En 1968 los cuatro de Liverpool editan "El álbum blanco" (disco doble, sin título, cuya portada no tiene ningún diseño; es simplemente blanca y de allí el nombre) luego de su viaje espiritual a Rishikesh para meditar en grupo con el gurú de moda: Maharishi (varias veces acusado por acoso sexual de sus discípulos y multimillonario vendedor de humo), a quien conocieron en una conferencia en Londres, en el ´67, para jóvenes hippies deslumbrados con el orientalismo y muy despolitizados, ávidos de charlatanería espiritualoide que los salvara de la frustración capitalista.
Viernes 1ro de junio de 2018
El álbum comienza con "Back in the USSR" (de regreso a la unión soviética) con el tono irónico que caracterizaba a sus compositores y como un juego de palabras y contrastes con el clásico "Back in the USA" de Chuck Berry, en el que su mítico autor ensalza hasta el hastío el estilo de vida norteamericano.
Esto les valió la dura crítica de la prensa y de millones de patriotas que los acusaron de "rojos". En plena etapa macartista no era de extrañar esta clase de acusaciones, pero nada más lejos de la realidad.
En el ’68 The Beatles recibieron múltiples propuestas y pedidos de compromiso con las revueltas y movimientos juveniles que se estaban desatando en todo el mundo, especialmente en Francia, sin que nunca dieran su apoyo ni se manifestaran a favor de los jóvenes ni su causa.
1972, emblemática foto denunciando los ataques estadounidenses a Vietnam
Mc Cartney no los recibía y para Lennon eran una molestia; creía que solo querían pedirle apoyo y dinero para causas violentas. El tema "Revolution" les valió la fama (mal caracterizada) de revolucionarios, basada únicamente en el título, ya que en la canción expresan claramente su posición: "si querés dinero para gente que tiene la mente llena de odio, todo lo que puedo decirte es que tenés que esperar". Su búsqueda era pacifista y espiritual; nada tenían que ver con los ideales revolucionarios que se respiraba entre los jóvenes que se rebelaban contra el sistema.
"Mother nature´s son" (hijos de la madre naturaleza) es una clara expresión de esta posición precursora de la new age, inspirada (como tantos otros temas del disco) en las enseñanzas de la relación del hombre con la naturaleza que les inculcaba el chanta-gurú Maharishi.
Más allá de su corrección política y la ausencia de compromiso social, el "Álbum Blanco" es uno de sus mejores discos; con bellas melodías como las que aporta Harrison en "While my guitar gently weeps" (quien además compone uno de los pocos temas con contenido social de la banda para este disco: "Piggies"; en el dispara contra la frivolidad de la burguesía: "Está lleno de cerdos por todas partes/Viviendo sus vidas porcinas/Podés verlos cuando salen a cenar con sus esposas cerditas/Agarrando cuchillo y tenedor para comer su tocino"), o "Julia" en el que Lennon compone una oda edípica e incluye, ambivalentemente, en la prosa una explícita dedicatoria a su nuevo amor: ocean child (Yoko, en japonés).
McCartney compone "Y Will", una gran canción, dedicada a su novia y futura compañera de viaje Linda. En contraposición con la temática romanticista y mística del álbum, hay grandes temas de rock como "Helter Skelter", que muchos críticos pos-modernos han catalogado como precursor del heavy metal por su intensidad.
En realidad, fue un intento de Paul, gran compositor y mejor visionario de negocios, quien quiso hacer un tema que tuviera la misma repercusión que tenían en la prensa The Who con su rock áspero y salvaje. No estaba dentro de las preocupaciones de la clase trabajadora de Liverpool (que se hallaba envuelta en una ola de huelgas obreras), el karma o misticismo hindú; ni era la pata de la paloma algo cercano para los jóvenes irlandeses que salían a luchar por sus derechos civiles contra el imperialismo unionista británico que los sometía, pero The Beatles, más allá de su posición pacifista y despolitizada, no podían evitar que los jóvenes del ’68 sintieran su música como liberadora y de ruptura con el modelo conservador del pelo corto, tradición, familia y propiedad.
Policía londinense reteniendo a las fans a la llegada de The Beatles (1965)
El pacifismo y el misticismo son aliados imprescindibles del sistema para desviar todo intento de insurrección al corral de los borregos y cuanto mas funcional resulta si se viste de oveja rebelde. Los Beatles nunca se involucraron en cuestiones políticas ni en los problemas concretos que atravesaban los jóvenes y trabajadores londinenses por la esencia y lógica explotadora del capitalismo que descargaba su crisis sobre las espaldas del pueblo pobre, pero aún así despertaron en la juventud una fibra de rebeldía contra el convencionalismo conservador y represor que imponía las reglas culturales, artísticas y sociales de la época.
Innegable es su aporte, como legado histórico, referencia musical e influencia para miles de jóvenes músicos y melómanos de varias generaciones posteriores que le deben infinidad de melodías y un ritmo que supo desatar a los cuerpos de las retrógradas ataduras que los domeñaban.