Todo es personal, bien podría ser un libro de artista por la belleza que nos obsequia Malpaso Ediciones, los cantos rosas todavía en tinta obligan al lector a acariciar sus hojas en cada vuelta que da un plus sensorial a la lectura. Aquí la reseña.
Sábado 13 de noviembre de 2021
En los noventas, la forma amable de convivir era viendo el culebrón de la tarde, frente al televisor las madres se ahorraban el disgusto de tener la necesaria charla de educación sexual con sus hijas, la telenovela enseñaba que si salías embarazada acarrearías la desgracia eterna para ti y el deshonor para tu familia, por no saber contener tus instintos sexuales, pero de enseñar a usar el condón, nada. Y así se educaron miles de jovencitas, con nula información y una sexualidad reprimida, por supuesto que los productores de telenovelas ganaron millones con el lucro de esa terrible desinformación y que lo que menciono aquí sólo es un botón de los “valores” que se representaban en pantalla ¿Alguno ha sido juzgado por ese crimen? No. Entonces, la nueva novela de Malú Huacuja del Toro, llega a cumplir esa función de juez, de estos criminales impunes y por supuesto que la pugna que suelta Malú es Personal y así debería de ser para todos nosotros.
Todo es personal, bien podría ser un libro de artista por la belleza que nos obsequia Malpaso Ediciones, los cantos rosas todavía en tinta, obligan al lector a acariciar sus hojas en cada vuelta que da un plus sensorial a la lectura. La poética de Malú se caracteriza por su maestría en el uso de la metaficción. En esta nueva entrega es la ficción dentro de la ficción interpretada por ficcionistas, aunque estos ficcionistas, son agentes que atentan contra el país a través de sus ficciones. Huacuja es una alquimista de la novela negra, una vez iniciado el enigma uno no puede detenerse, el lector se involucra hasta el final para saber quién, cómo, cuándo y porqué mientras se contiene la respiración.
El Enigma en las novelas de Malú Huacuja, viene acompañado de varios enigmas más que no son menores, el lector puede disfrutar mucho pensando en qué ficcionistas de la vida “real” hace referencia la autora y sobre los hechos narrados, por lo cuál hay que tener cierto bagaje cultural sobre el ignominioso quehacer de quienes han llevado a este país a la ruina hasta con “aires de salvadores de la nación”.
Y no es un tema menor el que se toca en la novela, parte del atroz hecho de la exaltación de la narcocultura, de la caricaturización del feminicidio, de las mafias criminales que han despojado al país del respeto y dignidad a las víctimas; donde lo público y lo privado se convierte en un montaje cuando así conviene a los intereses. Y eso es el punto de arranque de la novela, que creo será unos de los inicios de novela emblemáticos de la literatura por su belleza y el tema controversial que lo inspira y que me permito citar aquí:
“Se dice que las personas tienen una existencia pública y otra privada, pero aquí, cuando de crímenes se trata, casi siempre hay una forma de homicidio público y otra privada. Por lo cual, en lugar de una «doble vida» -o además-, lo que mucha gente llega a tener en nuestro narcopaís es una «doble muerte»”. (p.7, cap. I)
“Se dice que las personas tienen una existencia pública y otra privada, pero aquí, cuando de crímenes se trata, casi siempre hay una forma de homicidio público y otra privada. Por lo cual, en lugar de una «doble vida» -o además-, lo que mucha gente llega a tener en nuestro narcopaís es una «doble muerte»”. (p.7, cap. I)
Entonces venga usted a enredarse con las falsas noticias de estos detestables ficcionistas, conozca usted a Santiago Parral, a Mónica del Sol, Almira, Samy Méndez, Arturo Gil, Carlos Rosas, Froilán Manzano, Darío Peña, entre otros. A la cibergolpeadora que ya es un tema que explora Malú como sello de la casa donde nos advierte de las nuevas estrategias criminales contra los usuarios de las redes sociales. Y conozcan sobre todo a Guadalupe Lima, porque se me parece en nombre.
En la narrativa feminista de Malú nada se escapa, no espere encontrar aquí una sororidad blanda, Malú es una aguerrida escritora de temas políticos y por supuesto también toma la bandera del feminismo en su quehacer literario, pero no es complaciente si no una crítica letal que podría incomodar a la frágil feminidad.
Para concluir Todo es personal es una novela que está escrita con esta sabiduría ochentera-noventera que recorre toda la situación política de ese momento y cómo algunos proyectos de avanzada se convirtieron en adefesios que nos tienen sumergidos en unos valores culturales lamentables hasta el día de hoy, la contienda de Malú está escrita, el final del enigma es qué hará el lector al respecto.
