La discusión del Presupuesto en el Parlamento estuvo cargada de tensiones con las discusiones de las partidas de Salud y Educación. En estos dos ítems, la Democracia Cristiana amenazó rechazarlas. Lo mismo se repite para la discusión de la reforma laboral. Culminó en un difícil triunfo parlamentario del Gobierno, al aprobarse la glosa de gratuidad en Educación.
Nicolás Miranda Comité de Redacción
Domingo 15 de noviembre de 2015
Entre medio, se realizaron eventos partidarios. El Consejo General de la UDI, el inicio del XXV Congreso del PC. El Consejo Nacional Ampliado de la DC. Todos se preparan para los próximos meses, marcados por la discusión de las reformas en curso, la laboral y la educacional sobre todo, y por la crisis de la Salud. También, por las negociaciones ya abiertas con vistas a las elecciones municipales.
Las tensiones parlamentarias, reflejaron en forma distorsionada un conflicto de expectativas. El triunfo parlamentario del Gobierno no es un triunfo de las demandas estudiantiles, que en las elecciones de Federaciones de estos días, mostraron un curso a izquierda. En el movimiento de los trabajadores, se suceden los paros mientras la CUT ve con preocupación su legitimidad con la discusión en el Senado de la reforma laboral.
Tenso triunfo parlamentario del Gobierno
La DC, unidos sus sectores “conservadores” y “progresistas”, amenazó rechazar las partidas de Salud y Educación. En Salud, se adujo la escasez de recursos para responder a las promesas de construcción de los hospitales prometidos, las largas listas de espera, la falta de especialistas y todas las carencias que padece el pueblo trabajador transformando la enfermedad en un castigo más. La realidad, es que se vuelve a introducir de contrabando la discusión de la privatización vía concesiones. El resultado fue trabar la aprobación, la renuncia de la subsecretaria de Redes Asistenciales Angélica Verdugo y de la jefa de inversiones del Minsal Francisca Toro, y la acusación constitucional contra la Ministra del ramo Carmen Castillo.
En Educación, la DC hizo de abogada de los estudiantes “vulnerables” de los Centros de Formación Técnica (CFT) y de los Institutos Profesionales (IP) exigiendo se ampliara la gratuidad a estos sectores.
La tensión parlamentaria, reflejó en forma distorsionada el conflicto de expectativas. De un lado, las demandas puestas por estudiantes y trabajadores. De otro lado, la defensa de los intereses empresariales en la Salud y la Educación, además de la reforma laboral, trabada también por los senadores de la DC seguidos del PPD y el PS.
Finalmente, el Gobierno logró un triunfo parlamentario al aprobarse la glosa de gratuidad con una solución de compromiso, al mantenerse el 50% anunciado, unos 200.000 estudiantes, y agregarse 130.000 más vía becas para estudiantes de los CFT e IP. Incluirá una ley especial para que estas casas de estudio se transformen en instituciones sin fines de lucro. Un triunfo de los privados en la Educación, que se consolidarán con los aportes estatales. Muestra el camino que se abre paso, antes de la presentación del proyecto de ley de gratuidad: la vía de la generalización de las becas.
El Gobierno apuesta a que las reformas comiencen a sentirse en la vida cotidiana de millones de familias. Sus efectos están por verse, y seguramente no serán neutrales. Su tarea será transformar el triunfo parlamentario en un triunfo político, remontando su aprobación y sobre todo su legitimidad. Algo que no está asegurado.
Los partidos se preparan
En este clima de tensiones, de conflicto de expectativas, los partidos se preparan para enfrentarlo.
La UDI realizó su Consejo General. Pretenden dar señales, como la declaración de rechazo a la colusión. Aunque sus candidatos a alcaldes para Providencia hasta ese momento eran Gabriel Ruiz-Tagle, implicado en la colusión de las papeleras, y el procesado por represor Cristián Labbé. Ahora consultan a Evelyn Matthei, mientras Labbe insiste en primarias. Además, nada dijeron de uno de sus jefes, Jovino Novoa, que admitió los hechos investigados para acogerse a un proceso abreviado con menores penas. La UDI es el partido de los procesados y los investigados por corrupción, colusión y represión. El evento buscaba cerrar filas, anunciando que llevarían un candidato presidencial, pero principalmente, para ejercer una dura oposición al Gobierno, las reformas, y toda demanda popular.
El Consejo Nacional Ampliado de la DC unió a sus sectores “conservadores” y “progresistas” para una definición clave. Aunque es un ejercicio de fuerzas en las negociaciones municipales dentro de la Nueva Mayoría, es el anuncio de su disposición a trabar y moderar toda reforma. Lo vimos en Salud, en Educación y en la reforma laboral. No es contra el Gobierno y la Nueva Mayoría, es contra los estudiantes y trabajadores. Atraen a estos fines, a parlamentarios del PPD y el PS.
Otro evento partidario se realizó esta semana, el inicio del XXV Congreso del PC, con su definición de proyectar la Nueva Mayoría, y consolidarla para avanzar. El PC hace de pata izquierda de una coalición y un Gobierno que avanza en gratuidad pero con becas, mantiene la crisis de la Salud y de contrabando repone la posibilidad de privatización vía concesiones hospitalarias, criminaliza y reprime con la ley corta de seguridad reponiendo su urgencia estos días, proscribe a los partidos chicos con su ley de partidos. Para mejor servir a estos fines, habla de sectores “conservadores” y “progresistas”, aunque estos días los vimos en la DC actuar unidos en defensa de los intereses empresariales.
En suma, los partidos se preparan para enfrentar el conflicto de expectativas que en forma distorsionada se expresó en el Parlamento, y que estudiantes y trabajadores anuncian se intensificará.
Curso a izquierda en el movimiento estudiantil
Las elecciones de Federaciones de los estudiantes universitarios estos días, mostraron un curso de izquierdización, y una mayor politización.
En la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, obtuvo la presidencia la lista “Crecer” de la Unión Nacional Estudiantil (UNE) y el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), venciendo al gremialismo, y a la Nueva Acción Universitaria (NAU) del diputado Giorgio Jackson.
En la Federación de estudiantes de la Universidad Central, ganó la Juventud Rebelde. En la Federación de Estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado, ganó la lista de la plataforma Ven-Seremos de la Juventud Rebelde, Juventud Guevarista y el colectivo, “Nosotros”. Se impusieron a la lista de las juventudes del Gobierno.
En la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, ganó la lista “Creando” del FEL y la Izquierda Autónoma del diputado Gabriel Boric que obtuvo la presidencia, sin la participación de la UNE que se presentó en lista aparte y obtuvo el tercer lugar. La Lista C “Vencer-la FECH para las bases”, de la Agrupación Combativa y Revolucionaria (ACR) e independientes, obtuvo una importante votación. Las juventudes del Gobierno, en la lista “Avancemos” de las JJCC junto a Izquierda Ciudadana y el PRO tenían expectativas de recuperar la presidencia, sin lograrlo.
Las elecciones mostraron una mayor politización, con discusiones sobre el rol del Gobierno y las reformas prometidas. Y sus resultados, que el movimiento estudiantil mantiene un curso a izquierda, aunque contradictorio. La Izquierda Autónoma, el FEL y la UNE dirigen la mayoría de las Federaciones y el CONFECH desde el 2012, con una política de presión, de movilización y negociaciones, que resultaron infructuosas. Pero que refleja expectativas entre los estudiantes, que pueden reforzarse con la glosa de gratuidad, o, con la discusión del proyecto de gratuidad y los otros de Educación el próximo año, agotarse.
Dauno Tótoro, de la Lista “Vencer” y miembro de la ACR declaró que, para obtener la gratuidad, “el movimiento estudiantil tiene que levantarse y plantearse claramente frente al gobierno. A la Nueva Mayoría debemos enfrentarla y no podemos confiar en las autoridades que se han dedicado a administrar la educación de mercado”.
A estos procesos en el movimiento estudiantil, se suman los que cursan entre los trabajadores.
Los ataques continúan su curso. Los despidos en la minería se suceden: El Abra despidió a 650 trabajadores, Collahuasi a 300, Antofagasta Minerals otros 300, AngloAmerican 140 profesionales, BHP Billiton Chile más de 1.100, Codelco 4.300 trabajadores, supervisores y contratistas. Según el Instituto Nacional de Estadísticas la industria minera ha despedido casi 20.000 trabajadores en los últimos dos años. Las dirigencias sindicales cupulares, nada han hecho. La agrupación Alternativa Obrera, junto a sindicatos mineros de Rancagua, realizaron una peña contra los despidos reuniendo a trabajadores mineros, de la educación y estudiantes para comenzar a agrupar fuerzas y prepararse para los nuevos ataques.
Los paros entre los profesores se suceden en los colegios particulares subvencionados. Lo mismo entre los trabajadores de la Salud, contratistas del Metro, mineros de Lebu que se tomaron la mina Trinidad por dos días, las manipuladoras de alimentos.
Pero también entre los trabajadores, los fenómenos políticos en gestación pueden ser lo más dinámico. El curso de la reforma laboral en el Senado, amenaza con resultar en una ley que se aleje de lo prometido. Para la CUT amenaza su legitimidad, pudiendo debilitarla y dificultando su capacidad de contención, como los paros de los profesores este año, de 57 días, y del Registro Civil, de 39 días, demostró.
Estos procesos entre los estudiantes y los trabajadores, chocan con el muro del Parlamento que aprueba un Presupuesto restrictivo, y a la medida de los empresarios, leyes represivas como la ley corta anti-delincuencia, la proscripción de los partidos chicos, leyes de transparencia y regulación ante la colusión cuando los empresarios mantiene su impunidad pagando multas y arreglos con el Sernac insignificantes o que terminan incumpliendo. Para poner fin a la casta de políticos empresariales, que ministros y parlamentarios ganen lo mismo que una profesora, uniendo cada una de las demandas de los estudiantes y trabajadores a la lucha por una Asamblea Constituyente Libre y soberana basada en la movilización, en el camino de una República de Trabajadores, basada en sus organismos de democracia directa, única salida íntegra y efectiva para las demandas y para los intereses del pueblo trabajador.