Lo dijo el Arzobispo de Tucumán Alfredo Zecca durante la ceremonia católica por el Bicentenario. Varias definiciones políticas frente a Macri, gobernadores y el rey emérito Juan Carlos.
Sábado 9 de julio de 2016 12:09
Minutos antes del Tedeum en la Catedral de San Miguel de Tucumán el presidente Mauricio Macri y 23 gobernadores (todos menos la santacruceña Alicia Kirchner y el chubutense Mario Das Neves) se sacaron la foto oficial de espaldas a la Casa de Gobierno.
A las celebraciones asistió, llegado especialmente desde el Estado Español, el rey emérito y cazador furtivo de elefantes Juan Carlos I.
Luego izaron la bandera argentina mientras se cantaba el Himno Nacional.
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Luego el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, encabezó el tradicional Tedeum, este año con el condimento especial de ser el Bicentenario de la Independencia y de ser el primer 9 de julio con Macri como presidente.
Emulando al Papa Francisco, a tono con la retórica conciliadora y pacificadora, Zecca dijo que éste “no es un día para ahondar en la grieta, sino para recoger en el pasado líneas inspiradoras de vida”.
A su vez destacó que el judeocristinamismo es el “pilar de la cultura occidental” y recordó que los próceres de la Independencia plasmaron la “consigna de conservar la unidad” y de allí legaron el acta constitutiva de la Nación.
Libertad, pero hasta ahí
El arzobispo afirmó que el ideal de una Argentina donde la fraternidad, la solidaridad y el bien común incluyan a todos “está muy lejos de haberse alcanzado”.
Y en ese marco dijo abogar por la búsqueda de coincidencias entre los argentinos. “No hay consenso sino donde no hay diálogo”, sentendió. Y advirtió que “la mayoría no tiene siempre la razón, ni crea la verdad”.
En la homilía Zecca señaló que “no hay libertad humana sin verdad”. Y aseguró que “la libertad no está exenta de riesgos y de concepciones falaces” y advirtió con espíritu casi temerario que “la aparente licitud de todo, la libertad absoluta, es una ilusión que lleva a la esclavitud”.
Como queriendo aclarar cierta oscuridad en sus palabras, dijo referirse a “la búsqueda desenfrenada del poder, del placer, del dinero, del dominio de la naturaleza sin respetarla conducen”.
“No son sino expresión de una libertad mal entendida de la que algunos se aprovechan y otros son víctimas”, sentenció. Y luego vendría el reparto de las hostias y la lectura de una carta alusiva al Bicentenario enviada por Jorge Bergoglio desde el Vaticano.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario