Un grupo de personas sin identificación reparte folletos en contra del aborto a los estudiantes, acompañados por un feto de plástico. Un ataque al derecho a decidir.
Martes 30 de agosto de 2016
Un grupo de gente sin identificación fue visto en la puerta de una escuela repartiendo un folleto titulado “Ama la vida por mí”. El mismo fue entregado en mano a las y los estudiantes junto a un pequeño feto de plástico y el video The silent scream (“El grito silencioso”) –confeccionado en 1981 como propaganda antiabortista-. Esto ocurrió en la esquina de la Escuela Secundaria N°9 "Marcos Sastre" del distrito de Tigre, aunque distintas organizaciones ya habían denunciado lo mismo en el Normal N° 4, el Normal N°1, el Lengüitas y el Carlos Pellegrini (de Capital Federal).
Este material sin firma -pero al cual evidentemente se ha destinado un generoso presupuesto- tiene como único objetivo desinformar a los jóvenes, citando una entrevista de la revista Reader’s Digest de 1981 y estadísticas de la década del 70’.
En las escuelas secundarias, a lo largo y ancho del país, se multiplican los casos de embarazos adolescentes, la mayoría de ellos no deseados y aunque se cuenta con un Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) para todos los niveles de escolaridad, la Iglesia y los distintos gobiernos de turno impiden en los hechos que se aplique la ley. Ésta, a su vez, no está acompañada por un presupuesto acorde al igual que ocurre con la salud pública en general (lo que repercute en la falencia de atención ginecológica y de anticonceptivos gratuitos, etcétera). Y no olvidemos que el aborto sigue siendo ilegal, lo cual implica la muerte de cientos de mujeres al año.
En muchos establecimientos ni siquiera se dicta la ESI. En el hall de entrada de la escuela a la que hacemos alusión, hay una imagen de la Virgen María así como otras figuras religiosas (como una cruz en la entrada del salón de profesores) siendo una escuela estatal y laica. Le injerencia de la Iglesia en la educación pública también puede observarse en la enorme suma de dinero público que se destina para subsidiar la educación religiosa (casi un 20% del presupuesto educativo).
Muchas de las estudiantes de las escuelas no disponen de información sobre cómo evitar embarazos no deseados y carecen de medios económicos para hacerlo. En ese marco, surge esta campaña oscurantista, que nos recuerda al cartel anti-aborto presente en la Ruta 197 y Panamericana, que no tiene firma y cuyo costo mensual es de $150.000.
Evidentemente estos grupos reaccionarios y retrógrados tienen un respaldo económico significativo en pos de seguir negándoles a las jóvenes la posibilidad de decidir sobre su propio cuerpo.
Estamos a menos de cuarenta días del Encuentro Nacional de Mujeres, que tendrá lugar en la ciudad de Rosario. Desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas en el Frente de Izquierda invitamos a que sean cada vez más las que viajen, para debatir estos temas necesarios y organizarse para conquistar la aplicación efectiva de la ESI y la legalización del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, así como todos nuestros derechos.
