Viernes 21 de octubre de 2016
La prisión de Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil (PMDB de Rio de Janeiro) ordenada por el juez Sérgio Moro sorprendió al presidente golpista Michel Temer, que dejó Tokio en la mañana de ayer (19) y pidió que no se hicieran comentarios sobre el episodio en el Palacio del Planalto a favor de su “gobernabilidad”. El regreso de Temer, según sus asesores, habría estado definido hace al menos dos días.
La ejecución de la orden de Moro ocurrió un día que podría resultar favorable a la agenda golpista, por la primera reducción de los intereses en cuatro años, lo que podría colaborar a la aprobación de la denominada “enmienda del fin del mundo” (PEC 241) que pretende congelar gastos sociales como salud y educación por los próximos veinte años.
El clima en el Planalto estuvo marcado por el temor que pueda causar en los aliados la caída de Cunha. La posibilidad de un testimonio con reducción de penas a cambio de información clave, de una personalidad “vengativa”, “que no caerá sola”, como es caracterizado Cunha, pone en jaque a todos los golpistas e incluso hasta donde iría el poder judicial para legitimar el régimen, aun más cuestionado por la agenda de ataques que Temer pretende aplicar.
El principal amenazado, en la mira de Cunha y Moro, es Moreira Franco, el secretario ejecutivo del Programa Sociedad de Inversiones (PPI por sus siglas en portugués). Moreira Franco está acusado por Cunha de estar detrás de irregularidades en el Fondo de Inversión del Fondo de Retiro (FI-FGTS) financiado por el banco Caixa. El secretario también estaba en Tokio y llegó a Rio antes del anuncio de prisión. Según sus asesores, él y Cunha “no conversan bien, no dialogan y no se llevan”, pero una eventual delación no preocupa a Moreira.
La Secretaría de Prensa del Planalto afirmó que hay “cero” preocupación con una posible delación, y que “el gobierno ha reiterado que no hay ninguna interferencia en la operación Lava Jato (que investiga los entramados de corrupción en Petrobras) y que las acciones son de otro poder, que es completamente independiente”.
