Después de las crispaciones generadas por los votos de la Democracia Cristiana rechazando la acusación constitucional de Cubillos, la oposición busca dar vuelta la página. Lo que necesitamos las y los trabajadores es levantar un gran movimiento por la reducción de la jornada sin ninguna confianza en los viejos partidos del régimen que han mantenido la herencia de Pinochet.
Martín López Trabajador del Litio
Viernes 4 de octubre de 2019
Tras el fracaso de la acusación constitucional contra la Ministra Cubillos, que mostró nuevamente los límites de la “unidad de oposición” expresado en el rol que cumplieron militantes de la Democracia Cristiana (Matías Walker y Jorge Sabag) que rechazaron dicha acusación, sectores de la oposición como el Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA) no tardaron en dar vuelta la página haciendo oídos sordos a lo ocurrido.
Lo que se refleja claramente en las declaraciones del Presidente del PC Guillermo Teillier después de reclamos, crispaciones y recriminaciones que hubieron en sectores de la oposición por la fallida acusación "quedan algunos otros proyectos de ley que nos van a decir si esto se rompió definitivamente o todavía hay posibilidades de recuperación". Es más buscan “poner a prueba” si es que se puede seguir trabajando de conjunto en relación a cómo se exprese la votación del proyecto de reducción de la jornada a 40 horas, el debate central de la coyuntura política nacional y de amplios sectores de masas trabajadoras. “Lo que tenemos que hacer nosotros es construir una posibilidad de ser mayoría. Ahora, ¿esa posibilidad ha quedado definitivamente postergada por el resultado de esta acusación constitucional? Yo creo que no", declaró Teillier.
Por su parte el FA, plantean que lo que quieren seguir haciendo es trabajar en temas básicamente legislativos y el próximo de importancia es el 23 de octubre cuando se vote las 40 horas en la Sala de la Cámara de Diputados. El Jefe de Comité de Revolución Democrática (RD) Pablo Vidal dijo a propósito del tema que "bajo ningún punto de vista esta acusación era un termómetro para pensar en un pacto electoral. Eso pasa por otras definiciones de otro tipo, en la cual nosotros, como Frente Amplio, estamos construyendo una alternativa y veremos con qué actores se puede dialogar respecto de esos proyectos, propuestas, programas" dejando las puertas abiertas a una oposición general.
El problema de la oposición del PC y el FA y su “unidad” es que pareciera que la acusación fuese el primer punto de polémica con quienes han buscado aliarse como lo es la DC un viejo partido del orden del régimen heredado de la dictadura.
Esta estrategia de unidad con la DC, crea ilusiones en las amplias franjas de masas de que por esta vía podríamos conquistar mejores condiciones, pero parecen omitir que fue la misma DC con quien acordaron gradualidad para las Pymes en el proyecto de reducción de la jornada, además de ser quienes han votado las principales reformas contra el pueblo trabajador en beneficio de los más ricos, como la reforma tributaria en la Comisión de Hacienda, que sigue haciendo rico a los más ricos, y la reforma de pensiones en la Comisión de Trabajo, la cual busca perpetuar el ahorro forzoso y el negocio de la vejez que ejecutan las AFP. Reformas que han sido foco de cuestionamiento por parte de la mayoría de la población.
Lo que necesitamos es articular un gran movimiento por la reducción de la jornada
Las y los trabajadores no podemos confiar en los viejos partidos del orden como la DC, quienes han sido parte de mantener y profundizar el legado de la dictadura de Pinochet que durante décadas ha arrojado a millones a la precariedad de la vida a través de trabajos flexibles y en condiciones paupérrimas como el subcontrato. El acuerdo con la DC de gradualidad para las Pymes, de fondo esconde la colaboración de clases, es decir la alianza con partidos que responde y han respondido siempre a los intereses de los grandes empresarios, la misma que ha hecho del Chile de la transición pactada un régimen gobernado por las 10 familias más ricas del país.
Es más ante la férrea defensa del Gobierno, el régimen y los empresarios de sus intereses y en contra de la reducción a 40 horas sin rebaja del sueldo, la coyuntura nos plantea la necesidad de conquistar nuestras expectativas de trabajar menos y mejor imponiendo de manera activa y con fuerza nuestras demandas. La estrategia central del PC y el FA de buscar presionar al Gobierno apoyándose en la mayoría parlamentaria ya ha mostrado sus límites, sin ver que estamos en un régimen autoritario donde el mismo Piñera ha amenazado con el Tribunal Constitucional o el veto presidencial de su figura monarca para oponerse a las grandes mayorías, y seguir beneficiando a los más ricos del país.
Es momento de poner al centro de este debate, la fuerza que se puede activar en las y los trabajadores, donde el amplio apoyo de la población por la reducción de la jornada se transforme en una gran fuerza social entre trabajadores, mujeres y estudiantes unida por la expectativa común de trabajar menos y mejor.
Para esto es necesario que los organismos sindicales, estudiantiles y movimientos como No + AFP, que son dirigidos por el PC y el FA, llamen a levantar Coordinadoras desde las bases a nivel nacional en los lugares de estudio y trabajo, para así poder desarrollar un gran movimiento por la reducción de la jornada laboral y contra toda flexibilización y engaño que quiera imponer el Gobierno. Las y los trabajadores ante la defensa de los empresarios y sus políticos de sus propios intereses debemos confiar en nuestras propias fuerzas para imponer cuánto y cómo queremos trabajar.
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