Al menos 1000 empleados trabajan en la sede de la calle Junin. Aunque desde la empresa y el SEOC hablan de reubicación y traslados, la empresa impulsa retiros "voluntarios" y se teme que avancen nuevamente con despidos masivos.
Jueves 27 de octubre de 2022 17:35
Desde hace meses que se viven momentos de tensión en la empresa de atención telefónica. La multinacional venía implementado reducciones en la carga horaria de trabajo además de ofrecer el retiro "voluntario" a sus empleados. Esta semana, directivos de la empresa anunciaron el cierre de la sucursal ubicada en la calle Junín, que emplea a cerca de 1000 trabajadores que dependen de ese ingreso para estudiar o mantener a sus familias y podrían quedar en la calle.
Ya en el mes de agosto los representantes del call center se habían reunido con el gobierno de Jaldo, que ha garantizado el subsidio de buena parte de los salarios hasta 2023, a cambio de no despedir trabajadores. Pero esa misma semana la empresa anunciaba 200 despidos. En ese momento, el gobienro se negó a recibir a los trabajadores despedidos. Ahora cierran directamente una sucursal y obligan a cientos de trabajadores a aceptar el retiro sin que el gobierno o la Secretaría de Trabajo intervengan para frenarlos.
Esta multinacional que se jacta de tener numerosos premios como el “mejor lugar del mundo para trabajar”, se encuentra violando constantemente los derechos de los miles de jóvenes mediante modos de contratación fraudulentos que son usados luego para poder hacer reducción de personal con facilidad. Son contratos renovados mes a mes, con la incertidumbre que esto genera en los laburantes.
El gobierno provincial y la Secretaría de Trabajo tampoco intervienen ante esta violación a los derechos laborales más elementales, solo se ha limitado a "tomar conocimiento", incluso después de un fallo judicial que establece que esos contratos a plazo fijo son fraudulentos. Dejan obrar tranquilamente como si los derechos de los trabajadores nada valieran, tampoco para el Gobierno.
El sindicato de comercio (SEOC) tampoco ha sido contundente a la hora de defender a sus propios afiliados. De hecho, frente a los despidos masivos del mes de agosto no pudieron organizar ni garantizar un paro para enfrentar semejante ataque. Dejaron pasar los despidos con la promesa de la empresa de reincorporar cuando se abrieran nuevas vacantes, cuestión que nunca se hizo efectiva. Genera mucha bronca que avancen en despidos y ahora el cierre entero de una sede ¡mientras siguen pidiendo nuevos trabajadores por diferentes avisos y páginas de busqueda de oportunidades laborales!
Más que un simple traslado o un apriete para recibir más subsidios, estamos ante un ataque brutal contra los derechos laborales de los trabajadores de call center, un puesto totalmente insalubre y mal pago, donde soportamos todo tipo de presiones y enfermedades laborales. Estas empresas vienen apretando a los compañeres de más antigüedad para reemplazarlos por contratados “mes a mes”. Medios como “Los Primeros” citan fuentes desde dentro de la empresa que vaticinan el cierre de la empresa y que en noviembre llegará una lluvia de telegramas de despido. No podemos quedarnos de brazos cruzados.
Organizarnos desde abajo contra este nuevo ataque
Frente a la complicidad del gobierno y el SEOC con la empresa La Red de trabajadores precarizdxs ha acompañado la lucha por la reincorporación de los cientos de despedidos exigiendo asambleas al Sindicato para organizar la fuerza de los miles de trabajadores de comercio para garantizar los puestos de trabajo y evitar el avance en contra del derecho de los trabajadores.
El fin de semana pasado desde La Red organizamos un torneo de fútbol con el fin de juntar alimentos no perecederos para ayudar a los despedidos y así también aprovechar ese espacio intercambiar con los trabajadores precarizados la necesidad de organizarse frente al ajuste que está aplicando el gobierno.
No podemos confiar en la dirección del SEOC ni en el Gobierno provincial. Ya vimos como mintieron y se pusieron del lado de los empresarios en cada conflicto importante, vimos como dejaron cerraron los supermercados del empresario Luque sin convocar a ninguna medida contundente. Idéntica postura mantuvieron cada vez que hubo una lucha en los call centers o en la última ola de despidos, hace pocos meses. Debemos empezar a reunirnos y organizar asambleas, discutir cómo hacemos frente a este nuevo ataque que nos muestra como todos los Gobiernos, no importa si son de Cambiemos o del peronismo, le hacen el caldo gordo a los grandes empresarios (los auténticos parásitos de nuestra sociedad) mientras quieren trabajadores cada vez más precarios.