Luego del temporal que dejó 4 personas muertas, las autoridades municipales y provinciales nuevamente deslindaron responsabilidades, culpando a la naturaleza de lo sucedido. Consecuencias de un régimen de urbanización caótico y ligado a las grandes empresas.
Miércoles 17 de febrero de 2016
El temporal que se desató el lunes por la noche en Córdoba ya dejó 4 muertos. Un motociclista de 50 años, a quien arrastró la corriente. Un hombre de 63 años que resbaló y se golpeó la cabeza al salir a cubrir su auto. Una beba de casi dos años que murió aplastada por un pino en el auto donde se encontraba con sus padres. En horas de la mañana fue hallado muerto un guardia de seguridad privado en el contenedor que servía de oficina en una obra en construcción.
Durante el verano, Córdoba sufrió varias tormentas, pero la del lunes se concentró en la ciudad capital. Los 70 mm precipitados en 30 minutos y los fuertes vientos generaron anegamientos en muchos puntos de la ciudad y pusieron en evidencia lo poco o nada que se ha hecho por parte del gobierno provincial y municipal en cuanto a medidas estructurales, sobre todo teniendo en cuenta que hace un año se produjo un verdadero crimen social que dejó un saldo de 10 personas muertas y cientos sin hogar o con pérdidas importantes.
Los videos viralizados en los medios y las redes sociales muestran cómo vehículos y personas son arrastradas en calles y veredas por la corriente fortísima del agua. El “día después” deja imágenes impactantes: árboles enganchados a los cables de electricidad y cientos de postes caídos, semáforos sin funcionar, barro y piedras en todas las calles y 50 personas todavía evacuadas.
30 barrios seguían al cierre de esta edición a oscuras, demostrando la falta de inversión que hay en esta área. Desde EPEC lo justificaron diciendo que cortan el suministro justamente por la cantidad de cables caídos, pero es de esperar que eso ocurra fácilmente si los cableados siguen estando tendidos entre postes de madera en la mayor parte de la ciudad. Nuevamente hay cientos de barrios inundados a pesar de las obras inauguradas con orgullo el año pasado por el mestrismo en su campaña electoral.
La naturaleza es culpable
El intendente Ramón Mestre salió cínicamente hoy a hacer un recuento de los árboles caídos y anunciar a la población las medidas que son necesarias tomar ante una tormenta de tal magnitud, ya que se esperan nuevas lluvias. Pero no hay en Córdoba ningún tipo de prevención ante este tipo de eventos, que los radares del Servicio Meteorológico Nacional y de la Universidad Nacional de Córdoba venían anticipando. No hubo evacuación preventiva de los barrios que hace una semana nomás ya habían quedado bajo el agua.
Al igual que el Gobierno Provincial ante el crimen social de las Sierras Chicas en febrero de 2015, el municipio se escuda en lo imprevisible de la magnitud de la tormenta. Pero diversos estudios dan cuenta del cambio observado hace tiempo en Córdoba que concentra lluvias de mayor intensidad en el verano pero extiende el período de sequías en el resto del año.
A pesar de este constatable fenómeno, aunque los gobiernos provincial y municipal sigan queriendo deslindar responsabilidades ante el temporal, no se puede atribuir sin más las consecuencias desastrosas para la población a los fenómenos de la naturaleza. El peronismo gobierna desde hace 16 años en la provincia y ahora lo hace con un pacto con Mestre. Así como en las Sierras Chicas el desmonte predominó gracias a la entrega del Gobierno Provincial a empresas constructoras, en la ciudad el boom inmobiliario domina el suelo urbano con megaempredimientos de GAMA, EUROMAYOR, GNI, REGAM entre otras, sin ser acompañado con la inversión en la infraestructura necesaria para sostener tamaño crecimiento. Lo que agrava la propia condición geográfica de ciudad al borde del río.
En este sistema de urbanización anárquico, las constructoras controlan el suelo de la ciudad y amasan grandes beneficios. Los problemas de drenaje y el desborde de las cloacas son noticia repetida al correr los años, al igual que los cortes del servicio eléctrico ya que la infraestructura no da abasto. Es imposible negar que en la naturaleza y su acción existan situaciones imprevisibles. Pero lo que no se puede considerar “naturales” son las consecuencias desastrosas que ocurren en el terreno social.
Fondo contra Desastres
En el día de ayer, la secretaria general de la gobernación de Córdoba visitó la legislatura de Córdoba para presentar el proyecto que se discutirá hoy en la sesión para ratificar el decreto que firmó Schiaretti en diciembre pasado para crear el Fondo Permanente de Asistencia en Situaciones de Desastre.
En la fundamentación se plantea recoger “la experiencia positiva que se obtuvo con la aprobación de las Leyes 10.266 y 10.267 durante el año 2015 que permitieron afrontar la ejecución de acciones en el marco de las lluvias e inundaciones producidas el verano pasado en distintas áreas del territorio provincial”. El cinismo del gobierno no tiene límites: un año después de ese “desastre” los vecinos siguen reclamando la finalización de las obras prometidas y para ellos fue “una buena experiencia”…
El decreto se sostiene que el fondo consistirá en 600millones de pesos, cuyo origen es poco claro, incluyendo créditos de organismos internacionales. Una promesa que augura nuevas deudas para los trabajadores y el pueblo de la provincia.
Si es preciso crear un fondo para este tipo de eventos, los recursos necesarios deben salir de impuestos sobre las grandes patronales, en particular sobre los grandes beneficiados del negocio inmobiliario. Además, las empresas como supermercados, hoteles, textiles, empresas de servicios, etc. deberían poner a disposición sus stocks y recursos para el socorro de las víctimas, y el Estado debe eximir del cobro de impuestos y tasas al conjunto de las zonas afectadas.
La legisladora Laura Vilches (PTS-FIT) afirmó ante la visita de la secretaria que el Fondo : “es una confesión de que poco y nada hicieron en materia de prevención para evitar lo que ellos llaman ‘catástrofe natural’. Durante el año hemos visto y escuchado denuncias sobre la continuidad del desmonte para el desarrollo de grandes emprendimientos inmobiliarios en la zona, por citar sólo un ejemplo de lo que ya hace un año denunciábamos como crimen social. La orientación política de la anterior gestión y esta es la misma: negocios pingües para la agroindustria y los desarrollistas urbanos y pérdidas materiales y aún la vida del pueblo trabajador. Ayer lamentamos la pérdida de 4 vidas humanas por la misma desidia capitalista que vimos un año atrás. La creación del fondo es una vez más, demagogia pura que no avanza en frenar las causas de estas catástrofes que no son tales”.
Javier Musso, quien fuera candidato a intendente de la ciudad capital por el Frente de Izquierda, señaló: “A nivel municipal el gobierno de Mestre no se diferencia de la demagogia política del gobernador, durante la campaña se pasó diciendo que las obras de él no se ven y ante una lluvia fuerte las calles se desbordaron, colapsó el sistema eléctrico y los desagues, el hospital infantil de Alta córdoba y el de Urgencias se inundaron, hubo que lamentar la muerte de 4 personas. Como vemos prefiere seguir privilegiando los negocios desde el municipio o creando organismos de dudosa transparencia como el Ente que llevar adelante un real plan de obras y que ante un evento atmosférico las obras se vean”.