancia de llevar a cabo una lucha contra las estructuras de poder que perpetúan y legitiman las injusticias y la explotación.
La posición de Pan y Rosas despertó mucho interés entre las y los participantes, especialmente dentro del público más joven, lo que es un buen indicador de que existe una conciencia de la necesidad de un cambio profundo en la sociedad, para poder frenar las condiciones de injusticia, opresión y violencia de una clase sobre otra, en la que la situación de la mujer es la más comprometida, a menudo a causa de la doble y triple explotación a la que se ve sometida.