Los principales referentes provinciales se reunieron con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Jueves 28 de febrero de 2019 21:00
El jueves los principales referentes tucumanos de Cambiemos se reunieron con el ministro del Interior Rogelio Frigerio para discutir la estrategia electoral de la coalición. Los radicales José Cano y Silvia Elías de Pérez, el peronista Domingo Amaya y Alfonso Prat Gay se presentan como aspirantes a la gobernación y fueron parte del encuentro en la Casa Rosada. Ya la semana pasada Frigerio había viajado a Tucumán para reunirse con los principales dirigentes de Cambiemos, que no desisten de su aspiración a gobernador.
Desde la Casa Rosada buscan evitar la fracturación y apuestan a una lista consensuada para las elecciones provinciales que se adelantaron para el 9 de junio. El mecanismo para dirimir entre los aspirantes será una serie de encuestas, con un plazo de quince días.
Los voceros de la Casa Rosada hablan de una lista “competitiva” bajo el tono del consenso pero en realidad la indefinición habla de la crisis de la coalición oficialista en la provincia. Como la principal figura, Cano fue perdiendo imagen como titular del Plan Belgrano. Con más promesas incumplidas que obras realizadas, debió volver a ser candidato en las legislativas de 2017. Como flamante diputado, entre sus primeros pasos fue votar el saqueo a los jubilados.
Con la desgastada figura de Cano por ser la cara visible del macrismo, asomaron nuevos aspirantes. El primero fue Prat Gay. Con un pasado familiar que incluye ser parte de la oligarquía azucarera cómplice del genocidio, el ex ministro de Hacienda tuvo visitas intermitentes a la provincia y no estuvo exentos de furcios, como confundir una localidad de Santiago del Estero con una tucumana. Pero también hizo declaraciones escandalosas, como afirmar que en Tucumán no era prioritario la educación sexual.
Aunque si de antiderechos se trata, Elías de Pérez ganó un lugar destacado durante el tratamiento del aborto legal. Fue una referente del fundamentalismo celeste aunque también protagonizó un recordado cruce que terminó con una frase icónica: “No, no está bien, está mal”. La repercusión provincial estuvo limitada por el hecho de que el Gobierno de Manzur asumió la batuta de los antiderechos.
En tanto que Amaya quedó desdibujado tras las elecciones de 2015 a pesar de ser subsecretario de Vivienda de la Nación. El poder territorial que supo conquistar como intendente capitalino de Alperovich quedó en manos de Germán Alfaro, quien ya confirmó que va por la reelección.
Durante este tiempo, las aspiraciones de cada figura evidenciaron la división interna que lejos estar de resolverse en dos semanas. Más allá de la gobernación, en la rosca macrista también entran los cargos nacionales. Provincialmente, en la puja por ingresar a la Legislatura y los Concejos Deliberantes, los integrantes de Cambiemos recurren a los fraudulentos acoples, como contraparte del peronismo. Y aunque en dos semanas se pueda mostrar una lista consensuada, a la coalición le queda la tarea de continuar militando el ajuste.