El nuevo gobierno anunció las principales medidas de la reforma que ataca derechos laborales, como formalizar jornadas diarias de trabajo de 12 hs. El imperialismo presiona por su aplicación inmediata.
Sábado 10 de septiembre de 2016
El presidente Michel Temer desembarcó esta semana en Brasil luego del encuentro del G-20 en medio de un tira y afloja en relación a cuál debe ser el calendario más indicado para implementar las reformas de las leyes laborales y del sistema de Seguridad social. La tensión se da entre quienes presionan para aplicarlas en forma inmediata y quienes son partidarios de esperar a las elecciones municipales de octubre.
En el caso de la reforma laboral, el gobierno golpista ya se manifestó en defensa de la “libre negociación” entre trabajadores y patrones, en lugar de seguir el marco de las leyes laborales compiladas en el CLT (Consolidación de las Leyes de Trabajo). Sin embargo, para el imperialismo esta premisa es insuficiente para definir cómo funcionarán en la práctica estas nuevas directrices. La Constitución ya permite atacar ítems como la jornada de trabajo, el banco de hora y la reducción salarial. Si prospera la propuesta oficial, afectaría beneficios como el aguinaldo y las vacaciones, entre otros aspectos.
Mientras el debate continúa, el gobierno decidió acelerar el proyecto de tercerización, aprobado en la Cámara en 2015 parado en el Senado. El objetivo es dar una respuesta a los grandes empresarios que insisten en avanzar sobre los derechos laborales. Uno de los proyectos que vuelve a discutirse es el PL 4330 que permite que la tercerización de amplíe a todas las actividades. Una de las propuestas del gobierno golpista es la creación de un contrato laboral por número de horas, una modalidad para que los patrones contraten trabajadores con una jornada de trabajo inferior a la estipulada por la Consolidación de las Leyes de Trabajo y pagar derechos proporcionales a este valor. Esta propuesta está en el texto final del proyecto de la reforma de trabajo. El Ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira, afirmó que la reforma se formalizará en acuerdos colectivos con jornadas de trabajo de hasta 12 horas. El argumento del golpista es que el gobierno de Temer pretende aumentar la seguridad jurídica de los contratos de trabajo que no siguen el padrón pautado en la CLT.
El gobierno quiere que los trabajadores paguen por la crisis
Cuando plantean que “los empresarios encuentran dificultades para emplear con las leyes actuales de trabajo”, quieren que los trabajadores paguemos por la crisis. Las medidas anunciadas por el gobierno ya generaron una primera crisis política entre sus filas alrededor de los plazos para implementarlas. No podemos aceptar que estos políticos privilegiados ataquen aun más nuestras condiciones de vida. Es necesario luchar contra el gobierno y para eso es necesario un plan de lucha que enfrente las privatizaciones, los ataques anunciados y los que preparan. Es necesario, en ese sentido, que centrales sindicales como la CUT y la CTB rompan su pasividad y comiencen a preparar un verdadero plan de lucha desde las bases para derrotar al gobierno golpista y sus ajustes.