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Red Internacional
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JUICIO POR LA MASACRE DE ONCE. Testificaron los dirigentes ferroviarios Rubén “Pollo” Sobrero y Edgardo Reynoso

Declararon Rubén “Pollo” Sobrero y Edgardo Reynoso (ambos dirigentes de la Unión Ferroviaria, de la línea Sarmiento), testigos de la desidia y corrupción que tiene como protagonistas a empresarios, funcionarios y el gobierno nacional.

Jueves 20 de noviembre de 2014

Fotografía: www.izquierdasocialista.org.ar

Pasaron muchos testigos en estas 52 audiencias realizadas por el juicio por la masacre de Once, ocurrido el 22 de febrero de 2012 donde murieron 52 personas. Ayer declararon dos dirigentes ferroviarios, testigos de la desidia y corrupción que tiene como protagonistas a empresarios, funcionarios y el gobierno nacional: Rubén “Pollo” Sobrero y Edgardo Reynoso, ambos dirigentes de la Unión Ferroviaria, de la línea Sarmiento.

Ante la pregunta del tribunal, si juraba decir la verdad, Sobrero respondió en forma decidida “Sí juro, y si se me permite juro por las 52victimas de once, quiero que se sepa la verdad” y tomó asiento.

El dirigente del Sarmiento, Rubén “Pollo” Sobrero, explicó que el tren que protagonizó la masacre de Once, "no podía seguir funcionando" y se refirió a la falta de comprensores de frenos necesarios y de los velocímetros.

En la audiencia estuvieron presentes los familiares de las víctimas. Se destacó también la presencia de los trabajadores ferroviarios identificados con las remeras de la agrupación Bordó, a la que pertenecen Sobrero y Edgardo Reynoso.

Sobrero respondió las preguntas de la querella, denunció las irregularidades en las que incurría la empresa TBA, y agregó que “durante mucho tiempo hicimos reclamos por los desguaces, la falta de repuestos, ruedas, boggies, habilitaciones y la venta de chatarra”. Entre sus denuncias reveló la venta de chatarra que molestó a las defensas de los imputados.

El abogado Fragueiro Frías, que representa a Roque Cirigliano y a Pedro Rainieri, exdirectivos de TBA, interrumpió a Sobrero para objetar ante el Tribunal que lo que decía el testigo no era parte del objeto procesal del juicio por la tragedia de Once. El tribunal no hizo lugar al pedido y el “Pollo” Sobrero prosiguió con su declaración que duró tres horas.

Entre sus denuncias se describió como actuaban la concesionaria y su relación de estos con Jaime y Schiavi. Además apuntó contra el Gerente de Recursos Humanos, Roberto Gagliardi por las maniobras que hacían con los compresores y detalló: “eran pintados, envueltos y otra vez llevados a los talleres de Castelar”, y añadió que “los repuestos del EMFER eran malos, cuando el estado no pagaba, TBA no los compraba, nunca les importó el Ferrocarril ni a ellos, ni a la Secretaría de Transporte, ni a la CNRT, ni a la Comisión Bicameral del Congreso, por eso lo denunciamos en la justicia y en los medios cuando dijimos que en la Línea Sarmiento iba a producirse ’un Cromañón ferroviario’, porque los organismos que tenían que controlar no lo hacían” sentenció.

A su turno, el delegado Edgardo Reynoso, se sentó en el estrado acompañado con carpetas con algunas de las denuncias y las ofreció al tribunal, a las querellas ya a las defensas. Comenzó su declaración diciendo: "Desde el ’99 denunciamos manejos pocos claros de los bienes de la empresa, nos reunimos con Claudio Cirigliano por la situación de colapso pero nunca escucharon nuestros reclamos”, dijo. Y continuó denunciando las reparaciones tercerizadas, la adulteración de los números de coches como una estafa al estado y apunto sobre el imputado Antonio Sicaro, extitular de la CNRT y asesor de Randazzo. Y finalizó diciendo que “Reinaba la desidia y la improvisación absoluta, no se realizaban los mantenimientos y eso restaba formaciones al servicio”.

El lunes continuará su declaración, que debió ser interrumpida por la indisposición de uno de los miembros del Tribunal.