Las internas al interior de la coalición gobernante vuelven a salir a la luz. Esta vez, las negociaciones entre el Gobierno y el radicalismo porteño desataron las críticas y amenazas de la diputada Elisa Carrió.
Lunes 4 de diciembre de 2017 10:16

Nuevamente se desató una interna al interior de la alianza oficialista de Cambiemos. Otra vez, la legisladora Elisa Carrió levantó la voz a raíz de un acuerdo entre el Gobierno y la UCR de la Capital.
El acuerdo que el Gobierno negocia con los radicales Enrique Nosiglia y el macrista Daniel Angelici para una lista de delegados al Comité Nacional, la instancia para la elección de las autoridades nacionales del partido radical, molestó a la diputada nacional que preside la Coalición Cívica ARI.
Con este acuerdo, el Gobierno busca asegurar su reelección en la Capital a través de una lista de unidad con el radicalismo porteño, cuyo candidato "opositor" -también exembajador del Gobierno macrista-, Martín Lousteau, estuvo cerca de ganarle la jefatura a Horacio Rodríguez Larreta en las elecciones del 2015.
Pero, además, el acuerdo también puede tratarse de un intento de restarle poder a Carrió. La diputada nacional viene de alzarse con la elección en el distrito que vio nacer al macrismo: en las legislativas de este año, se llevó un 51% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires. Frente a ello, el Gobierno puede ver la proyección de poder de la legisladora como una amenaza de cara al año electoral de 2019.
La posible integración del radicalismo porteño a la coalición gobernante desató nuevamente las críticas de Carrió hacia la Casa Rosada. Si bien -según informan medios cercanos al Gobierno- sus voceros aseguraron que no se pone en juego la integración de la Coalición Cívica ARI -que preside la diputada- en la coalición porteña de Cambiemos, dirigido por Larreta.
Sus críticas pasaron por el acuerdo del oficialismo con dos de sus "enemigos internos", en referencia a Nosiglia y Angelici, el amigo del presidente. A Carrió le preocupa la posible conformación de un bloque propio de Lousteau, tras la obtención de dos bancas en la Ciudad en las últimas elecciones (donde asumiría, además de Lousteau, Carla Carrizo).
Con el ingreso de Lousteau y Carla Carrizo, el Gobierno busca integrarlos de alguna manera al interbloque de Cambiemos en la Ciudad. Entonces, Carrió salió al cruce y, en aquel momento, no solo frenó la lisa y llana incorporación del "opositor" de Lousteau al bloque oficialista, sino que lanzó duras críticas.
"Me enfrentó, me hizo campaña en contra, me descalificó ¿y ahora quiere venir a nuestro interbloque?", afirmó la diputada nacional. "De ninguna manera, y ni se les ocurra autorizarlo, porque en ese caso la Coalición se va del interbloque. Entran dos (Lousteau y Carrizo) y salen ocho. Decidan ustedes", amenazó.
Sin embargo, el PRO pareciera estar dispuesto a negociar hasta donde pueda la incorporación del radicalismo porteño para evitar la apertura de nuevos flancos externos en la Capital. Una vez más, con Carrió a la cabeza, la coalición gobernante deja a la luz sus disputas internas. La coalición de Carrió no tardó en subir un video en respuesta a los desacuerdos internos, donde amenazan su separación frente al acuerdo del Gobierno con el radicalismo porteño de Angelici y Nosiglia.
Comunicado CCARI
La Coalición Cívica ARI ratifica su compromiso con los principios fundacionales de Cambiemos y tomará distancia de los acuerdos corporativos y de negocios pic.twitter.com/bxxMSrvJMU— Coalición Cívica ARI (@CCARI_Nacional) 2 de diciembre de 2017