Decenas de manifestantes se movilizaron exigiendo justicia por Gabriel Franco en General Alvear, al sur de la provincia. Sospechan que fue asesinado por la policía de Mendoza.
Lunes 1ro de diciembre de 2014 11:39
En la mañana del 25 de agosto pasado, un grupo de vecinos encontró el cuerpo sin vida de Gabriel Franco, en un baldío en las inmediaciones de las calles Circunvalación y Prolongación, con un pañuelo en su cuello, a 2 metros del árbol en el cuál, según la versión policial, se habría ahorcado. Hay testigos que declaran que horas antes de encontrarlo, la policía estaba patrullando por el barrio sin luces, con las balizas apagadas y que vieron al personal de toxicomanía persiguiendo a Gabriel.
La noche anterior había sido detenido junto a dos amigos y trasladado a la comisaría 14 de General Alvear, dónde fue brutalmente golpeado. Los testigos señalan a los comisarios Calipo y Mendoza (investigado por su participación en el caso Bordón y en la última dictadura cívico-militar) y a cuatro policías más como responsables. Marisa Santana, la madre de Gabriel, fue informada de que su hijo se encontraba en el hospital, pero al llegar la única explicación que recibió fue que “hablara con el camillero que lo había sacado de adentro de la comisaría”, lo encontró con cortes y marcas de botas en la cabeza, todo moreteado y asustado, ya que los policías lo habían amenazado con que “lo iban a matar” e “iba a aparecer tirado en un baldío”.
No son casos aislados.
El caso de Gabriel puso de nuevo en discusión el rol que ejerce la policía alvearense. El año pasado, Andres Sosa fue fusilado por la espalda por el efectivo Pablo Colilaff, quién fue liberado 48hs después del hecho. Esto demuestra que no es sólo un policía, si no el accionar de toda la Comisaría 14, que no es la primera vez que se ve involucrada en la muerte de varios jóvenes, en situaciones similares.
Los pibes de los barrios de Alvear, difícilmente pueden llegar al centro de la ciudad, ya que son constantemente hostigados y perseguidos por la policía. Los frenan en los alrededores, se los llevan a la comisaría por averiguación de antecedentes, donde son brutalmente golpeados y amenazados, por lo que todos estos casos no son denunciados. Asiduamente los patrulleros recorren los barrios, profundizando este hostigamiento, y en casos disparándole a quemarropa a los pibes.
Familiares y amigos de Gabriel exigen justicia.
El día viernes 28, a las 19hs se convocó a una marcha desde el lugar donde se encontró a Gabriel Franco hasta el centro de la ciudad de Alvear, decenas de personas se movilizaron exigiendo Justicia por Gabriel con un claro cuestionamiento a la represión policial que sufre la juventud trabajadora. Marisa Santana nos expresaba que “no realizo la marcha sólo por mi hijo, si no por todos los pibes del barrio que constantemente son perseguidos y golpeados por la policía, quiero que vengan a ver como todos tienen marcas de las golpizas y heridas de bala”.