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Red Internacional
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Por la legalización. Yo también aborté: testimonios de maestras sobre el derecho a decidir

Los siguientes testimonios expresan la necesidad de exigir educación sexual integral y la legalización del aborto, seguro y gratuito en todo el país.

Lunes 21 de febrero de 2022

Testimonio 1: Maestra de primaria en Benito Juárez

Soy maestra y aborté unos años antes de tener a mi hija, tome esa decisión porque a pesar de que sí quería tener el bebé, al hacerme estudios y en el ultrasonido salió que el feto no se estaba desarrollando en el útero, entonces corría el riesgo de que no se desarrollara bien e iba tener complicaciones en mi cuerpo. Nunca se lo conté a mi esposo ni a mi familia por miedo a que me juzgaran en mi decisión y tal vez no me iban a entender. Les dije que me iría de viaje con una amiga unos días ya que estuve adolorida unos días.

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Testimonio 2: Maestra de primaria en Coyoacán

Hace 3 años había terminado mi relación con un novio terrible, semanas después me di cuenta que estaba embarazada, así que lo llamé para que me ayudara a pagar el aborto, obviamente él se negó dándome un discurso de que era una asesina si hacía eso. Llamé a mi amiga que me recomendó que fuera a una clínica privada a practicarme un aborto por aspiración, en donde solo me alcanzó para un legrado sin anestesia. El costo fue de $6000 pesos, gasté toda mi quincena y más. Además me di cuenta que en esa clínica había cerca de 30 mujeres que iban a lo mismo que yo, casi todas se habían venido a escondidas de sus familias, con sus escasos salarios, sus ahorros y pidiendo dinero prestado a sus amigos. E incluso algunas de esas chicas venían de otros estados, mencionando que si en sus casas se enteraban dónde estaban en realidad terminarían hasta en la cárcel. Al terminar me fui llorando de coraje por las historias de todas estas mujeres y por el lucrativo negocio de estas clínicas.

Testimonio 3: Maestra de primaria en Milpa Alta

Yo aborté cuando estaba estudiando en la normal, no quería dejar de seguir estudiando, como muchas de mis compañeras que al salir embarazadas pareciera que son obligadas a abandonar la escuela e incluso la institución no es muy empática con la situación de estas chicas. Tuve que ir dos veces a la misma clínica ya que el primer día no alcancé ficha, tuve mucho miedo porque al estar formada había personas molestándonos y nos decían asesinas, u otras persuadiéndote de tu decisión, expresándote que te regalan ropa o juguetes de bebé para que no abortes. Al pasar a la clínica se cercioran que verdaderamente estés embarazada y te dan unas pastillas, te explican cómo debes tomarlas y ya te mandan a tu casa a sufrir sola con los cólicos más dolorosos que he tenido.

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Las maestras debemos luchar por aborto legal, seguro y gratuito en todo el país

Muchas mujeres siguen sin poder decidir sobre sus cuerpos, las trabajadoras viven una pesadilla al abortar y tienen mucho miedo de ser juzgadas al contar su experiencia. Los políticos y la religión se ensañan contra la posibilidad de que decidamos sobre nuestros cuerpos, mientras el Estado sigue negando la legalización en todo el país, orillando a las mujeres a practicarse abortos clandestinos en los que en muchos casos pierden la vida.

Estos breves relatos de maestras nos dan una muestra de que no basta la despenalización del aborto, sino que debemos de seguir exigiendo la legalización y que éste sea seguro, gratuito y garantizado por el Estado. Además es necesario que en todas las escuelas haya una verdadera educación sexual integral, que pueda orientar e informar desde los niños y niñas, así como a adolescentes y jóvenes.

También debe haber una guía sobre cómo hacer uso de métodos anticonceptivos, es necesario que éstos sean totalmente seguros y no pongan en riesgo los cuerpos de las mujeres, y deben ser totalmente gratuitos.

Además las trabajadoras debemos de exigir que en nuestras comunidades y en los centros de trabajo haya clínicas ginecológicas que puedan detectar distintas problemáticas y dar seguimiento y tratamientos gratuitos.

* Rosa García es maestra de primaria en la CDMX e integrante de las agrupaciones Pan y Rosas y Nuestra Clase.