El presidente golpista busca minimizar el efecto del escándalo por los sobornos para permitir la venta de carne podrida. Nuevos países prohíben las importaciones desde Brasil.
Martes 21 de marzo de 2017 14:39
El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo este martes que la alarma causada por las irregularidades en los controles de la industria cárnica, y se hizo conocido como el escándalo de la carne podrida, era infundada porque muy pocas plantas procesadoras estaban involucradas.
China y la Unión Europea restringieron desde este lunes las importaciones de carne de Brasil, a los que se sumaron este martes Corea del Sur, Chile y Hong Kong, luego de que la policía acusara a los inspectores, del mayor exportador mundial de carne de res y aves de corral, de aceptar sobornos para permitir la venta de carnes podridas y contaminadas con salmonella.
Esta situación llevo a que el presidente brasileño afirmara este martes que, el escándalo por la adulteración de carnes, provocó un "embarazo económico" al país.
"Evidentemente eso causó, no puedo dejar de registrarlo, un embarazo económico a Brasil porque llevó a algunos países a, de alguna forma, pensar en suspender las compras de carne", afirmó el jefe de Estado.
Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y de pollo, el cuarto en el segmento de cerdos, y las ventas externas de esos tres sectores a cerca de 150 países representaron el año pasado el 7,2 % de ese comercio, con 11.600 millones de dólares.
Según la investigación, varias de los principales productores de carne del país, entre ellas JBS y BRF, están implicados en el "maquillado" con productos químicos de carnes que estaban en mal estado y no cumplían con los requisitos para la exportación.
"Los números muestran la insignificancia de la operación", afirmó el presidente buscando minimizar el efecto del escándalo. "No podemos dejar transitar impunemente un alarde que, en realidad, no alcanza a la totalidad de los frigoríficos brasileños", agregó el mandatario ante una platea de empresarios.
El presidente golpista, Temer, busca minimizar el escándalo ya que la investigación determinó que además de los sobornos a los inspectores sanitarios, también se le pagaba coimas al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del presidente. Este escándalo se suma a la investigación conocida como Lava Jato que involucra a varios de los principales aliados políticos del gobierno.
Temer debe enfrentar estos escándalos luego de una importante jornada de paros y movilizaciones, el miércoles 15 de marzo, contra los intentos de pasar una reforma previsional y la situación de crisis económica no remonta, dejándolo en el lugar de uno de los presidentes más impopulares de los últimos tiempos.
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