El titular de la Unión Tranviarios Automotor Regional Córdoba fue destituido por el Consejo Nacional por convocar a un paro “excesivo”.
Jueves 29 de septiembre de 2016 09:18
Durante la mañana de ayer se conoció que la empresa Ersa, administradora de 6 de los 8 corredores de la ciudad de Córdoba, había trasladado la punta de línea de todos ellos a una zona mucho más alejada que la anterior. El nuevo predio queda sobre la vieja Ruta 9 sur, a 9 km de la avenida Circunvalación. Hasta el lugar sólo llegan una línea urbana y una interurbana, de costo más elevado. Para acceder al predio hay que doblar a la izquierda sobre el inicio de la doble línea amarilla, no hay ningún tipo de señalización, semáforo ni banquinas en buen estado. Todo esto constituye un verdadero peligro para los choferes que van a trabajar y para cualquier persona que transite la zona. La utilización de este predio fue autorizada por la Municipalidad de Córdoba, aunque el secretario de Transporte municipal, Julio Waisman, reconoció no haber visitado el lugar.
La UTA, gremio que nuclea a los choferes de transporte urbano, llamó a asambleas y el servicio se vio resentido durante todo el día. Al no obtener respuesta alguna de la empresa ni de las autoridades municipales, decidieron realizar un paro de las líneas de Ersa por 24 horas y no se descarta un paro total de UTA.
“Hemos sido cautos y la empresa avanza con las irregularidades. Nos vemos obligados a esta medida”, remarcó el titular de UTA, Ricardo Salerno. En su descripción de problemas, remarcó: “De siete horas que son nuestra jornada laboral a compañeros los hacen trabajar nueve; no se reconocen carpetas médicas, hay suspensiones preventivas ante siniestros, falta de frecuencia por el estado de los coches”.
Por la tarde, el veedor de UTA nacional Jorge Kiener, confirmó que el Consejo Directivo Nacional del gremio decidió destituir a Salerno, porque “no se comparte el método del paro como medida cuando hay otros instrumentos”. “UTA Córdoba ya no es conducida por Salerno, todos los reclamos estarán atendidos por el veedor o por quién les habla”, agregó Kiener. En tanto, Salerno retrucó la decisión de UTA y sostuvo que su mandato se extiende hasta el 3 de enero de 2019, al tiempo que anticipó una movilización para este jueves.
Finalmente, los choferes de la empresa acataron a conciliación obligatoria que había dispuesto el Ministerio de Trabajo de la Provincia y hoy habrá una audiencia a las 12 del mediodía.
Las cerraduras de la sede del gremio fueron cambiadas esta misma mañana y el santafesino Luis Arcando quedó a cargo de la Regional Córdoba hasta que la asamblea nacional de UTA ratifique la destitución y convoque a nuevas elecciones, si es que lo hace.
Transporte más concentrado
A los problemas causados por el traslado sorpresivo del predio de Ersa se suma el malestar provocado por la fusión entre Autobuses Santa Fe, que controlaba hasta ahora tres corredores del transporte urbano, y Ersa. La explicación técnica que brindaron desde la firma santafesina es que se decidió crear una firma cordobesa para una mejor gestión de su operación, denominada Autobuses Córdoba. Como tienen un acuerdo de cooperación con Ersa, por el cual en aquellas plazas donde una tiene una presencia mayor “colabora” en el gerenciamiento de las operaciones de la que tiene una participación más chica, Ersa pasará a administrar los corredores de esta nueva compañía.
Salerno había manifestado que en esta operatoria hay varios puntos que afecta a los empleados y no han sido respondidos aún. “Hay cuestiones de antigüedad, carpetas médicas, juicios por siniestros y otros asuntos que no sabemos en qué van a quedar”, dijo.
Ersa es una firma correntina perteneciente al empresario Juan Carlos Romero, quien además es el titular de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros. Ahora pasará a administrar seis de los ocho corredores del transporte en colectivo, o sea el 75 %, lo cual contraría la intención original del sistema, que era evitar la concentración del servicio en una sola compañía.
Desde 2011, la empresa Lusa (Logística Urbana SA) forma parte del Grupo Ersa. En marzo de 2012, inició en Córdoba por concesión la prestación de servicios de recolección y transporte de residuos sólidos urbanos, barrido y limpieza de calzadas y recolección, tratamiento y disposición final de residuos patógenos.
Una larga historia en común
No es la primera vez que Ersa se ve envuelta en operaciones poco claras en su relación con la Municipalidad.
En noviembre de 2013, el intendente Ramón Mestre, el viceintendente Marcelo Cossar y el secretario privado de Mestre, Juan Pablo Ostanelli, asistieron a una fiesta de la empresa Ersa en Corrientes, con los costos a cargo de la empresa. El escándalo derivó en una denuncia por parte del entonces senador Luis Juez, aunque fue desestimada por una Cámara de Acusación.
Ese mismo año la empresa había comenzado a operar en el transporte urbano de pasajeros de la Ciudad de Córdoba. Entre septiembre de 2013 y marzo de 2014 lo hizo mediante una Unidad Transitoria de Empresas con Autobuses Santa Fe. Luego, con el lanzamiento de un nuevo sistema de transporte, esas líneas se licitaron y se repartieron entre las dos firmas.
Daniel Juez, hermano del actual embajador en Ecuador y en ese momento concejal, realizó otra denuncia contra MEstre en marzo de 2014. En este caso, por desviar hacia la UTE subsidios nacionales que originalmente estaban destinados a la empresa municipal de trolebuses TAMSE. Mestre fue imputado, junto con el secretario de Transporte, César Ferreyra, el ex-secretario Juan Pablo Díaz Cardeilhac y el dueño de ERSA Juan Carlos Romero. Luego fueron sobreseídos.
En agosto de 2014, Ersa se hizo cargo del corredor urbano 20 que operaba la empresa Ciudad de Córdoba, al cual se le rescindieron los contratos de concesión. En mayo de 2015 comenzó a administrar los corredores interurbanos de Ciudad de Córdoba, cuyo contrato con la Provincia también había sido rescindido. La empresa de Romero fue la única oferente en la licitación para gestionar dichos corredores. En octubre de 2015 también comenzó a administrar el corredor 70 (que también pertenecía a Ciudad de Córdoba pero que había pasado a manos de Autobuses Santa Fe), quedándose con el 50 % del transporte urbano de la ciudad.
