Cansadas de ser las más oprimidas y explotadas del sistema, salen a organizarse. ¡Sumate!
Sábado 14 de abril de 2018 12:30
Estamos ante una creciente y progresiva manifestación de mujeres, que se movilizan para hacer escuchar su voz. Sabemos que la única solución es salir a las calles a pelear por nuestros derechos, ya que nunca nos regalaron nada, nada se cayó del cielo.
Las mujeres somos las más oprimidas y explotadas del proletariado. Desde nuestros hogares traemos arraigado el tema del patriarcado. Desde dichos, frases comunes, costumbres: quién no escuchó a alguna abuela decir “para que vas a estudiar, si te casás y te va a mantener tu marido” o “el hombre es el que mantiene la casa, tiene que llegar y descansar” o dichos de algún hijo del patriarcado “cómo no la van a violar, que hacía ahí a esa hora, sola y mira cómo estaba vestida”.
En los empleos las mujeres somos las primeras en ser suspendidas o despedidas, las que ante el ingreso a un nuevo trabajo se le pregunta si va a tener más hijos (si ya no los tiene) y si tiene con quién dejarlos. Al hombre, eso no se le pregunta. Muchas veces no podemos competir por el mejor puesto, al que siempre accede un varón. Nosotras ganamos un 27,2 % menos que los hombres en un empleo formal y alcanza al 35 % en los más precarizados. Debemos luchar contra el trabajo precario, en negro; por el pase a planta permanente y la efectivización.
Además tenemos la doble jornada laboral, que implica el trabajo asalariado más el doméstico. A igual trabajo, iguales condiciones de derechos y salario. Exigimos el reconocimiento de enfermedades laborales.
La larga cadena de violencias que nos da esta sociedad patriarcal nos lleva al acoso, algo de lo que las mujeres conocemos muy bien. Desde invadir tu espacio personal, el “apoyo” en los medios de transporte, el piropo grosero; por vergüenza o por no saber cómo proceder la mujer se callaba. Lamentablemente hoy todo eso sigue existiendo, solo que no nos callamos más. El ejemplo más claro que hizo Mauricio Macri, asegurando que a todas las mujeres les gusta que le digan un piropo: que le digan “que lindo culo que tenés”.
También hay otros tipos de acoso, el laboral, de un jefe o superior. Puede ser con fines sexuales o solamente el hecho de la humillación. Desde comentarios desubicados para hacerte sentir mal, llamados intimidantes, gestos obscenos, la famosa “tocadita de hombro” u horas extras a cambio de un “favorcito”.
Necesitamos guarderías en los lugares de estudio y trabajo. Muchas jóvenes no pueden estudiar por ser madres, no tienen con quien dejar sus hijos o dinero para pagar una niñera. También solicitamos becas de estudio, para que nadie deje de estudiar por tener que tomar un trabajo full time.
El derecho a la maternidad y a decidir cuándo queremos ser madres. El derecho al aborto legal, seguro y gratuito en los hospitales, es una cuestión de salud pública. Hoy se aborta en la Argentina con una aguja de tejer, una rama de perejil o con un bisturí. Solo se mueren las mujeres pobres, las que se lo practican en las casas, las ricas van a clínicas con lujo e higiene. Se aborta desde hace décadas, exijamos que sea legal y se lo despenalice. Reclamemos campañas de educación sexual en las escuelas y medios de comunicación. Que este movimiento de mujeres sirva para alcanzar estas consignas y que no sea solo una cortina de humo que impone el gobierno.
Leyes contra la violencia de genero. Debemos luchar contra los femicidios. La interminable lista de chicas victimas de la violencia machista. Desarticular redes de mujeres secuestradas por la trata, con la complicidad de la Policía y el poder.
Por todo esto las mujeres cansadas del machismo y la opresión, nos organizamos y sabiendo que a este sistema sólo se lo enfrenta con una gran fuerza en los lugares de trabajo, de estudio y en las calles.
Desde Pan y Rosas Ricardo Rojas sabemos que tenemos que organizarnos para pelear por nuestros derechos y para acabar con la opresión que vivimos todos los días.
Por eso queremos organizar comisiones de mujeres trabajadoras en todos los talleres, fábricas y lugares de trabajo, agrupaciones de vecinas en los barrios linderos de Ricardo Rojas Y Las Tunas.
Queremos que encuentres en Pan y Rosas un espacio dónde organizarte y fortalecerte, que veas que es la única alternativa para lograr nuestra independencia.
¡Sumate!