“La última Internacional”, según uno de sus componentes “es un homenaje, es el himno de los trabajadores”.

Jorge Neira Delegado de CGT Limpieza y Jardinería, Madrid
Jueves 12 de enero de 2017
Foto: The Last Internationale
Los neoyorkinos Delila Paz y Edgey Pires formaron en 2008 el grupo de rock “The Last Internationale”. Según quién escriba o hable sobre ellos los define de una manera u otra, desde rock con reminiscencias folk, blus, country, post-grunge a metal alternativo o rock alternativo. Pero el punto de vista del que escribe es que basta con la simple denominación de rock, porque si escuchas y disfrutas de su música, no hace falta encasillarlo en ningún subcontexto. Guitarra, bajo y batería acompañado de un chorro de voz incombustible de Delila. ¡Puro rock!.
Aunque publicaron su primer disco en 2009, de título homónimo al nombre del grupo, en 2011 un nuevo trabajo llamado “Choose Your Killer” y en 2013 un EP de cinco canciones titulado “New York, I do Mind Dying”, fue en agosto de 2014 cuando lanzan su álbum debut “We Will Reign” a través de Epic Records. Álbum que recoge alguna de las canciones que formaron parte de esos trabajos anteriores y que cuenta con el afamado baterista Brad Wilk (Rage Against the Machine, Audioslave y compositor de la batería en el último disco de Black Sabbath “13”).
Es grato encontrar artistas comprometidos con la lucha obrera, social y política, que den la espalda al poderoso mundo de la industria musical y que decidan su futuro artístico en pos de estos principios e ideales y en contra de la mercantilización de su música. En multitud de entrevistas declaran sus convicciones personales y reivindicativas, sin miedo a dar su opinión sobre la falta de principios sociales de la todo poderosa EE.UU. En este diario ya se recogen algunos comentarios de Delila y Edgey en un artículo publicado en agosto de 2016.
Como muestra de la ideología del grupo encontramos referencias continuas a lo largo de su trayectoria, comenzando por el propio nombre “La última Internacional”, que según Edgey “es un homenaje, es el himno de los trabajadores”. Orgullosos de su compromiso social y político, son parte del movimiento activista artístico y trabajan desde la calle, plasman su conciencia de izquierdas en temas como “1968”, “Deportes” donde versionan a Woody Guthrie, “Workers of the World-Unite!” de la cual la revista Rolling Stone se hizo eco, o “Killing Fields”.
En una industria dirigida por un enfoque plenamente comercial que busca rendimientos económicos por encima de la búsqueda del talento y que construye artistas artificiales de fácil factura y encaje en el medio, donde se relega al ostracismo el talento comprometido, minimalista o personal si no se aceptan las reglas, siempre podemos escoger fuera de ella. Porque más importante que la industria musical, es la industria de la cooperación, la solidaridad, el compromiso social y la lucha a favor de los desfavorecidos que todas y todos llevamos dentro y que deberíamos fomentar sin lugar a dudas.
Tanto Delila como Edgey tienen claro que en paralelo a su música debe ir siempre la reivindicación social, cultural y política. A través de sus contactos en Facebook -The Last Internationale-, Twitter -@TLImusic-, Instagram o Youtube, se pueden encontrar referencias, opiniones personales, noticias y críticas a todo lo que tiene que ver con la opresión, la pobreza o las injusticias culturales, raciales o sociales en general.
Sobre la polémica construcción del oleoducto “Dakota Access Pipeline” en Dakota del Norte que amenaza el río Missouri, The Last Internationale han sido profundamente críticos de manera activa, apoyando la lucha de los pueblos Lakota Sioux. Con la noticia de la negativa al permiso para la construcción del oleoducto, Delila manifestó “Gran victoria, pero la lucha sigue… la gente tiene el poder!”.
Sobre el polémico caso de Leonard Peltier, el activista del Movimiento Indígena Estadounidense encarcelado en 1976 y condenado a dos cadenas perpetuas (por el supuesto asesinato de dos agentes del FBI que murieron durante un tiroteo en 1975 en la reserva india de Pine Ridge, en un territorio donde se había encontrado meses antes uranio y carbón y donde el acoso al pueblo Sioux de Dakota del Sur terminó con la muerte de más de 250 personas de este pueblo indígena, sin que se investigara nunca este crimen) Delila y Edgey participaron recientemente en la campaña de petición de libertad de Peltier, dirigida al Presidente Obama.
Delila y Edgey argumentan que las baladas revolucionarias trascienden todas las fronteras y nos unen a todos, así quedó patente en su reciente visita a Portugal. En el festival de Lollapalooza de Chile, Delila que se manifiesta profunda seguidora y admiradora de la vida de Victor Jara, versionó en directo “El derecho de vivir en paz”.
Solo queda añadir la invitación a disfrutar de su música y regocijarse en el talento que desprenden la voz impecable de Delila Paz y el sonido rasgado de la guitarra de Edgey Pires. Arrebatadores en estudio y potentísimos en directo, esperamos sus seguidores, un próximo disco y una visita a nuestro país para disfrutar de Rock Comprometido, sin más añadidos.
La Última Internacional sigue viva y fluye a través de las notas musicales de esta banda de Nueva York, que sin duda, leerán Izquierda Diario en su ciudad!